martes, 31 de octubre de 2023

PARADO EN UNA PIEDRA

 


PARADO EN UNA PIEDRA

 

 

Parado en una piedra,

desocupado,

astroso, espeluznante,

a la orilla del Sena, va y viene.

Del río brota entonces la conciencia

con peciolo y rasguños de árbol ávido:

del río sube y baja la ciudad, hecha de lobos abrazados.

 

El parado la ve yendo y viniendo,

monumental, llevando sus ayunos en la cabeza cóncava,

en el pecho sus piojos purísimos

y abajo

su pequeño sonido, el de su pelvis,

callado entre dos grandes decisiones,

y abajo,

más abajo,

un papelito, un clavo, una cerilla…

 

¡Este es, trabajadores, aquel

que en la labor sudaba para afuera,

que suda hoy para adentro su secreción de sangre rehusada!

Fundidor del cañón, que sabe cuántas zarpas son acero,

tejedor que conoce los hilos positivos de sus venas,

albañil de pirámides,

constructor de descensos por columnas

serenas, por fracasos triunfales,

parado individual entre treinta millones de parados,

andante en multitud,

¡qué salto el retratado en su talón

y qué humo el de su boca ayuna, y cómo

su talle incide canto a canto, en su herramienta atroz, parada,

y qué idea de dolorosa válvula en su pómulo!

 

También parado el hierro frente al horno,

paradas las semillas con sus sumisas síntesis al aire,

parados los petróleos conexos,

parada en sus auténticos apóstrofes la luz,

parados de crecer los laureles,

paradas en un pie las aguas móviles

y hasta la tierra misma, parada de estupor ante este paro,

¡qué salto el retratado en sus tendones!

¡qué transmisión entablan sus cien pasos!

¡cómo chilla el motor en su tobillo!

¡cómo gruñe el reloj, paseándose impaciente a sus espaldas!

¡cómo oye deglutir a los patrones

el trago que le falta, camaradas,

y el pan que se equivoca de saliva,

y, oyéndolo, sintiéndolo, en plural humanamente,

¡cómo clava el relámpago

su fuerza sin cabeza en su cabeza!

Y lo que hacen, abajo, entonces, ¡ay!

Más abajo, camaradas,

el papelucho, el clavo, la cerilla,

el pequeño sonido, el piojo padre!

 

César Vallejo

Cuadro: "Observando la experiencia" de Miguel Oscar Menassa

lunes, 30 de octubre de 2023

RATA - SIRENA - FÁUSTICA

 


RATA – SIRENA – FÁUSTICA

 

 

¿Te molesta que roa tu techo,

tu silencio?

 

Pero dime

-si puedes-

¿qué haces,

allí,

sentado,

entre seres ficticios

que en vez de carne y hueso

tienen letras,

acentos,

consonantes,

vocales?

 

¿Te halaga,

te divierte

que te miren,

se acerquen,

y den vueltas y vueltas

antes de permitirles

echarse,

como un perro,

en tus páginas yertas?

 

Podrá tu pasatiempo ser harto inofensivo;

pero alguien que posee los dientes más prolijos,

más agrios que los míos,

al elegir la víscera que ha de roerte un día

-si es que ya no se aloja en una de tus venas-,

toma estéril y absurdo

ese fútil designio de escamotear la vida.

 

Allí están las ventanas

que te dan un pretexto

para abrir bien los brazos.

 

Asómate al marítimo

bullicio de las calles.

 

¿No oyes una sirena que llama desde el puerto?

 

Oliverio Girondo

viernes, 27 de octubre de 2023

LOS AMANTES



 

LOS AMANTES

 

 

¿Quién los ve andar por la ciudad

si todos están ciegos?

Ellos se toman de la mano: algo habla

entre sus dedos, lenguas dulces

lamen la húmeda palma, corren por las falanges,

y arriba está la noche llena de ojos.

 

Son los amantes, su isla flota a la deriva

hacia muertes de césped, hacia puertos

que se abren entre sábanas.

Todo se desordena a través de ellos,

todo encuentra su cifra escamoteada;

pero ellos ni siquiera saben

que mientras ruedan en su amarga arena

hay una pausa en la obra que juega.

 

Amanece en los carros de basura,

empiezan a salir los ciegos,

el ministerio abre sus puertas.

Los amantes rendidos se miran y se tocan

una vez más antes de oler el día.

