martes, 31 de mayo de 2016

Poemas leídos en el recital 12 de mayo de 2016 - IES Luis Braille de Coslada


ME GUSTAN LOS ESTUDIANTES

¡Que vivan los estudiantes,
jardín de las alegrías!
son aves que no se asustan
de animal ni policía,
y no le asustan las balas
ni el ladrar de la jauría.

¡Que vivan los estudiantes
que rugen como  los vientos
cuando les meten al oído
sotanas o regimientos.
pajarillos libertarios,
igual que los elementos.
Caramba y zamba la cosa
¡vivan los experimentos!

Me gustan los estudiantes
porque son la levadura
del pan que saldrá del horno
con toda su sabrosura,
para la boca del pobre
que come con amargura.
Caramba y zamba la cosa
¡viva la literatura!

Me gustan los estudiantes
porque levantan el pecho
cuando le dicen harina
sabiéndose que es afrecho,
y no hacen el sordomudo
cuando se preséntale hecho.
Caramba y zamba la cosa
¡el código del derecho!

Me gustan los estudiantes
que marchan sobre la ruina.
Con las banderas en alto
va toda la estudiantina:
Son químicos y doctores,
cirujanos y dentistas.
Caramba y zamba la cosa
¡vivan los especialistas!

Me gustan los estudiantes
que van al laboratorio,
descubren lo que se esconde
adentro del confesorio.
Ya tienen un gran carrito
que llegó hasta el Purgatorio.
Caramba y zamba la cosa
¡los libros explicatorios!

Me gustan los estudiantes
que con muy clara elocuencia
a la bolsa negra sacra
le bajó las indulgencias.
Porque, ¿hasta cuándo nos dura
señores, la penitencia?
Caramba y zamba la cosa
¡Qué viva toda la ciencia!


Violeta Parra

lunes, 30 de mayo de 2016

Poemas leídos en el recital 12 de mayo de 2016 - IES Luis Braille de Coslada


RECORRIÉNDOTE

Quiero morder tu carne,
salada y fuerte,
empezar por tus brazos hermosos
como ramas de ceibo,
seguir por ese pecho con el que sueñan mis sueños
ese pecho-cueva donde se esconde mi cabeza
hurgando la ternura,
ese pecho que suena a tambores y vida continuada.
Quedarme allí un rato largo
enredando mis manos
en ese bosquecito de arbustos que te crece
suave y negro bajo mi piel desnuda
seguir después hacia tu ombligo
hacia ese centro donde te empieza el cosquilleo,
irte besando, mordiendo,
hasta llegar allí
a ese lugarcito
-apretado y secreto-
que se alegra ante mi presencia
que se adelanta a recibirme
y viene a mí
en toda su dureza de macho enardecido.
Bajar luego a tus piernas
firmes como tus convicciones guerrilleras,
esas piernas donde tu estatura se asiente
con las que vienes a mí
con las que me sostienes,
las que enredas en la noche entre las mías
blandas y femeninas.
Besar tus pies, amor,
que tanto tienen aún que recorrer sin mí
y volver a escalarte
hasta apretar tu boca con la mía,
hasta llenarme toda de tu saliva y tu aliento
hasta que entres en mí
con la fuerza de la marea
y me invadas con tu ir y venir
de mar furioso
y quedemos los dos tendidos y sudados
en la arena de las sábanas.


Gioconda Belli

jueves, 26 de mayo de 2016

Poemas leídos en el recital 12 de mayo de 2016 - IES Luis Braille de Coslada


ROMANCE DE LA PENA NEGRA

Las piquetas de los gallos
cavan buscando la aurora,
cuando por el monte oscuro
baja Soledad Montoya.
Cobre amarillo, su carne,
huele a caballo y a sombra.
Yunques ahumados sus pechos,
gimen canciones redondas.

Soledad: ¿por quién preguntas
sin compaña y a estas horas?

Pregunte por quien pregunte,
dime: ¿a ti qué se te importa?
vengo a buscar lo que busco,
mi alegría y mi persona.

Soledad de mis pesares,
caballo que se desboca,
al fin encuentra la mar
y se lo tragan las olas.

No me recuerdes el mar
que la pena negra brota
en las tierras de aceituna
bajo el rumor de las hojas.

¡Soledad, qué pena tienes!
¡Qué pena tan lastimosa!
Lloras zumo de limón
agrio de espera y de boca.

