miércoles, 30 de agosto de 2023

MIENTRAS EN TU OFICINA RESPIRAS

 


MIENTRAS EN TU OFICINA RESPIRAS

 

 

Mientras en tu oficina respiras, bostezas, te abandonas, o

             dictas en tu clase una lección

ante extraños alumnos que fijamente te contemplen, con

              sueño aún en la temprana hora;

mientras hablas, mientras gesticulas en el café,

o inmóvil te concentras en la meditación

de tu escritorio, o echado en el hondo diván

repasas lentamente recuerdos de tu vida; mientras quieto te

             abismas en la visión de la llanura interminable, o

             mientras escribes una lenta palabra y te recreas en su

             dulce sonido, en su amorosa realidad,

caes, estás cayendo hacia atrás por una quebrada del monte,

estás rodando entre piedras y cardos por la abrupta pendiente

hacia un barranco en el que corre un río,

rápido como el viento un río corre,

estás herido en la boca, en las manos, en el pecho,

sangras por un oído, te despeñas por el farallón

cabeza abajo,

con las piernas en abierto compás,

hacia el fondo, ya con los huesos rotos,

crispadas mano y boca, hacia el abismo, abajo,

súbitamente próximo,

una palabra escribes lentamente, reconcentras, murmuras, en

           el café discutes, muy despacio sonríes, adelantas una

           noble razón,

aduces un adorno, un tejido, un recamado oro,

hablando en la tarima de tu clase diserta,

donde todos están cabeza abajo.

 

Carlos Bousoño

Cuadro: "Sólo le falta hablar" de Miguel Oscar Menassa

martes, 29 de agosto de 2023

ÁGUILA DE LAS LLUVIAS



ÁGUILA DE LAS LLUVIAS

 

 

Si apoyara en la noche mi cabeza

como sobre algún pecho de mujer, cuando ya todo

ha cerrado sus ojos, cuando ya todo ha cruzado las manos

-el odio y el deseo-,

te vería llegar con tus linternas,

vengador vagabundo cubierto de flores,

Paraná, río mío.

 

Tus aguas me reclaman. Me nombran

cuando duermo,

como un ángel de espumas, lacio y adulador, 

que arrastrara sus largos cabellos en el fango, 

con insaciables súplicas, 

con flexibles deseos cuyo enigma ríe de nuestras vanas ofrendas y prisiones.

 

Tú recoges, dios nómade, un perfume inmortal,

pueblos en cuya tea arde el tabaco,

injurias de unos puertos de tablones

con sus hoscas mujeres tendidas en la hamaca

donde las mariposas del ocaso

beben en sus cabellos un aceite lascivo y melancólico;

esplendor de malezas demasiado fervientes en torno a tu

crueldad,

esa desamparada inflexión de tu poder

modulando sus himnos sobre el fango,

en la arrebatadora medianoche,

un instante suspensa entre la eternidad y la belleza fugitiva

del mundo.

Para siempre te veo, fulgente rama de la luz, tumba fluida

y cobriza,

hundiendo en el verdor inmaterial del tiempo

tu juventud sin límites, tu móvil intervalo,

con el caballo que se acerca y llora,

con el cangrejo impuro,

con el baño musgoso del olvido.

 

¡Río de territorio apasionado,

todo miseria y fuego, todo esplendor y furia!

Látigo de volutas y remansos

en espasmos de arenas,

donde tu fango engendra a unos niños feroces,

el ardor de unas almas que sin saber te nombran en la desolación de los besos, 

en las orillas, en la miel del agua.

 

Allí giró la tórrida hermandad de la nube y la tarde,

la lerda cofradía de las lluvias

en procesión hacia el hogar natal,

donde la golondrina se detiene

y abre su pico para morir sobre la piedra fría.