 

Ya están vestidos, ya se van por la calle.

Y es sólo entonces

cuando están muertos, cuando están vestidos,

que la ciudad los recupera hipócrita

y les impone los deberes cotidianos.

 

Oliverio Girondo

Cuadro: "Remolino de amor" de Miguel Oscar Menassa

 

jueves, 26 de octubre de 2023

LA CASA

 


LA CASA

 

 

El hombre solo escucha la voz apacible

con la mirada entornada, como si una respiración

alentase sobre su rostro, una respiración amistosa

que resurge, increíble, del tiempo ya ido.

 

El hombre solo escucha la antigua voz

que sus padres oyeron, en tiempos, clara

y recogida, una voz que, como el verde

de los estanques y de los cerros, se oscurece al anochecer.

 

El hombre solo conoce una voz de sombra,

acariciante, que fluye en los sosegados tonos

de un secreto manantial: la bebe, absorto,

con los ojos cerrados, y no parece que la tenga a su lado.

 

Es la voz que, un día, detuvo al padre

de su padre y a todos los de su  estirpe muerta.

Una voz de mujer que suena, secreta,

en el umbral de la casa, cuando caen las sombras.

 

Cesare Pavese

Italia, 1908

Cuadro de Miguel Oscar Menassa

 

miércoles, 25 de octubre de 2023

PARA LLORAR

 

PARA LLORAR

 

 

Es para llorar que buscamos nuestros ojos

para sostener nuestras lágrimas allá arriba

en sus sobres nutridos de nuestros fantasmas.

 

Es para llorar que apuntamos los fusiles sobre el día

y sobre nuestra memoria de carne.

Es para llorar que apreciamos nuestros huesos y a la muerte

sentada junto a la novia.

Escondemos nuestra voz de todas las noches

porque acarreamos la desgracia

escondemos nuestras miradas ajo las alas de las piedras

respiramos más suavemente que el cielo en el molino

tenemos miedo.

 

Nuestro cuerpo cruje en el silencio

como el esqueleto en el aniversario de su muerte.

Es para llorar que buscamos palabras en el corazón

en el fondo del viento que hincha nuestro pecho

en el milagro del viento lleno de nuestras palabras.

 

La muerte está atornillada a la vida.

Los astros se alejan en el infinito y los barcos en el mar

Las voces se alejan en el aire vuelto hacia la nada

Los rostros se alejan entre los pinos de la memoria

y cuando el vacío está vacío bajo el aspecto irreparable

el viento abre los ojos de los ciegos.

Es para llorar para llorar.

 

Nadie comprende nuestros signos y gestos de largas raíces

Nadie comprende la paloma encerrada en nuestras palabras

Paloma de nube y de noche

De nube en nube y de noche en noche

Esperamos en la puerta el regreso de un suspiro

Miramos ese hueco en el aire en que se mueven los que aún

no han nacido.       

 

Ese hueco en que quedaron las miradas de los ciegos

estatuarios.

Es para poder llorar es para poder llorar

porque las lágrimas deben llover sobre las mejillas de la

tarde.

 

Es para llorar que la vida es tan corta.

Es para llorar que la vida es tan larga.

 

El alma salta de nuestro cuerpo

Bebemos en la fuente que hace ver los ojos ausentes.

 

La noche llega con sus corderos y sus selvas intraducibles

La noche llega a paso de montaña

sobre el piano donde el árbol brota

con sus mercancías y sus signos amargos

con sus misterios que quisiera enterrar en el cielo.

La ciudad  cae en el saco de la noche

desvestida de gloria y de prodigios

El mar abre y cierra su puerta

Es para llorar para llorar

porque nuestras lágrimas no deben separarse

del buen camino.

 

Es para llorar que buscamos la cuna de la luz

y la cabellera ardiente de la dicha

Es la noche de la nadadora que sabe transformarse en

fantasma.

Es para llorar que abandonamos los campos de las simientes

en donde el árbol viejo canta baja la tempestad como la

estatua del mañana.

 

Es para llorar que abrimos la mente a los climas de

impaciencia

y que no apagamos el fuego del cerebro.

 

Es para llorar que la muerte es tan rápida.

Es para llorar que la muerte es tan lenta.

 

Oliverio Girondo

Cuadro: "Último recurso" de Miguel Oscar Menassa

martes, 24 de octubre de 2023

EN LA SOMBRA

 


EN LA SOMBRA

 

 

Sí: tú me buscas.

