viernes, 31 de julio de 2015

Poemas del recital 12 de julio de 2015


ADIOS
                                   A ti que te fuiste.

¿Cómo empezar a decirte adiós?
La vida se te agota día tras día
se acerca el llanto.
Y tienes el dolor del mundo en tus huesos.
Escuálido y moteado
vagas por mis latidos,
que no saben cómo despedirse.

Decir hasta nunca a tus
canciones de madrugada,
y tus juegos por la noche.

Cuando llegue el día
mío será el llanto
mas no te despediré
de mis versos
ni de mis labios
ni de mis manos
ni del lugar que ocupas.

El llanto, el llanto mío
hasta que se apaguen los susurros del día,
mío hasta que los huesos dejen de doler,
y el alma sufra la expiación de toda alegría.

Adiós, adiós.
No sé decirlo,
solo la poesía se despide de ti.
Pero mi llanto no puede,
no sabe y no quiere.


Virginia González.
Integrante de los Talleres de Poesía Grupo Cero de Alcalá de Henares

miércoles, 29 de julio de 2015

Poemas del recital 12 de julio de 2015


VAMOS SALIENDO

El hombre dijo sí sin que supiera
determinar de lo que se trataba,
y fue llevado y fue sobrellevado,
y nunca más salió de su envoltorio,
y es así: nos vamos cayendo
dentro del pozo de los otros seres
y un hilo viene y nos envuelve el cuello
ya no se puede andar sino en el pozo:
nadie nos saca de los otros hombres.

Parece que no sabemos hablar,
parece que hay palabras que huyen,
que no están, que se fueron y nos dejaron
a nosotros con trampas y con hilos.

Y de pronto ya está, ya no sabemos
de qué se trata pero estamos dentro
y ya no volveremos a mirar
como cuando jugábamos de niños,
ya se nos terminaron estos ojos,
ya nuestras manos salen de otros brazos.

Por eso cuando duermes sueñas solo
y corres libre por las galerías
de un solo sueño que te pertenece,
y ay que no vengan a robarnos sueños,
ay que no nos enreden en la cama.
Guardémonos la sombra
a ver si desde nuestra oscuridad
salimos y tanteamos las paredes,
acechamos la luz para cazarla
y de una vez por todas
nos pertenece el sol de cada día.


Pablo Neruda.

lunes, 27 de julio de 2015

Poemas del recital 12 de julio de 2015


LLANTO DE LA VIRTUDES Y COPLAS POR LA MUERTE DE DON GUIDO

     Al fin,  una pulmonía
mató a don Guido, y están
las campanas todo el día
doblando por él ¡din-dan!
     Murió don Guido, un señor
de mozo muy jaranero,
muy galán y algo torero;
de viejo, gran rezador.
     Dicen que tuvo un serrrallo
este señor de Sevilla;
que era diestro
en manejar el caballo
y un maestro
en refrescar manzanilla.
    Cuando mermó su riqueza,
era su monomanía
pensar que pensar debía
en asentar la cabeza
     Y asentóla
de una manera española,
que fue casarse con una
doncella de gran fortuna;
y repintar sus blasones,
hablar de las tradiciones
de su casa,
escándalos y amoríos
poner tasa,
sordina a sus desvaríos.
     Gran pagano,
se hizo hermano
de una santa cofradía;
el Jueves Santo salía,
llevando un cirio en la mano
--¡aquel trueno!--,
vestido de nazareno.
Hoy nos dice la campana
que han de llevarse mañana
al buen don Guido, muy serio,
camino del cementerio.
     Buen  don Guido, ya eres ido
y para siempre jamás…
Alguien dirá: ¿Qué dejaste?
Yo pregunto; ¿Qué llevaste
al mundo donde hoy estás?
     ¿Tu amor a los alamares
y a las sedas y a los oros
y a la sangre de los toros
y al humo de los altares?
     Buen don Guido y equipaje,
¡buen viaje!...
     El acá
y el allá,
caballero,
se ve en tu rostro marchito,
lo infinito:
cero, cero.
¡Oh las enjutas mejillas,
amarillas,
y los párpados de cera,
y la afina calavera
en la almohada del lecho!
     ¡Oh fin de una aristocracia!
La barba canosa y lacia
sobre el pecho;
metido en tosco sayal,
las yertas manos en cruz,
¡tan formal!
el caballero andaluz.

