CANDILEJAS
A Jorge Souza
El frac está impecable
como en la mejor noche de
su antepasado
en su mano brilla la
galera alta
junto a los guantes
blancos
eres un hombre elegante
en el foyer lustroso de un
teatro
…
Pero adentro no hay
rigoletto
adentro hay sombras
fantasmas dicen
algún hombre que fracasó
con un chasquido
-una guitarra a la que se
le han roto las cuerdas o
el amigo que no ve hace
muchos años
y no quiere reencontrar
pues teme por su pulso
y por tu timbre de voz
…
Ahora comienza el número
femenino
el cuadro central al
parecer
de este espectáculo
pero no hay bataclanas
desnudas
sino cierto cansancio en
los ojos
alguna medrosidad en los
trajes azules
decadencia en el compás
en este cuadro confunde
todo
el engaño y las traiciones
cierta pasión muy grande o
algún olvido
no recuerda el nombre de
su primer amor
y mezcla sus cabellos
rubios
con los teñidos de una
muchacha delgada
de buen corazón
de ésta si recuerda el
nombre
muchos la llamaban y ella
acudía dispuesta
con los años que han
pasado
también ahora llega a su
pequeño escenario
y le parece estar en
aquella pensión ruinosa
y que es la primera vez
y que son las mismas caricias
…
En este momento nada se
representa
un hombre llora
simplemente
no tienes dinero para
pagar el dolor de una mujer
pero cobran diariamente tu
pasión oscura
tu sueño acompasado
adiós adiós hijo mío
todo está concluido de
antemano
para muchos que creen
vivir
tú no legarás a ser en
cambio
-algo similar pero más
digno.
Francisco Urondo
Argentina, 1930
Cuadro: "El sueño dorado" de Miguel Oscar Menassa
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