miércoles, 30 de septiembre de 2020

EL NIÑO QUE YA NO SOY


 EL NIÑO QUE YA NO SOY

 

Logré el uso de razón.

Perdí el uso del misterio.

Desde entonces, la evidencia,

siempre viva, me da miedo.

 

Me da miedo cuando ladra

en la perrera mi perro

Quizá me esté saludando.

Más no lo entiendo. No entiendo.

 

El niño que fui recuerda:

Me trabaja como un hueco.

El niño que fui me llama

a gritos con su silencio.

 

Me he mirado en mis retratos,

de marinera, riendo,

con rizos rubios y un aire

impertinente y despierto.

 

¿Quién eres tú? ¿Qué sabías?

Ahora solo siento sueño.

Me aturde tu desafío

y tu risa me da miedo.

 

Ya no puedo, sin romperlos,

atravesar los espejos.

Mi sistema no funciona

como solía. Lo siento.

 

Si funcionara, quizá

no escribiría estos versos.

Lloraría de otro modo.

Lo diría todo en perro.

 

Pero me creo que soy

sigo más que un niño muerto

y como estoy medio calvo

me hago bucles con mis versos.

 

Gabriel Celaya

 

 

martes, 29 de septiembre de 2020

LAS MOSCAS

 LAS MOSCAS

                      

Vosotras, las familiares

inevitables golosas,  

vosotras, moscas vulgares

me evocáis todas las cosas.

¡Oh, viejas moscas voraces

como abejas en abril,

viejas moscas pertinaces

sobre mi calva infantil!

Moscas de todas las horas

de infancia y adolescencia,

de mi juventud dorada;

de esta segunda inocencia,

que da en no creer en nada,

en nada.

¡Moscas del primer hastío

en el salón familiar,

las claras tardes de estío

en que yo empecé a soñar!

Y en la aborrecida escuela

raudas moscas divertidas,

perseguidas, perseguidas

por amor de lo que vuela.

Yo sé que os habéis posado

sobre el juguete encantado,

sobre el librote cerrado,

sobre la carta de amor,

sobre los párpados yertos

de los muertos.

Inevitables golosas,

que ni labráis cual mariposas;

pequeñitas, revoltosas,

vosotras, amigas viejas,

me evocáis todas las cosas.

 

Antonio Machado

 

 

domingo, 27 de septiembre de 2020

EN EL FONDO DE LA NOCHE TIEMBLAN LAS AGUAS DE PLATA

 

EN EL FONDO DE LA NOCHE TIEMBLAN LAS AGUAS DE PLATA

 

 

En el fondo de la noche tiemblan las aguas de plata.

La luna es un grito muerto en los ojos delirantes.

Con su nimbo de silencio

pasan los sonámbulos de cabeza de cristal,

pasan como quien suspira,

pasan entre los hielos transparentes y verdes.

Es el momento de las rosas encarnadas y los puñales de acero

sobre los cuerpos blanquísimos del frío.

En el fondo de la noche tiembla el árbol del silencio;

los hombres gritan tan alto que solo se oye la luna.

Es el momento en que los niños se desmayan sobre los pianos,

el momento de las estatuas en el fondo transparente de las aguas,

el momento en que por fin todo parece posible.

En el fondo de la noche tiembla el árbol del silencio.

Decidme lo que habéis visto los que estabais con la cabeza vuelta.

La quietud de esta hora es un silencio que escucha, 

el silencio es el sigilo de la muerte que se acerca.

Decidme lo que habéis visto.

En el fondo de la noche

hay un escalofrío de cuerpos ateridos.

 

Gabriel Celaya

 

sábado, 26 de septiembre de 2020

TESTAMENTO

 TESTAMENTO

 

 

DEJO a los sindicatos

del cobre, del carbón y del salitre

mi casa junto al mar de Isla Negra.

Quiero que allí reposen los maltratados hijos

de mi patria, saqueada por hachas y  traidores,

desbaratada en su sagrada sangre,

consumida en volcánicos harapos.

 

Quiero que al limpio amor que recorriera

mi dominio, descansen los cansados,

se sienten a mi mesa los oscuros

duerman sobre mi cama los heridos.

 

Hermano, ésta es mi casa, entra en el mundo

de flor marina y piedra constelada

que levanté luchando en mi pobreza.

Aquí nació el sonido en mi ventana

como en una creciente caracola

y luego estableció sus latitudes

en mi desordenada geología.