 

A veces en la noche yo te siento a mi lado,

que me acechas,

que me quieres palpar,

y el alma se me agita con el terror y el sueño,

como una cabritilla, amarrada a una estaca,

que ha sentido  la onda sigilosa del tigre

y el fallido zarpazo que no incendió la carne,

que se extinguió en el aire oscuro.

 

Sí: tú me buscas.

 

Tú me oteas, escucho tu jadear caliente,

tu revolver de bestia que se hiere en los troncos,

siento en la sombra

tu inmensa mole blanca, sin ojos, que voltea

igual que un iceberg que sin rumor se invierte en el

agua salobre.

 

Sí: me buscas.

Torpemente, furiosamente lleno de amor me buscas.

 

No me digas que no. No, no  me digas

que soy náufrago solo

como esos que de súbito han visto las tinieblas

rasgadas por la brasa de luz de un gran navío,

y el corazón les puja de gozo y de esperanza.

Pero el resuello enorme

pasó, rozó lentísimo, y se alejó en la noche,

indiferente y sordo.

 

Dime, di que me buscas.

Tengo miedo de ser náufrago solitario,

miedo de que me ignores

como al náufrago ignoran los vientos que le baten,

las nebulosas últimas, que, sin ver, le contemplan.

 

Dámaso Alonso

Cuadro: "Encuentro nocturno" de Miguel Oscar Menassa

lunes, 23 de octubre de 2023

LA PRUEBA

 

LA PRUEBA

 

 

Y los discípulos le preguntaron al maestro:

Maestro, ¿son legítimos, son buenos estos versos?

Y  el maestro les dijo: Comprobadlo vosotros. Hacedlos

saltar como monedas sobre la sombra dura de los túneles ciegos,

en la piedra mojada por la angustia, que hay al final

de ciertos sueños

o en la calavera del último jinete que pereció de sed

en el desierto.

Si suenan bien, si suenan como el allegretto

de la Séptima, por ejemplo,

o como el padre nuestro,

ya tenéis un poco de dinero

para envenenar a la serpiente, para pagar a los barqueros,

para sobornar al centurión que está de guardia bajo la gran ojiva del silencio

y para abrir las puertas del infierno.

 

León Felipe

 

domingo, 22 de octubre de 2023

OCTUBRE

 


OCTUBRE                     

 

 

Octubre me toca estar sin vos

entonces te ciño me preño de tu última mano

la puerta entornada la mirada sobre la cama

la madrugada por donde saliste

dejaste siembre en mi piel semilla de tu nombre

te vas para volver aparecés a veces en la noche

te veo nebuloso en las ventanas del sueño

te oigo desde lejos contando cosas

días que no me has tenido

miradas que traerás

cuando vuelva la llave a la cerradura

y encuentre tu gesto el desorden los timbres

sacándome mi preñez de atrapadas imágenes

el día con un sol de los dos

la noche con la luna redonda

la tinta de todos los cuentos

qué hiciste qué hice paisajes de yeso costas

arrecifes manteles de cuadros mi mano en tu mano

reloj que late en m vientre cerezas fresas

frutas que guardo almíbar ardiente

afino el abrazo triángulo la puntería de los besos

espero la puerta la mano los ojos diciendo

el regreso.

 

Gioconda Belli

Cuadro de Claude Monet

 

miércoles, 18 de octubre de 2023

DÍA DE LAS ESCRITORAS

 

16 DE OCTUBRE DE 2023

RECITAL POESÍA TALLER GRUPO CERO 15 DE OCTUBRE DE 2023

 

 

Buenos días.

 

La Biblioteca Nacional de España, en colaboración con la Federación Española de  Mujeres Directivas, Ejecutivas, Profesionales y Empresarias y con la Asociación Clásicas Modernas celebran cada año, desde 2016, el Día de las Escritoras.

 

Se trata de reivindicar la labor y el legado literario de las mujeres tantas veces relegadas al segundo plano o ni siquiera nombrarlas. La primera edición se celebró en 2016, desde entonces se elige el lunes más cercano al 15 de octubre.

 

El taller de poesía Grupo Cero de Alcalá de Henares, decide este año sumarse a esa celebración, por lo que estamos hoy aquí, que no es lunes, pero para al Taller resulta más fácil adelantar un día y además coincidiendo con el día 15, aniversario del fallecimiento de Teresa de Jesús a la que se nombra patrona de las mujeres escritoras.