¡Qué pena tan grande! Corro
mi casa como una loca,
mis dos trenzas por el suelo
de la cocina a la alcoba.
¡Qué pena! Me estoy poniendo
de azabache, carne y  ropa.
¡Ay mis camisas de hilo!
¡Ay mis muslos de amapola!

Soledad: lava tu cuerpo
con agua de las alondras,
y deja tu corazón
en paz, Soledad Montoya.

*

Por abajo canta el río:
volante de cielo y hojas.
con flores de calabaza,
la nueva luz se corona.
¡Oh pena de los gitanos!
pena limpia y siempre sola.
¡Oh pena de cauce oculto
y madrugada remota!.



Federico García Lorca
De “Romancero gitano 1928”



miércoles, 25 de mayo de 2016

Poemas leídos en el recital 12 de mayo de 2016 - IES Luis Braille en Coslada


“HOPE” IS THE THING WITH FEATHERS

“Hope” is the thing with feathers
that perches in the soul,
and sings the tune without the words,
and never stops – at all.

And sweetest – in the Gale – is heard.
And sore must be the storm
that could abash the little bird
that kept so many warm.

I’ve heard it in the chilliest land,
and on the strangest Sea,
yet – never – in Extremity
it asked a crumb – of me.

Emily Dickinson



martes, 24 de mayo de 2016

Poemas leídos en el recital 12 de mayo de 2016 - IES Luis Braille de Coslada


EL BARCO

Pero si ya pagamos nuestros pasajes en este mundo
por qué, por qué no nos dejan sentarnos y comer?
queremos mirar las nubes,
queremos tomar el sol y oler la sal,
francamente no se trata de molestar a nadie,
es tan sencillo: somos pasajeros.

Todos vamos pasando y el tiempo con nosotros:
pasa el mar, se despide la rosa,
pasa la tierra por la sombra y por la luz,
y ustedes y nosotros pasamos, pasajeros.

Entonces qué les pasa?
Por qué andan tan furiosos?
A quién andan buscando con revólver?

Nosotros no sabíamos
que todo lo tenían ocupado,
las copas, los asientos,
las camas, los espejos,
el mar, el vino, el cielo.

Ahora resulta
que no tenemos mesa.
No puede ser, pensamos.
No pueden convencernos.
Estaba oscuro cuando llegamos al barco.
Estábamos desnudos.
Todos llegábamos del mismo sitio,
todos veníamos de mujer y de hombre.
Todos tuvimos hambre y pronto dientes.
a todos nos crecieron las manos y los ojos
para trabajar y desear lo que existe.

Y ahora nos salen con que no podemos,
que no hay sitio en el barco,
no quieren saludarnos,
no quieren jugar con nosotros.

Por qué tantas ventajas para ustedes?
Quién les dio la cuchara cuando no habían nacido?

Aquí no están contentos,
así no andan las cosas.

No me gusta en el viaje
hallar, en los rincones, la tristeza,
los ojos sin amor o la boca con hambre.

No hay ropa para este creciente otoño
y menos, menos para el próximo invierno.
Y sin zapatos cómo vamos a dar la vuelta
al mundo, a tanta piedra en los caminos?

Sin mesa dónde vamos a comer,
dónde nos sentaremos si no tenemos silla?
Si es una broma triste, decídanse, señores,
a terminarla pronto,
a hablar en serio ahora.

Después el mar es duro.
y llueve sangre.

Pablo Neruda




lunes, 23 de mayo de 2016

Poemas leídos en el recital 12 de mayo de 2016 - IES Luis Braille de Coslada


EL  MAESTRO

Con el alma en una nube
y el cuerpo como un lamento
viene el problema del pueblo
viene el maestro
el cura cree que es ateo
y el alcalde comunista
y el cabo jefe de puesto
piensa que es un anarquista
le deben 36 meses
del cacareado (mento)
y el piensa que es tan malo
enseñar (toreando) un sueldo
en el casino del pueblo
nunca le dieron asiento
por no andar politiqueando
ni ser portavoz del cuento
las buenas gentes del pueblo
han escrito al ministerio
y dicen que no esta claro
como piensa este maestro
dicen que lee con los niños
lo que escribió un tal Machado
que anduvo por estos vagos
antes de ser exilado
les habla de lo innombrable
y de otras cosas peores
les lee libros de versos
y no les pone orejones
al explicar cualquier guerra
siempre se muestra remiso
por explicar claramente
quien venció y fue vencido
nunca fue amigo de fiestas
ni asiste a las reuniones
de las damas postulantes
esposas de los patrones
por estas y otras razones
al fin triunfo el buen criterio
y al terminar el invierno
le revelaron del puesto
y ahora las buenas gentes
tienen tranquilo el sueño
porque han librado a sus hijos
del peligro de un maestro
con el alma en una nube
y el cuerpo como un lamento
se marcha, se marcha el padre del pueblo9
se marcha el maestro.