 

Tu vienes de abrasados corredores,

de túneles mordidos por el odio,

por el salto sulfúrico del viento:

aquí tienes la paz que te destino,

agua y espacio de mi Oceanía.

 

Pablo Neruda

miércoles, 23 de septiembre de 2020

MUJER, NADA ME HAS DADO

 

MUJER, NADA ME HAS DADO

 

 

Nada me has dado y para ti mi vida

deshoja su rosal de desconsuelo,

porque ves estas cosas que yo miro,

las mismas tierras y los mismos cielos,

 

porque la red de nervios y de venas

que sostiene tu ser y tu belleza

se debe estremecer al beso puro

del sol, del misino sol que a mí me besa.

 

Mujer, nada me has dado y sin embargo

a través de tu  ser siento las cosas:

estoy alegre de mirar la tierra

en que tu corazón tiembla y reposa.

 

Me limitan en vano mis sentidos

-dulces flores que se abren en el viento-

porque adivino el pájaro que pasa

y que mojó de azul tu sentimiento.

 

Y sin embargo no me has dado nada,

no se florecen para mí tus años,

la cascada de cobre de tu risa

no apagará la sed de mis rebaños.

 

 

Hostia que no probó tu boca fina,

amador del amado que te llame,

saldré al camino con mi amor al brazo

como un vaso de miel para el que ames.

 

Ya ves, noche estrellada, canto y copa

en que bebes el agua que yo bebo,

vivo en tu vida, vives en mi vida,

nada me has dado y todo te lo debo.

 

Pablo Neruda

sábado, 19 de septiembre de 2020

NO FUE PARIS, FUE BUENOS AIRES

 


El Taller de Poesía Grupo Cero de Alcalá de Henares, 
conmemora el 80 cumpleaños de Miguel Óscar Menassa, 
Director de la Escuela Grupo Cero en Madrid.

NO FUE PARIS, FUE BUENOS AIRES

 

No fue París, fue Buenos Aires que me vio nacer,

por eso no me asusta el movimiento.

 

Soy del tango la brisa que se mueve al arrastrar los pies.

La cintura de plata que se quiebra al compás.

El hombre que murió a la mañana siguiente para verla bailar.

La percanta aburrida que cabalgando un taco de billar

sueña que puede sola, hacer la vida sola, amar su soledad.

 

Y el borracho sediento que bebe sin parar,

recordando a su madre, esa novia infernal.

Y se emborracha y piensa que todo le da igual

y las manos le tiemblan de tanta impunidad

y desgarra su vientre y quisiera olvidar

y olvida, mas no el nombre de quién lo matará.

 

Soy del tango los perros ecuménicos,

los perros que presencian el crimen pasional

que cual tontos o locos le ladran a la luna

cuando en la acera yace la amada del portal.

 

Una daga de miedo se clavó en su garganta.

Una daga de celos la condenó a morir,

un hombre enamorado de otro hombre,

una daga de horror que sin amarla la mató.

 

Y después soy del tango el amigo del alma,

que no llega a las doce ahí donde le esperas,

que te bate  la justa cuando la justa duele

que no comparte nunca contigo el ganador.

 

Soy del tango el payaso de la noche de Reyes,

el que mató a su amada por verla sonreír,

con un hombre en los brazos, con las piernas abiertas,

amante enloquecido del puñal, la mató sin razón.

 

Y también soy del tango el obrero que roba,

pensando en sus hijos, un cacho de pan.

Soy del tango la noche encerrada entre rejas,

que el farol de la esquina ya no quiere alumbrar.

 

Miguel Óscar Menassa

jueves, 17 de septiembre de 2020

VALS

 

VALS

 

 

Yo toco el odio como pecho diurno,

yo sin cesar, de ropa en ropa vengo

durmiendo lejos.

 

No soy, no sirvo, no conozco a nadie,

no tengo armas de mar ni de madera,

no vivo en esta casa.

 

De noche y agua está mi boca llena.

La duradera luna determina

lo que no tengo.

 

Lo que tengo está en medio de las olas.

Un rayo de agua, un día para mí:

un fondo férreo.

 

No hay contratar, no hay escudo, no hay traje,

no hay especial solución insondable,

ni párpado vicioso.

 

Vivo de pronto y otras veces sigo.

Toco de pronto un rostro y me asesina.

No tengo tiempo.

 

No me busquéis entonces descorriendo

el habitual hilo salvaje o la

sangrienta enredadera.