¡Barranca indescifrable! ¡Y mi alma sojuzgada

por esa ley de insomnes lodazales,

de una comarca huraña, loca, cubierta con andrajos

de músicas y sueños,

porque sólo fue amada por aquella madrastra de paso

taciturno,

cuya vehemencia, cuya pasión, cuya ternura,

era una voz sin nombre, una presencia sorda e invencible:

tu corriente, tu lengua de mil cielos!

 

Enrique Molina

Cuadro: "Toda pasión será reinar" de Miguel Oscar Menassa

domingo, 27 de agosto de 2023

EL ERROR

 


EL ERROR

 

 

A Miguel Delibes

 

Tiene que haber un error en la cuenta,

un roto en el calcetín, una trampa en el juego:

a nuestras espaldas alguien se bebe todo el alcohol de la dicha

            y se emborracha hasta caerse:

alguien se hace a escondidas con el trigo de la cosecha y la

           dulzura de las significaciones.

 

Buscad en el sótano o en el cuarto de los muñecos la razón de

            la encrucijada,

pues ha de ocultarse un acontecer poderoso tras el hecho de

          merendar ahora en el cenador, bajo el emparrado o a la

             sombra de los cerezos.

 

Forzosamente habrá un significado detrás de cada vil

            instrumento,

una matemática del padecer en que cada latigazo es un

            número.

He ahí la felicidad del encuadre de los sistemas excluyentes,

la coexistencia de las dos verdades la cuadratura de la

             imposibilidad.

Ante nosotros se ofrece el encaje soberbio del horror y la

             música,

el engendro de la cifra entusiasta, la melodía del nacer y el

             morir.

Se vislumbra por algún sitio la hermosura del agua toda

             derramada en el suelo,

el encanto incesante de la gotera que nos hace reír.

Ved cómo todos danzamos alrededor del fuego,

ponemos los pies sobre los tizones con naturalidad

nos aproximamos a la llama con alegría, nos familiarizamos

             con la pavesa.

Henos danzantes, gozosos, en torno de la ceremonia y del rito,

en el ritmo que nos congrega en el instante de la cremación.

Henos aquí sin miedo, como si alguien tal vez, distraídamente

             tal vez, o divirtiéndose quizá,

nos fuese hacer mágicamente surgir,

palomas sorprendentes en el sombrero o en el bolsillo del hábil

             prestidigitador,

por el otro lado incipiente del caduco horizonte…

donde advertiríamos acaso,

disimulándose entre los nacientes oros y auges,

un ambiguo error en la cuenta,

un roto en el calcetín,

una enorme trampa en el juego.

 

Carlos Bousoño

Cuadro: "Explicación innecesaria" de Miguel Oscar Menassa

sábado, 19 de agosto de 2023

EL MURO

 


EL MURO

 

 

El lienzo de muro está enfrente, para conjurar el círculo de tu sueño.

Pero la imagen lanza su grito.

La cabeza contra una oreja del sillón grasiento, exploras tus dientes con tu lengua: el sabor de las grasas y las salsas infecta tus encías.

Y sueñas con las nubes puras sobre tu isla, cuando el alba verde crece lúcida en el seno de las aguas misteriosas.

Es el sudor de las savias en exilio, la suarda amarga de las plantas silicuosas, la insinuación acre de los manglares

carnosos y la ácida delicia de una negra sustancia en las vainas.

Es la miel silvestre de las hormigas en las galerías del árbol muerto.

Es un sabor de fruto verde que acidula el alba que bebes: el aire lechoso enriquecido con la sal de los alisios…

¡Alegría! ¡oh alegría desatada en las alturas del cielo!

Las telas puras resplandecen, los invisibles atrios están

sembrados de hierbas y las verdes delicias del suelo se

pintan al siglo de un largo día.

 

Saint-John Perse

Cuadro: "La noche entre rejas" de Miguel Oscar Menassa

viernes, 18 de agosto de 2023

NO ENTRES DÓCILMENTE EN ESA NOCHE QUIETA

 


NO ENTRES DÓCILMENTE EN ESA NOCHE QUIETA

 

 

No entres dócilmente en esa noche quieta.