 

En este evento ponemos voz a grandes poetas de diferentes épocas. Es difícil traer a todas por lo que hoy hemos hecho una selección en lengua castellana de mujeres escritoras que esperamos sea de su agrado y al menos sirva para conocer un poco la labor literaria.

 

También damos lugar a la participación de los asistentes si quieren acercarse al escenario, tenemos micrófono abierto y algunos libros que podemos recomendar.

 

Dejamos algunas revistas que realizamos en nuestro taller de poesía y que pueden llevarse con mucho gusto.

 

Gloria Gómez

EL HOMBRE Y SU ESPERANZA

 


EL HOMBRE Y SU ESPERANZA

 

Ahora me miro por dentro

y estoy tan lejana,

brotándome en lo escondido

sin raíces, ni lágrimas, ni grito

-Intacta en mí misma-

en las manos mías

en el mundo de ternura

creado por mi forma.

 

Me he visto nacer, crecer, sin ruido,

sin ramas que duelan como brazos,

sutil, callada, sin palabra para herir,

ni vientre que rebase de peces.

 

Como rosa de sueño se fue formando mi mundo.

Ángeles de amor me fueron siempre fieles,

en la amapola, en la alegría y en la sangre.

 

Cada caracol supo darme un rumbo

y una hora para llegar.

Y siempre pude estar exacta.

A la cita del agua, de la ceniza y la desesperanza…

 

Frágil, pero vital, fue siempre mi árbol.

Al hombre y al pájaro le fui siempre constante.

Amé como deben amar los geranios,

los niños y los ciegos.

 

Pero en cualquier medida

estuve siempre fuera de proporciones,

porque mi impecable y recién inaugurado mundo

tritura sordos viejos

modas y resabios inútiles.

 

Mi caricia es combate

urgencia de vida,

profecía de cielo estricto

que sostienen los pasos.

 

Creadora de lo eterno,

dentro de mí, fuera de mí,

para encontrar mi universo.

 

Aprendí, llegué, entré,

con adquirida plena conciencia

de que el poeta que va solo

no es más que un muerto, un desterrado,

un arcángel arrodillado que oculta su rostro,

una mano que deja caer su estrella

y que se niega a sí mismo, a los suyos,

su adquirido o supuesto linaje.

 

De esta ciega y absurda muerte o vida,

ha nacido mi mundo,

mi poema y mi nombre.

Por eso hablo del hombre sin descanso,

del hombre y su esperanza.

 

Clementina Suárez

Honduras, 1902

 

martes, 17 de octubre de 2023

LA DECISIÓN

 


LA DECISIÓN

 

 

Todo parece tan sencillo, y, sin embargo…

 

Amaneced a cada tanto y navego en tus mares,

oh, poderosa tierra, que te arrastras tenebrosa,

entre estas cumbres de guijarros.

Sabores huecos de un pasado anhelado.

Tímida y herrumbrosa pareces condenada

cual sublime paloma,

a encadenarte en las alturas.

Refrena tus impulsos lujuriosos.

Reflexiona, alma mía.

No todo fue catástrofe.

 

Hubo días y lugares…

Hubo un tiempo, oh poderosa tierra,

en que tu voz dominaba los más remotos mares del planeta.

Todo pasaba por tu voz.

Todo se oía en ella:

caracolas gigantes con sonidos dulces de volcanes

ensortijaban la noche.

Soliloquios de metal,

agudo soliloquio entre tus dedos.

Curiosos juegos de azar,

velamen híbrido de voces encasilladas en el implacable viento.

 

Juguemos, oh poderosa tierra,

el peligroso juego del descentramiento.

 

Descentrémonos un instante:

un instante solamente, mi boca en la tuya,

mis pies, gravosa espuma, por los aire.

Tu lengua, ardiente lava, en mi perfil,

sanguinarios ojos que nos devoran entre jugos cáusticos.

Olor a carne despojada de memoria.

 

Violento perfume de tierra calcinada,

son tus huesos agitándose como banderas,

al viento, en la tarde.

 

Todo parece tan sencillo, y, sin embargo…

 

María Rosa Puchol

 

domingo, 15 de octubre de 2023

SOLEDAD

 


SOLEDAD

 

Homenaje a Fray Luis de León

 

Difícil delgadez:

¿Busca el mundo una blanca, total, perenme ausencia?