 

No me llaméis: mi ocupación es ésa.

No preguntéis mi nombre ni mi estado.

Dejadme en medio de mi propia luna,

en mi terreno herido.

 

Pablo Neruda

 

miércoles, 16 de septiembre de 2020

LETRILLA LÍRICA



 
LETRILLA LÍRICA


¿De qué sirve presumir, 
rosal, de buen parecer, 
si aún no acabas de nacer 
cuando empiezas a morir? 
Hace llorar y reír 
vivo y muerto tu arrebol 
en un día o en un sol: 
desde el Oriente al ocaso 
va tu hermosura en un paso, 
y en menos tu perfección. 
Rosal, menos presunción 
donde están las clavellinas, 
pues serán mañana espinas 
las que agora rosas son. 

No es muy grande la ventaja 
que tu calidad mejora: 
si es tu mantilla la aurora, 
es la noche tu mortaja. 
No hay florecilla tan baja 
que no te alcance de días, 
y de tus caballerías, 
por descendiente de la alba, 
se está riendo la malva, 
cabellera de un terrón. 
Rosal, menos presunción 
donde están las clavellinas, 
pues serán mañana espinas 
las que agora rosas son.

Francisco de Quevedo
14/09/1580

lunes, 14 de septiembre de 2020

ÉSTA ES MI CASA



 ÉSTA ES MI CASA


No cabe duda. Ésta es mi casa
aquí sucedo, aquí
me engaño inmensamente.
Ésta es mi casa detenida en el tiempo.

Llega el otoño y me defiende,
la primavera y me condena.
Tengo millones de huéspedes
que ríen y comen,
copulan y duermen,
juegan y piensan,
millones de huéspedes que se aburren
y tienen pesadillas y ataques de nervios.

No cabe duda. Ésta es mi casa.
Todos los perros y campanarios
pasan frente a ella.
Pero a mi casa la azotan los rayos
y un día se va a partir en dos.

Y yo no sabré dónde guarecerme
porque todas las puertas dan afuera del mundo.

Mario Benedetti.

domingo, 13 de septiembre de 2020

AMOR


AMOR


Mujer, yo hubiera sido tu hijo, por beberte
la leche de los senos como de un manantial,
por mirarte y sentirte a mi lado y tenerte
en la risa de oro y la voz de cristal.
Por sentirte en mis venas como Dios en los ríos
y adorarte en los tristes huesos de polvo y cal,
porque tu ser pasara sin pena al lado mío
y saliera en la estrofa –limpio de todo mal-.

Cómo sabría amarte, mujer, cómo sabría
amarte, amarte como nadie supo jamás!
Morir y todavía
amarte más
y más.

Pablo Neruda
Cuadro: Jean Honoré Fragonard

sábado, 12 de septiembre de 2020

YA SE FUE LA CIUDAD




YA SE FUE LA CIUDAD


Cómo marcha el reloj sin darse prisa
con tal seguridad que se come los años:
los días son pequeñas y pasajeras uvas,
los meses se destiñen descolgados del tiempo.

Se va, se va el minuto hacia atrás, disparado
por la más inmutable artillería
y de pronto nos queda sólo un año para irnos,
un mes, un día, y llega la muerte al calendario.

Nadie pudo parar el agua que huye,
no se detuvo con amor ni pensamiento,
siguió, siguió corriendo entre el sol y los seres, 
y nos mató su estrofa pasajera.

Hasta que al fin caemos en el tiempo, tendidos,
y nos lleva, y ya nos fuimos, muertos,
arrastrados sin ser, hasta no ser ni sombra,
ni polvo, ni palabra, y allí se queda todo
y en la ciudad en donde no viviremos más
se quedaron vacíos los trajes y el orgullo.

Pablo Neruda
Cuadro: Antonio López



jueves, 10 de septiembre de 2020

ERES TODA DE ESPUMAS, DELGADAS Y LIGERAS...


ERES TODA DE ESPUMAS, DELGADAS Y LIGERAS…
            

Eres toda de espumas delgadas y ligeras
y  te cruzan los besos y te riegan los días.
Mi gesto, mi ansiedad cuelgan de tu mirada.
Vaso de resonancias y de estrellas cautivas.
Estoy cansado, todas las hojas caen, mueren.
Caen, mueren los pájaros. Caen, mueren las vidas.

Cansado, estoy cansado. ven, anhélame, víbrame.
Oh, mi pobre ilusión, mi guirnalda encendida!
El ansia cae, muere. Cae, muere el deseo.
Caen, mueren las llamas en la noche infinita.