La vejez debería delirar y arder cuando se cierra el día;

Rabia, rabia, contra la agonía de la luz.

 

Aunque los sabios al morir entiendan que la tiniebla es justa,

porque sus palabras no ensartaron relámpagos

no entran dócilmente en esa noche quieta.

 

Los buenos, que tras la última inquietud lloran por ese brillo

con que sus actos frágiles pudieron danzar en una bahía verde

rabian, rabian contra la agonía de la luz.

 

Los locos que atraparon y  cantaron al sol en su carrera

y aprenden, ya muy tarde, que llenaron de pena su camino

no entras dócilmente en esa noche quieta.

 

Los solemnes, cercanos a la muerte, que ven con mirada

deslumbrante

cuánto los ojos ciegos pudieron alegrarse y arder como

meteoros

rabian, rabian contra la agonía de la luz.

 

Y tú mi padre, allí, en tu triste apogeo

maldice, bendice, que yo ahora imploro con la vehemencia

de tus lágrimas.

No entres dócilmente en esa noche quieta.

Rabia, rabia contra la agonía de la luz.

 

Germán Pardo García

Cuadro: "Abismo de las horas quietas" de Miguel Oscar Menassa

 

jueves, 17 de agosto de 2023

LA FUERZA QUE POR EL VERDE TALLO IMPULSA A LA FLOR

 


LA FUERZA QUE POR EL VERDE TALLO IMPULSA A LA FLOR

 

 

La fuerza que por el verde tallo impulsa a la flor

impulsa mis verdes años; la que marchita la raíz del árbol

es la que me destruye.

Y yo estoy mudo para decirle a la encorvada rosa

que la misma fiebre invernal dobla mi juventud.

 

La fuerza me impulsa el agua entre las rocas

impulsa mi roja sangre; la que seca los arroyos parlantes

vuelve cera los míos.

Y yo estoy mudo  para contarle a mis venas

como la misma boca bebe del manantial de la montaña.

 

La mano que arremolina el agua del estanque

remueve las arenas; la que amarra las ráfagas del viento

iza mi vela de sudario.

Y yo estoy mudo para decirle al ahorcado

que el barro del verdugo está hecho de mi arcilla.

 

Los labios del tiempo sorben del manantial;

el amor gotea y se acumula, mas la sangre vertida

calmará sus pesares.

Y yo estoy mudo para decirle al viento en la intemperie

cómo ha trazado el tiempo un cielo entre los astros.

 

Y yo estoy mudo para decirle a la tumba de la amada

que en mi sábana avanza encorvado el mismo gusano.

 

Germán Pardo García

Cuadro: "Buscábamos el sol" de Miguel Oscar Menassa

miércoles, 16 de agosto de 2023

TAMBIÉN NOSOTROS

 


TAMBIÉN NOSOTROS

 

 

Sí, zarparemos con los últimos barcos.

Al mar también le duelen las piedras que lo ciñen,

cuando su ronca cólera no basta

a estremecer la muerte del pequeño marisco.

 

Apartadme de mí, de mi larga estadía.

Siempre el rostro y las manos, el sueño y el espejo.

Podrías recordarme como al humo:

para eso hay muelles de dulce declive.

 

Eternas criaturas de la tierra,

seguiremos andando debajo de las flores,

con ligueras estrías azules en el hombro.

Y acaso reconozcan nuestros nietos por su pelo arbolado,

por sus ojos de tristes nadadores,

y su manera de decir: “Otoño…”

 

Enrique Molina

Cuadro: "Cuerpos entrelazados" de Miguel Oscar Menassa

 

martes, 15 de agosto de 2023

CASA EXTRAÑA CONTEMPLADA AL ATARDECER

 


CASA EXTRAÑA CONTEMPLADA AL ATARDECER

 

 

¿Cómo he entrado en esta casa

que no es mi casa ni tiene

–rastros de años y sucesos-

mi retrato en las paredes?