Patxi Andión - Cantautor


domingo, 22 de mayo de 2016

Poemas leídos en el recital 12 de mayo de 2016 - IES Luis Braille de Coslada


ACEITUNEROS

Andaluces de Jaén,
aceituneros altivos,
decidme en el alma: ¿quién,
quién levantó los olivos?

No los levantó la nada,
ni el dinero, ni el señor,
sino la tierra callada,
el trabajo y el sudor.

Unidos al agua pura
y a los planetas unidos,
los tres dieron la hermosura
de los troncos retorcidos.

Levántate, olivo cano,
dijeron al pie del viento.
y el olivo alzó una mano
poderosa de cimiento.

Andaluces de Jaén,
aceituneros altivos,
decidme en el alma: ¿quién
amamantó los olivos?

Vuestra sangre, vuestra vida,
no la del explotador
que  se enriqueció en la herida
generosa del sudor.

No la del terrateniente
que os sepultó en la pobreza,
que os pisoteó la frente,
que os redujo la cabeza.

Árboles que vuestro afán
consagró al centro del día
eran principio de un pan
que sólo el otro comía.

¡Cuántos siglos de aceituna,
los pies y las anos presos,
sol a sol y luna a luna,
pasan sobre vuestros huesos!

Andaluces de Jaén,
aceituneros altivos,
pregunta mi alma: ¿de quién,
de quién son estos olivos?

Jaén, levántate brava
sobre tus piedras lunares,
no vayas a ser esclava
con todos tus olivares.

Dentro de la claridad
del aceite y sus aromas,
indican tu libertad
la libertad de tus lomas.

Miguel Hernández

“Viento del pueblo”

viernes, 20 de mayo de 2016

Poemas leídos en el recital 12 de mayo de 2016 - IES Luis Braille de Coslada (Madrid)


LOS OLIVOS

I

¡Viejos, olivos, sedientos
bajo el claro sol del día.
olivares polvorientos
del tiempo de Andalucía!
¡El campo andaluz, peinado
por el sol canicular,
de loma en loma rayado
de olivar y de olivar!
Son las tierras
soleadas,
anchas lomas, lueñes sierras
de olivares recamadas.
Mil senderos. Con sus machos,
abrumados de capachos,
van gañanes y arrieros.
¡De la venta del camino
a la puerta, soplan vino
trabucaires bandoleros!
¡Olivares y olivares
de loma en loma prendidos
cual bordados alamares!
¡Olivares coloridos
de una tarde anaranjada;
olivares regruñidos
bajo la luna argentada!
¡Olivares centellados
en las tardes cenicientas,
bajo los cielos preñados
de tormentas!...
Olivares, Dios os dé
los eneros
de aguaceros,
los agostos de agua al pie,
los vientos primaverales
vuestras flores racimadas;
y las lluvias otoñales,
vuestras olivas moradas.
Olivar, por cien caminos,
tus olivitas irán
caminando a cien molinos.
Ya darán
trabajo en las alquerías
a gañanes y braceros,
¡oh buenas frentes sombrías
bajo los anchos sombreros!...
¡Olivar y olivareros,
bosque y raza,
campo y plaza
de los fieles al terruño
y al arado y al molino,
de los que muestran el puño
al destino,
los benditos labradores,
los bandidos caballeros,
los señores
devotos y matuteros!
¡Ciudades y caseríos
en la margen de los ríos,
en los pliegues de la tierra!...
¡Venga a Dios a los hogares
y a las almas de esta tierra
de olivares y olivares!

Antonio Machado





jueves, 19 de mayo de 2016

Poemas leídos en el recital 12 de mayo de 2016 - IES Luis Braille en Coslada


1936


fue en la edad de nuestro primer amor
cuando los mensajes son propicios al precoz embelesamiento
y los suaves atardeceres toman un perfume dulcísimo
en forma de muchacha azul o de mayo que desparece
cuando
unos hombres duros como el sol del verano
ensangrentaban la tierra blasfemando
de otros hombres tan duros como ellos
tenían prisa por matar para no ser matados
y vimos asombrados con inocente pupila
el terror de los fusilados amaneceres
las largas caravanas de camiones desvencijados
en cuyo fondo los acurrucados individuos
eran llevados a la muerte como acosada manada
era la guerra el terror los incendios era la patria suicidada
eran los siglos podridos reventando
vimos las gentes despavoridas en un espanto de consignas atroces
iban y venían insultaban denunciaban mataban
eran los héroes decían golpeando
las ventanillas de los trenes repletos de carne de cañón
nosotros no entendíamos apenas el suplicio
y la hora dulce de un jardín con alegría y besos
fueron noches salvajes de bombardeo noticias lúgubres
la muerte banderín de enganche cada macilenta aurora