Jorge Guillén

 

 

 

Soledad pensativa

sobre piedra y rosal, muerte y desvelo,

donde libre y cautiva

fija en su blanco vuelo,

canta la luz herida por el hielo.

 

Soledad con estilo

de silencio sin fin y arquitectura,

donde la flauta en vilo

del ave en la espesura,

 no consigue clavar tu carne oscura.

 

En ti dejo olvidada

la frenética lluvia de mis venas,

mi cintura cuajada:

y rompiendo cadenas,

rosa débil seré por las arenas.

 

Rosa de mi desnudo

sobre paños de cal y sordo fuego,

cuando roto ya el nudo,

limpio de luna, y ciego,

cruce tus fijas ondas de sosiego.     

 

*****

 

En la curva del río

el doble cisne su blancura canta.

Húmeda voz sin frío

fluye de su garganta,

y por los juncos rueda y se levanta.

 

Con su rosa de harina

niño desnudo mide la ribera,

mientras el bosque afina

su música primera

en rumor de cristales y madera.

 

Coros de siemprevivas

giran locos pidiendo eternidades.

 

Sus señas expresivas

hieren las dos mitades

del mapa que rezuma soledades.

 

El arpa y su lamento

prendido en nervios de metal dorado,

tanto dulce instrumento

resonante o delgado,

buscan ¡oh soledad! Tu reino helado.

 

Mientras tú, inaccesible

para la verde lepra del sonido,

no hay altura posible

ni labio conocido,

por donde llegue a ti nuestro gemido.

 

Federico García Lorca

Cuadro: "Amor entre colores" de Miguel Oscar Menassa

 

sábado, 14 de octubre de 2023

LA DESASIDA

 


LA DESASIDA

 

 

En el sueño yo no tenía

padre ni madre, gozos ni duelos,

no era mío ni el tesoro

que he de velar hasta el alba,

edad ni nombre llevaba,

ni mi triunfo ni mi derrota.

 

Mi enemigo podía injuriarme

o negarme Pedro, mi amigo

que de haber ido tan lejos

no me alcanzaban las flechas:

para la mujer dormida

lo mismo daba este mundo

que los otros no nacidos.

 

Donde estuve nada dolía:

estaciones, sol ni lunas,

no punzaban ni la sangre

ni el cardenillo del Tiempo;

ni los altos silos subían

ni rondaba el hambre los silos.

Y yo decía como ebria:

¡Patria mía, Patria, la Patria!

 

Pero un hilo tibio retuve,

--pobre mujer—en la boca,

vilano que iba y venía

por la nonada del soplo,

no más que un hilo de araña

o que un repunte de arenas.

 

Pude no volver ay he vuelto.

De nuevo hay muro a mi espalda,

y he de oír y responder

y, voceando pregones,

ser otra vez buhonera.

 

Tengo mi cubo de piedra

y el puñado de herramientas.

Mi voluntad la recojo

como ropa abandonada,

desperezo mi costumbre

y otra vez retomo el mundo.

 

Pero me iré cualquier día

sin llantos y sin abrazos,

barca que parte de noche

sin que la sigan las otras,

la ojeen los faros rojos

ni se la oigan sus costas.

 

Gabriela Mistral  

 

viernes, 13 de octubre de 2023

CON MIS VERSOS SALUDO A LAS GENERACIONES FUTURAS

 


CON MIS VERSOS SALUDO A LAS GENERACIONES FUTURAS

 

 

Sola,

por dejar un camino

y amojonar otros caminos,

con terrones de pueblo construí mi país.

Detrás de mi quizá quedarán muchas lágrimas vertidas

pero con ellas fue que alimenté la esperanza.

Las puertas

para mi estuvieron herméticamente cerradas

pero la sabiduría de mi dolor supo andar y andar

hasta encontrar el auténtico sendero.

Cuesta vislumbrar la verdad

y el camino recto de la justicia.

Ahora,

a cualquier lugar que llegue

ya nunca puedo estar sola,

porque no comienzo en la sangre de mis descendientes

sino que termino en ella.

¡Qué lejana la soledad de mi Patria y mi sangre!

Hoy mi pequeñísimo cuerpo empuja las estrellas

y con mis versos saludo a las generaciones futuras.

 

Clementina Suárez

Honduras 1902

Cuadro: "Tupacamarú" de Miguel Oscar Menassa