Antonio Machado

domingo, 26 de julio de 2015

Poemas del recital 12 de julio de 2015


BESO SOY, SOMBRA CON SOMBRA

Beso soy, sombra con sombra.
Beso, dolor condoler,
por haberme enamorado.
Corazón sin corazón,
de las cosas, del aliento
sin sombra de la creación.
Sed con agua en la distancia,
pero sed alrededor.

Corazón en una copa
donde me la bebo yo
y no se lo bebe nadie,
nadie sabe su sabor.
Odio, vida: ¡cuánto odio
sólo por amor!

No es posible acariciarte
con las manos que me dio
el fuego de más deseo,
el ansia de más ardor.
Varias alas, varios vuelos
abaten en ellas hoy
hierros que cercan las venas
y las muerden con rencor.

Por amor, vida, abatido,
pájaro sin remisión.
Sólo por amor odiado,
sólo por amor.

Amor, tu bóveda arriba
y yo abajo siempre, amor,
sin otra luz que estas ansias,
sin otra iluminación.
Mírame aquí encadenado,
escupido, sin calor
a los pies de la tiniebla
más súbita, más feroz,
comiendo pan y cuchillo
como buen trabajador
y a veces cuchillo solo,
sólo por amor.

Todo lo que significa
golondrinas, ascensión,
claridad, anchura, aire,
decidido espacio, sol,
horizonte aleteante,
sepultado en un rincón.
Espesura, mar, desierto,
sangre, monte rodador,
libertades de mi alma
clamorosas de pasión,
desfilando por mi cuerpo,
donde no se quedan, no,
pero donde se despliegan,
sólo por amor.

Porque dentro de la triste
guirnalda del eslabón,
del sabor a carcelero
constante y a paredón,
y a precipicio en acecho,
alto, alegre, libre soy.
Alto, alegre, libre, libre.
Sólo por amor.

No, no hay cárcel para el hombre.
No podrán atarme, no.
Este mundo de cadenas
me es pequeño y exterior.
¿Quién encierra una sonrisa?
¿Quién amuralla una voz?
A lo lejos tú, sintiendo
en tus brazos mi prisión,
en tus brazos donde late
la libertad de los dos.
Libre soy, siénteme libre.
Sólo por amor.

Miguel Hernández


sábado, 25 de julio de 2015

Poemas del recital 12 de julio de 2015


¿SABÍAS QUE VOLVÍA?

¿Sabías que volvía?
¿Me esperabas?

Sangrante y taciturno
después de mil fracasos
casi sin  esperanzas
me sumergí
por ir volando detrás de ti
en pesados cielos
infinita selva de la locura.

No están pero te anuncian
verdes desesperados.
No estás pero en la selva
 todo me habla de ti.

Aullidos de los cráneos
no soportando el viento
el huracán de versos
la tempestad de amor.

Pequeños corazones arrastrados
por fuertes correntadas.
Pequeños corazones arrojados
lejos del corazón.

No estás pero te nombra
el ruido de los pájaros.

No estás pero en la selva
todo me habla de ti.

Miguel Oscar Menassa

De “La poesía y yo”

viernes, 24 de julio de 2015

Poemas del recital 12 de julio de 2015


UNOS CUERPOS SON COMO FLORES

Unos cuerpos son como flores,
otros como puñales,
otros como cintas de agua;
pero todos, temprano o tarde,
serán quemaduras que en otro cuerpo se agranden,
convirtiendo por virtud del fuego a una piedra en un hombre.

Pero el hombre se agita en todas direcciones,
sueña con libertades, compite con el viento,
hasta que un día la quemadura se borra,
volviendo a ser piedra en el camino de nadie.