y héteme aquí solo ante mi vejez más próxima
preguntar en silencio
qué fue de nuestro vuelo de remanso
por qué pagamos las culpas colectivas
de nuestro viejo pueblo sanguinario
quién nos resarcirá de nuestra adolescencia destruida
aunque no fuese a las trincheras

vanas son las preguntas a la piedra
y mudo el destino insaciable por el viento
más quiero hablarte aquí de mi generación perdida
de su cólera paloma en una sala de espera con un reloj parado para siempre
de sus besos nunca recobrados
de su alegría asesinada
por la historia siniestra
de un huracán terrible de locura.


Miguel Labordeta

miércoles, 18 de mayo de 2016

Poemas leídos en el recital 12 de mayo de 2016 - IES Luis Braille de Coslada


UN LOCO

     Es una tarde mustia y desabrida
de un otoño sin frutos, en la tierra
estéril  y raída
donde la sombra de un centauro yerra.
    Por un camino en la árida llanura,
entre álamos marchitos,
a solas con su sombra y su locura
va el loco, hablando a gritos.
     Lejos se ven sombríos estepares,
colinas con malezas y  cambrones,
y ruinas de viejos encinares,
coronando los agrios serrijones.
     El loco vocifera
a solas con su sombra y su quimera.
es horrible y grotesca su figura;
flaco, sucio, maltrecho y mal rapado,
ojos de calentura
iluminan su rostro demacrado.
    Huye de la ciudad… pobres maldades,
misérrimas virtudes y quehaceres
de chulos aburridos, y ruindades
de ociosos mercaderes.
     Por los campos de Dios el loco avanza.
Tras la tierra esquelética y sequiza
--rojo de herrumbre y pardo de ceniza—
hay un sueño de lirio en lontananza.
     Huye de la ciudad. ¡El tedio urbano!
--¡carne triste y espíritu villano!—.
No fue por una trágica amargura
esta alma errante desgajada y rota;
purga un pecado ajeno: la locura,
la terrible cordura del idiota.

Antonio Machado


martes, 17 de mayo de 2016

Poemas leidos en el recital 12 de mayo de 2016 - IES Luis Braille de Coslada


EL NIÑO YUNTERO

Carne de yugo, ha nacido
más humillado que bello,
con el cuello perseguido
por el yugo para el cuello.

Nace, como la herramienta,
a los golpes destinado,
de una tierra descontenta
y un insatisfecho arado.

Entre estiércol puro y vivo
de vacas, trae a la vida
un alma color de olivo
vieja ya y encallecida.

Empieza a vivir, y empieza
a morir de punta a punta
levantando la corteza
de su madre con la yunta.

Empieza a sentir, y siente
la vida como una guerra,
y a dar fatigosamente
en los huesos de la tierra.

Contar sus años no sabe,
y ya sabe que el sudor
es una corona grave
de sal para el labrador.

Trabaja, y mientras trabaja
masculinamente serio,
se unge de lluvia y se alhaja
de carne de cementerio.

A fuerza de golpes, fuerte,
y a fuerza de sol, bruñido,
con una ambición de muerte
despedaza un pan reñido.

Cada nuevo día es
más raíz, menos criatura,
que escucha bajo sus pies
la voz de la sepultura.

Y como raíz se hunde
en la tierra lentamente
para que  la tierra inunde
de paz y panes su frente.

Me duele este niño hambriento
como una grandiosa espina,
y su vivir ceniciento
revuelve mi alma de encina.

Lo veo arar los rastrojos,
y devorar un mendrugo,
y declarar con los ojos
que por qué es carne de yugo.

Me da su arado en el pecho,
y su vida en la garganta,
y sufro viendo el barbecho
tan grande bajo su planta.

¿Quién salvará este chiquillo
menor que un grano de avena?
¿De dónde saldrá el martillo
verdugo de esta cadena?

Que salga del corazón
de los hombres jornaleros,
que antes de ser hombres son
y ha sido hombres yunteros.

