jueves, 29 de septiembre de 2022

CICLO DE POESÍA DE POETAS



CICLO DE POESÍA DE POETAS

 

El Taller de Poesía Grupo Cero de Alcalá de Henares en colaboración con Notting Hill Cultural, ofrecen un primer Ciclo de Poesía, en  la sede de Notting Hill Cultural, el tercer viernes de cada mes a las 19:30 horas.

 

Comenzaremos en octubre de 2022 hasta junio de 2023. En estos 9 meses gestaremos una experiencia cultural inusual. Es decir, leeremos lo mejor de los mejores, previa selección de poemas, de todos aquellos integrantes que, previamente deseen participar. Los candidatos enviarán los títulos de tres poemas del Poeta y, la organización se encargará del programa, designando un poema de cada integrante para ser leído.

 

miércoles, 28 de septiembre de 2022

VOY A HABLAR DE LA ESPERANZA

 


VOY A HABLAR DE LA ESPERANZA

 

Yo no sufro este dolor como César Vallejo. Yo no me duelo ahora como artista, como hombre ni como simple ser vivo siquiera. Yo no sugro este dolor como católico, como mahometano ni como ateo. Hoy sufro solamente. Si no me llamase Césaer Vallejo, también sufriría este mismo dolor. Si no fuese artista, también lo sufriría. Si no fuese hombre ni ser vivo siquiera, también lo sufriría. Hoy sufro desde más abajo. Hoy sufro solamente.

Me duelo ahora sin explicaciones. Mi dolor es tan hondo, que no tuvo ya causa ni carece de causa. ¿Qué sería su causa? ¿Dónde está aquello tan importante, que dejase de ser su causa? Nada es su causa; nada a podido dejar de ser su causa. ¿A qué ha nacido este dolor, por sí mismo? Mi dolor es el viento del norte y del viento del sur, como esos huevos neutros que algunas aves raras ponen del viento. Si hubiera muerto mi novia, mi dolor sería igual. Si me hubieran cortado el cuello de raíz, mi dolor sería igual. Si la vida fuese, en fin, de otro modo, mi dolor sería igual. Hoy sufro desde  más arriba. Hoy sufro solamente.

Miro el dolor del hambriento y veo que su hambre anda tan lejos de mi sufrimiento, que de quedarme ayuno hasta morir, saldría siempre de mi tumba una brizna de yerba al menos. Lo mismo el enamorado. ¡Qué sangre la suya más engendrada, para la mía sin fuente ni consumo!

Yo creía hasta ahora que todas las cosas del universo eran, inevitablemente, padres o hijos. Pero he aquí que mi dolor de hoy no es padre ni es hijo. Le falta espalda para anochecer, tanto como le sobra pecho para amanecer y si lo pusiesen en la estancia oscura, no daría luz y si lo pusiesen en una estancia luminosa, no echaría sombra. Hoy sufro suceda lo que suceda. Hoy sufro solamente.

 

César Vallejo

Cuadro: La barca de los olvidos de Miguel Oscar Menassa

 

 

martes, 27 de septiembre de 2022

CONTINENTE VAMPIRO

 


CONTINENTE VAMPIRO

 

No acerté con los pies sobre las huellas de mi ángel guardián. 

Yo, que tenía tan bellos ojos en mi estación temprana,

no he sabido esquivar este despeñadero del destino que camina conmigo,

que se viste de luz a costa de mi desnudez y de mis duelos

y que extiende su reino a fuerza de usurpaciones y rapiñas.

 

Es como un foso en marcha

al  acecho de un paso en el vacío,

unas fauces que absorben esas escasas gotas de licor que dispensan los dioses,

un maldito anfiteatro en el que el viento aspira el provenir de la heroína

y lo arroja a los leones

-su oro resonando al caer, grada tras grada, con sonido de muerte,

como suena el recuento al revés de toda gracia-.