Sus habitantes no ven

que soy un extraño huésped;

entran y salen, se sientan

o se levantan, se mueven

como si yo no estuviera

o cual si una sombra fuese.

Oigo frases que no entiendo

y hablo lo que no me entienden.

 

Su vida sencilla cumplen

los hombres y las mujeres

de la casa donde estoy

tan presente como ausente.

Parten un pan que no como,

no bebo el agua que beben

y aunque me siento cansado

no tengo donde caerme

muerto, ni vivo tampoco,

porque no está aquí mi muerte.

“¿No eres de aquí?” me pregunta

las amorosas paredes,

y yo quisiera decir

que si soy, que sí me deben

acoger porque me muero

de tantos atardeceres.

“¡No eres de aquí!”, me rechazan

los viejos y oscuros muebles

donde quisiera dejar

mis huesos que el tiempo vence.

Lejos de mi casa, sueño

en esta casa esconderme

y dar cobijo a las ruinas

de lo que aún me pertenece.

Es tarde. Dejar no puedo

a esta niña a la intemperie,

a esta niña que me sigue

y que Alma por nombre tiene.

 

Un viento que las ventanas

cierra y la puerta enmudece

me empuja hacia fuera y

echarme de casa quiere.

(¡Si esta casa me acogiera

por última vez, clemente!).

 

Pero el viento sin piedad

repite veces y veces

mientras golpea las puertas:

“¡No tienes aquí tu muerte!”

 

Leopoldo de Luis

Cuadro: "Atardecer en Cerceda" de Miguel Oscar Menassa

lunes, 14 de agosto de 2023

ME SIENTO EXTRAÑO

 


ME SIENTO EXTRAÑO

 

 

Somos una costumbre, un gesto, un modo,

una manera de mirar, acaso.

Pequeños movimientos nos distinguen,

leves fórmulas marcan signos, rasgos

que se hacen peculiares nos conducen

por rutas diferentes a escenarios

de vida en que los viejos papeles suenan como

otro cuento distinto y necesario.

Me doy cuenta que estoy hecho de mínimos

materiales de vida moldeados

por antiguas liturgias, ritos graves,

ceremoniales de confusos hábitos

que me hacen lo que soy y ponen

su irremediable marca en mi costado.

Soy un pequeño mundo con sus normas,

sus leyes, sus funciones, sus mandatos,

su inevitable proceder, su modo

de respirar. No doy un solo paso

que no proceda de una antigua historia

y que no esté a un sistema acomodado.

¿Será la forma de partir el pan,

como Emmaus? ¿Será cómo alzo el vaso

para el agua que bebo? Breves signos

caracterizan mi talante humano

y me hacen tan reducto de costumbre

y soledad, que ahora me siento extraño.

 

Leopoldo de Luis

Cuadro: "El abismo de las horas quietas" de Miguel Oscar Menassa

 

domingo, 13 de agosto de 2023

ME SIENTO SOLIDARIO

 


ME SIENTO SOLIDARIO

 

 

Y sin embargo sé que soy lo mismo,

que algo nos une irremediablemente,

que un recorrido igual está esperándonos

y una misma materia nos sostiene.

 

Hay una misma sangre, un mismo río

de vida golpeando en nuestras sienes

y una misma esperanza se hace angustia

en la garganta y en el pecho siempre.

 

En los espejos cruzan de los ojos

árboles, lagos, tierras diferentes,

pero una sola flor los unifica:

es la roja azucena de la muerte.