Fogonazo de luces, paloma de gredas rubias,
líbrame de esta noche que acosa y aniquila.

Sumérgeme en tu nido de vértigo y caricia.
Anhélame, reitéreme.
La embriaguez a la sombra florida de tus ojos,
las caídas, los triunfos, los saltos de la fiebre.
Ámame, ámame, ámame.
De pie te grito ¡Quiéreme.
Rompo mi voz gritándote y hago horarios de fuego
en la noche peñada de estrellas y lebreles.
Rompo mi voz y grito. Mujer, ámame, anhélame.
Mi voz arde en los vientos, mi voz que cae y muere.

Cansado. Estoy cansado. Huye. Aléjate. Extínguete.
No aprisiones mi estéril cabeza entre tus manos.
Que me crucen la frente los látigos del hielo.
Que mi inquietud de azote con los vientos atlánticos.
Huye. Aléjate. Extínguete. Mi alma debe estar sola.
Debe crucificarse, hacerse astillas, rodar,
verterse, contaminarse sola,
abierta a la marea de los llantos,
ardiendo en el ciclón de las furias,
erguida entre los cerros y los pájaros,
aniquilarse, exterminarse sola,
abandonada y única como un faro de espanto.

Pablo Neruda

martes, 8 de septiembre de 2020

NO CULPES A NADIE


NO CULPES A NADIE


Nunca te quejes de nadie, ni de nada,
porque fundamentalmente tú has hecho
lo que querías en tu vida.

Acepta la dificultad de edificarte a ti
mismo y el valor de empezar corrigiéndote.
El triunfo del verdadero hombre surge
de las cenizas de su error.

Nunca te quejes de tu soledad o de tu
suerte, enfréntala con valor y acéptala.
De una manera u otra es el resultado de
tus actos y prueba que tú siempre
has de ganar.

No te amargues de tu propio fracaso ni
se lo cargues a otro, acéptate ahora o
seguirás justificándote como un niño.
Recuerda que cualquier momento es
bueno para comenzar y que ninguno
es tan terrible para claudicar.

No olvides que la casa de tu presente
es tu pasado así como la causa de tu
futuro será tu presente.

Aprende de los audaces, de los fuertes,
de quien no acepta situaciones, de quien
vivirá a pesar de todo, piensa menos en
tus problemas y más en tu trabajo y tus
problemas sin eliminarlos morirán.

Aprende a nacer desde el dolor y a ser
más grande que el más grande de los
obstáculos,  mírate en el espejo de ti mismo
y serás libre y fuerte y dejarás de ser un
títere de las circunstancias porque tu
mismo eres tu destino.

Levántate y mira el sol por las mañanas
y respira la luz del amanecer.
Tú eres parte de la fuerza de tu vida,
ahora despiértate, lucha, camina, decídete
y triunfarás en la vida; nunca pienses en
la suerte, porque la suerte es:
el pretexto de los fracasados.

Pablo Neruda

domingo, 6 de septiembre de 2020

LA CLASE



LA CLASE


Como un niño que en la tarde brumosa va diciendo su lección y se duerme.
Y allí sobre el magno pupitre está el mudo profesor que no escucha.
Y ha entrado en la última hora un vapor leve, porfiado, pronto espesísimo, y ha ido envolviéndolos a todos.
Todos blandos, tranquilos, serenados, suspiradores,
ah, cuán verdaderamente reconocibles.
Por la mañana han jugado,
han quebrado, proyectado sus límites, sus ángulos, sus risas, sus imprecaciones, quizá sus lloros.
Y ahora una brisa inoíble, una bruma, un silencio, casi un beso, los une,
los borra, los acaricia, suavísimamente los recompone.
Ahora son como son. Ahora puede reconocérseles.
Y todos en la clase se han ido adurmiendo.
Y se alza la voz todavía, porque la clase dormida se sobrevive.
Una borrosa voz sin destino, que se oye y que no se supiera ya de quién fuese.
Y existe la bruma dulce, casi olorosa, embriagante,
y todos tienen su cabeza sobre la blanda nube que los envuelve.
Y quizá un niño medio se despierta y entreabre los ojos,
y  mira y ve también el alto pupitre desdibujado y sobre él el bulto grueso, casi de trapo, dormido, caído,
del abolido profesor que allí sueña.

Vicente Aleixandre
Cuadro: Charles James Adams