Miguel Hernández

“Viento del pueblo”

Poemas leidos en el recital 12 de mayo de 2016 - IES Luis Braille de Coslada


EL HERIDO

I

Por los campos luchados se extienden los heridos.
Y de aquella extensión de cuerpos luchadores
salta un trigal de chorros calientes, extendidos
en roncos surtidores.
La sangre llueve siempre boca arriba, hacia el cielo.
Y las heridas suenen igual que caracolas,
cuando hay en las heridas celeridad de vuelo,
esencia de las olas.

La sangre huele a mar, sabe a mar y a bodega.
La bodega del mar, del vino bravo, estalla
allí donde el herido palpitante se anega,
y florece, y se halla.
Herido estoy, miradme: necesito más vidas
la que contengo es poca para el gran cometido
de sangre que quisiera perder por las heridas.
Decid quién no fue herido.

Mi vida es una herida de juventud dichosa.
¡Ay  de quien no está herido, de quién jamás se siente
herido por la vida, ni en la vida reposa
herido alegremente!

Si hasta los hospitales se va con alegría,
se convierten en huertos de heridas entreabiertas,
de adelfos florecidos ante la cirugía
de ensangrentadas puertas.


II

Para la libertad sangro, lucho, pervivo.
Para la libertad, mis ojos y mis manos,
como un árbol carnal, generoso y cautivo,
doy a los cirujanos.

Para la libertad siente más corazones
que arenas en mi pecho: dan espuma mis venas,
y entro en los hospitales, y entro en los algodones
como en las azucenas.

Para la libertad me desprendo a balazos
de los que han revolcado su estatua por el lodo.
y me desprendo a golpes de mis pies, de mis brazos,
de mi casa, de todo.

Porque donde unas cuevas vacías amanezcan,
ella pondrá dos piedras de futura mirada,
y hará que nuevos brazos y nuevas piernas crezcan
en la carne talada.

Retoñarán aladas de savia sin otoño
reliquias de mi cuerpo que pierdo a cada herida.
Porque soy como el árbol talado, que retoño;
porque aún tengo la vida.

Miguel  Hernández
“El hombre acecha”


domingo, 15 de mayo de 2016

Poemas leidos en el Recital 12 de mayo de 2016 - IES LUIS BRAILLE de Coslada


EL VALS

Eres hermosa como la piedra,
oh difunta;
oh viva, oh viva, eres dichosa como la nave.
Esta orquesta que agita
mis cuidados como una negligencia,
como un elegante bendecir de buen tono,
ignora el vello de los pubis,
ignora la risa que sale del esternón como una gran batuta.

Unas olas de afrecho,
un poco de serrín en los ojos,
o si acaso en las sienes,
o acaso adornando las cabelleras;
unas faldas largas hechas de colas de cocodrilos;
unas lenguas o unas sonrisas hechas con caparazones de cangrejos.
Todo lo que está suficientemente visto
no puede sorprender a nadie.

Las damas aguardan su momento sentadas sobre una lágrima,
disimulando la humedad a fuerza de abanico insistente.
y los caballeros abandonados de sus traseros
quieren atraer todas las miradas a la fuerza hacia sus bigotes.

Pero el vals ha llegado.
Es una playa sin ondas,
es un entrechocar de conchas, de tacones, de espumas o de dentaduras postizas.
Es todo lo revuelto que arriba.

Pechos exuberantes en bandeja en los brazos,
dulces tartas caídas sobre los hombros llorosos,
una languidez que revierte,
un beso sorprendido en el instante que se hacía “cabello de ángel”,
un dulce “sí” de cristal pintado de verde.

Un polvillo de azúcar sobre las frentes
da una blancura cándida a las palabras limadas,
y las manos se acortan más redondeadas que nunca,
mientras fruncen los vestidos hechos de esparto querido.

Las cabezas son nubes, la música es una larga goma,
las colas de plomo casi vuelan, y el estrépito
se ha convertido en los corazones en oleadas de sangre,
en un licor, si blanco, que sabe a memoria o a cita.

Adiós, adiós, esmeralda, amatista o misterio;
adiós, como una bola enorme ha llegado el  instante,
el preciso momento de la desnudez cabeza abajo,
cuando los vellos van a pinchar los labios obscenos que saben.
Es el instante, el momento de decir la palabra que estalla,
el momento en que los vestidos se convertirán en aves,
las ventanas en gritos,
las luces en ¡socorro!
y ese beso que estaba (en el rincón) entre dos bocas
se convertirá en una espina
que dispensará la muerte diciendo:
Yo os amo.

Vicente Aleixandre