 

Leopoldo de Luis

Cuadro: "Solo le falta hablar" de Miguel Oscar Menassa

viernes, 11 de agosto de 2023

TIEMPO SIN TIEMPO

 


TIEMPO SIN TIEMPO

 

 

Preciso tiempo necesito ese tiempo

que otros dejan abandonado

porque les sobra o ya no saben

que hacer con él

tiempo

en blanco

en rojo

en verde

hasta en castaño oscuro

no me importa el color

cándido tiempo

que yo no puedo abrir

y cerrar

como una puerta

 

tiempo para mirar un árbol un farol

para andar por el filo del descanso

para pensar qué bien hoy es invierno

para morir un poco

y nacer enseguida

y para darme cuenta

y para darme cuenta

preciso tiempo el necesario para

chapotear unas horas en la vida

y para investigar por qué estoy triste

y acostumbrarme a mi esqueleto antiguo

 

tiempo para esconderme

en el canto de un gallo

y para reaparecer

en un relincho

y para estar al día

para estar a la noche

tiempo sin recato y sin reloj

 

vale decir preciso

o sea necesito

digamos me hace falta

tiempo sin tiempo.

 

Mario Benedetti

Cuadro: "En el intento" de Miguel Oscar Menassa

 

jueves, 3 de agosto de 2023

ACERCA DEL VIVIR

 

 


ACERCA DEL VIVIR

 

 

El vivir no admite bromas.

Has de vivir con toda seriedad,

como una ardilla, por ejemplo;

es decir, sin esperar nada fuera y más allá

del vivir;

es decir, toda tu tarea se resume en una

palabra:

Vivir.

Has de tomar en serio el vivir.

Es decir, hasta tal punto y de tal manera

que aún teniendo los brazos atados a la

espalda,

y la espalda pegada al paredón,

o bien llevando grandes gafas

y luciendo bata blanca en un laboratorio,

has de saber morir por los hombres.

Y además por hombres que quizás nunca viste,

y además sin que nadie te obligue a hacerlo,

y además sabiendo que la cosa más real y

bella es

vivir.

Es decir:

has de tomar en serio el vivir

que a los setenta años, por ejemplo,

si fuera necesario plantarías olivos

sin pensar que algún día serían para tus hijos;

debes hacerlo, amigo, debes hacerlo,

no porque, aunque la temas, no creas en la muerte,

sino porque vivir es tu tarea.

 

 

II

Sucede, por ejemplo,

que estamos muy enfermos;

que hemos de soportar una difícil operación;

que cabe la posibilidad

de que no volvamos a levantarnos de la

blanca mesa.

Sucede

que estamos en la cárcel.

Sucede

que nos acercamos

a los cincuenta años,

y que faltan dieciocho más

para ver abrirse las puertas de hierro.

Sin embargo, hemos de seguir viviendo

con los de fuera,

con los hombres, los animales, los

conflictos y los vientos,

es decir, con todo el mundo exterior que se halla

tras el muro de nuestros sufrimientos;

es decir: estemos donde estemos

hemos de vivir

como si nunca hubiésemos de morir.

 

 

III

Se enfriará este mundo,

una estrella entre las estrellas;

por otra parte una de las más pequeñas del universo;

es decir, una gota brillante en el terciopelo azul,

es decir, este inmenso mundo nuestro.

Se enfriará este mundo un día,

algún día se deslizará

en la ciega tiniebla del infinito

-no como una bola de nieve,

no como una nube muerta-,

como una nuez vacía.

Desde ahora mismo se ha de sufrir por todo esto,

ha de sentirse su tristeza desde ahora,

tanto ha de amarse el mundo en todo

instante,

se le ha de amar tan conscientemente

que se pueda decir: he vivido.

Aunque sea imposible no sentir

la tristeza de partir antes de tiempo,

seguiremos riendo con el último chiste,

mirando por la ventana para ver

si el tiempo sigue lluvioso,

esperando con impaciencia

las últimas noticias de la prensa.

Sucede, por ejemplo, que estamos en el frente,

por algo, por ejemplo, que vale la pena que se luche.

Nada más comenzar el ataque, al primer

movimiento, puede caerse cara a tierra, y morir.

Todo esto hemos de aceptarlo con singular

valor,

y a pesar de todo, preocuparnos

apasionadamente

por esa guerra que puede durar años y años.

 

Nazim Hikmet

Cuadro: Dueño de su vida y su muerte" de Miguel Oscar Menassa