Yo, que no soy piedra, sino camino
que cruzan al pasar los pies desnudos,
muero de amor por todos ellos;
les doy mi cuerpo para que lo pisen,
aunque les lleve a una ambición o a una nube,
sin que ninguno comprenda
que ambiciones o nubes
no valen un amor que se entrega.

Luis Cernuda


jueves, 23 de julio de 2015

Poemas del recital 12 de julio de 2015




Aún no has nacido y ya tienes poema. 

Para tu nacimiento, no tengo
ningún consejo especial.
Nacer es fácil, para cuando te das cuenta
ya has nacido, tienes casi treinta años,
vives de alquiler en un piso de Madrid,
estás empezando a trabajar
y una compañera del taller de poesía
te dice que va a tener un hijo.
Y hay que escribirle un poema.  

Así que, nada, tú nace y luego ya veremos.
Y no le hagas empujar mucho a tu madre, Lucas,
que el mundo no es tan terrible. Algún día,
aunque seas varón, te tocará tirar de otros más pequeños
para que entren en el mundo...  
Algún día te tocará escribir un poema
para un niño a punto de nacer y qué le vas a decir...
Piensa algo Lucas, qué le vas a decir... 

Kepa Ríos Alday

miércoles, 22 de julio de 2015

Poemas del recital 12 de julio de 2015


EL BARCO

 Pero si ya pagamos nuestros pasajes en este mundo
¿por qué, por qué no nos dejan sentarnos y comer?
Queremos mirar las nubes,
queremos tomar el sol y oler la sal,
francamente no se trata de molestar a nadie,
es tan sencillo, somos pasajeros.

Todos vamos pasando y el tiempo con nosotros:
pasa el mar, se despide la rosa,
pasa la tierra por la sombra y por la luz,
y ustedes y nosotros pasamos, pasajeros.

¿Entonces, qué les pasa?
¿Por qué andan tan furiosos?
¿A quién andan buscando con revólver?

Nosotros no sabíamos
que todo lo tenían ocupado,
las copas, los asientos,
las camas, los espejos,
el mar, el vino, el cielo.

Ahora resulta
que no tenemos mesa.
No puede ser, pensamos.
No pueden convencernos.
Estaba oscuro cuando llegamos al barco.
Estábamos desnudos.
Todos llegábamos del mismo sitio.
Todos veníamos de mujer y hombre.
Todos tuvimos hambre y pronto dientes.
A todos nos crecieron las manos y los ojos
para trabajar y desear lo que existe.

Y ahora nos salen con que no podemos,
que no hay sitio en el barco,
no quieren saludarnos,
no quieren jugar con nosotros.

¿Por qué tantas ventajas para ustedes?
¿Quién les dio la cuchara cuando no habían nacido?

Aquí  no están contentos,
así no andan las cosas.

No me gusta en el viaje
hallar, en los rincones, la tristeza,
los ojos sin amor o la boca con hambre.

No hay ropa para este creciente otoño
y menos, menos, menos para el próximo invierno.
Y sin zapatos ¿cómo vamos a dar la vuelta
al mundo, a tanta piedra en los caminos?

Sin mesa ¿dónde vamos a comer,
dónde nos sentaremos si no tenemos silla?
Si es una broma triste, decídanse señores,
a terminarla pronto,
a hablar en serio ahora.

Después el mar es duro.

Y llueve sangre.

Pablo Neruda

martes, 21 de julio de 2015

Poemas del recital 12 de julio de 2015


PRIMERA LECCIÓN

Dios ha existido siempre, hijos míos.
Antes
de que falanges y legiones
lo estampasen
en sus camisas y pendones.
Antes
de que bautizasen con su nombre
ejércitos
y trimotores.
Antes
de que clavasen su efigie en la puerta
de los cuarteles
y de las prisiones.
Antes
de que lo llevasen colgado del cuello,
en ricos medallones
los arzobispos,
las grandes prostitutas,
los generales iscariotes.
Antes
de que en la Bolsa fuese negocio
pronunciar su nombre.
Dios ha existido siempre para todos,
para el rico y el pobre,
como existió la tierra
antes de que se la repartiesen los ladrones.
y Dios
era del hombre
como el agua y el viento.
Ahora, como el oro, sólo es de unos cuantos señores.
Y no bendice al justo.

Bendice la rapiña,
la traición,
la trilita de los aviones.
Y hay un señor en Roma
que pone el visto bueno a estas bendiciones.

Oídme bien, hijos míos,
oídme bien. Yo no soy
un profesor de odio.
Quisiera ser un profesor
de
amor.
Y no se si vosotros
sois hijos del carpintero o del Dictador.
Sé que todos, todos los que me oís,
sois hijos legítimos de Dios.
Y os digo finalmente,
para acabar esta lección,
y en un tono sencillo,
sin demagogia y sin rencor,
que a unos hombres ayer
otros hombres nos lo robaron  todo…
la patria, el esfuerzo y la canción.
Y
que hoy
esos mismos hombres, hijos míos,
nos ha robado a Dios.

León Felipe 
“Español del éxodo y del llanto”

domingo, 19 de julio de 2015

Poemas del recital 12 de julio de 2015


ABANDONADOS

Tocamos la noche con las manos
escurriéndonos la oscuridad entre los dedos,
sobándola como la piel de una oveja negra.

Nos hemos abandonado al desamor,
al desgano de vivir colectando horas en el vacío,
en los días que se dejan pasar y se vuelven a repetir,
intrascendentes,
sin huellas, ni sol, ni explosiones radiantes de claridad.

Nos hemos abandonado dolorosamente a la soledad,
sintiendo la necesidad del amor por debajo de las uñas,
el hueco de un sacabocados en el pecho,
el recuerdo y el ruido como dentro de un caracol
que ha vivido ya demasiado en una pecera de ciudad
y apenas si lleva el eco del mar en su laberinto de concha.

¿Cómo volver a recapturar el tiempo?
¿Interponerle el cuerpo fuerte del deseo y la angustia,
hacerlo retroceder acobardado
por nuestra inquebrantable decisión?

Pero… quién sabe si podremos
recapturar el momento
que perdimos.

Nadie puede predecir el pasado
cuando ya quizás no somos los mismos,
cuando ya quizás hemos olvidado
el nombre de la calle
donde
alguna vez
pudimos
encontrarnos.


Gioconda Belli

Poemas del recital 12 de julio de 2015


LA PATRIA DEL POETA

Voluptuosa semilla
aquí me planto
y creceré
y aquí echaré raíces
y tendré brotes
que a su vez
tendrán otros brotes.

Decreto a al reseca meseta
castellana
la patria del poeta.

Arrancaré perfumes de tus rocas
como flores de a estación del su
y alguien dirá:
antes de los colores del poeta
vos eras gris
y yo recordaré
haberte pintado
los labios con mi nombre.

Sobre el verde aroma del limón
caballo de los astros
indio de luz
cobre rasgado
por el oxígeno vital
mi poesía
pulmón del Universo.

Líquenes cenagosos
y alforjas
repletas de manzanas
detenidas
en el tiempo del frescor

Inmensidad
verde  infinito
sesgo del sol
entre las cejas
del producto del  mar
atlántico silvestre.

No veis que soy el que os saluda
más allá de las más altas cumbres
más allá de los oscuros cielos de Dios
desde la profunda galaxia de lo verde.

Meteórica expansión del arco iris
soy un color que ya no tiene
el blanco
de la pequeña pureza inmaculada
ni el manto negro de la muerte
desolada
ni los ojos sangrantes del rubí.

Soy del celeste cosmos y del sol
la conjunción marítima y alada.

Mi voz
es el rasguido de la guitarra astral.
Mi canto
es el sonido gutural del tiempo.
Canto y estallo cada vez
y cada vez
me desintegro.

Pierdo mi ser entre fragmentos
y en ese vacío de nada y dolor
porque ya no seré
recorro los espacios infinitos
mMontado en verde luz
pradera de los cielos
Pampa
           tendida en las alturas.

Miguel Oscar Menassa

De “La poesía y yo”