 

Pegado a mis talones,

adherido a mis días como un cáncer a la urdimbre del tiempo,

no sólo  se apodera de mis más denodadas, inseparables posesiones,

sino que se adelante con su sombra velo al vuelo de mi mano

y hasta se precipita contra el cristal azul que refleja el comienzo de un deseo.

A veces, muchas veces,

me acorrala contra el fondo de la noche cerrada, inapelable,

y despliega su cola, su abanico fastuoso como el rayo de un faro,

y exhibe uno por uno sus tesoros

-pedrerías hirientes a la luz de mis lágrimas-:

 

la casa dibujada con un tiza blanca en todos los paraísos prometidos;

los duendes con sombreros de paja disipando la niebla en el jardín;

pedazos de inocencia para armar algún día su radiante cadáver;

mi abuela y Berenice en los altos desvanes de las aventuras infantiles;

mis padres, mis amigos, mis hermanos, brillando como lámparas

en el túnel de las alamedas;

vitrales de los grandes amores arrancados a la catedral de la esperanza;

ropajes de la dicha doblados para otra vez en el arcón sin fondo;

las barajas del triunfo entresacadas de unos naipes marcados;

y piedras prodigiosas, estampas iluminadas y ciudades

como luciérnagas del bosque,

todo, todo, sobre una red de telarañas rojas

que son en realidad caminos que se cruzan con las venas cortadas.

 

No hablo aquí de ganancias y de pérdidas,

de victorias fortuitas y derrotas.

No he venido a llorar con agónicos llanos mi desdicha,

mi balance de polvo,

sino a afirmar la sede de la negación:

esta vieja cantera de codicias,

este inmenso ventisquero vampiro que se viste de luces

con mi duelo.

Y yo como una proa de navío pirata,

península raída llevando un continente de saqueos.

 

Olga Orozco

Cuadro de Edward Munch

domingo, 25 de septiembre de 2022

TU VIVES SIEMPRE EN TUS ACTOS

 


 
TU VIVES SIEMPRE EN TUS ACTOS.

 

Tu vive siempre en tus actos.

Con la punta de tus dedos

pulsas el mundo, le arrancas

auroras, triunfos, colores,

alegrías: es tu música.

La vida es lo que tú tocas.

 

De tus ojos, sólo de ellos,

sale la luz que te guía

los pasos. Andas

por lo que ves. Nada más.

 

Y si una duda te hace

señas diez mil kilómetros,

lo dejas todo, te arrojas

sobre proas, sobre alas,

estás ya allí; con los besos,

con los dientes la desgarras:

ya no es duda.

Tú nunca puedes dudar.

 

Porque has vuelto los misterios

del revés. Y tus enigmas,

lo que nunca entenderás,

son esas cosas tan claras:

la arena donde te tiendes,

la marcha de tu reló

y el tierno cuerpo rosado

que te encuentras en tu espejo

cada día al despertar,

y es el tuyo. Los prodigios

que están descifrados ya.

 

Y nunca te equivocaste,

más que una vez, una noche

que te encaprichó una sombra

--la única que te ha gustado--.

Una sombra parecía.

Y la quisiste abrazar.

Y era yo.  

 

Pedro Salinas

viernes, 23 de septiembre de 2022

DESNUDEZ TOTAL

 

 


 

DESNUDEZ TOTAL

 

Ya en desnudez total

extraña ausencia

de procesos y fórmulas y métodos

flor a flor,

ser a ser,

aún con ciencia

y un caer en silencio y sin objeto.

 

La angustia ha devenido

apenas un sabor,

el dolor ya no cabe,

la tristeza no alcanza.

 

Una forma durando sin sentido,

un color,

un estar por estar

y una espera insensata.

 

Ya en desnudez total

sabiduría

definitiva, única y helada.

 

Luz a luz

ser a ser,

casi en amiba,

forma, sed, duración,

luz rechazada.

 

Idea Vilariño

Cuadro de Salvador Dalí

 

jueves, 22 de septiembre de 2022

"SI ES POSIBLE EL POEMA, ES POSIBLE LA VIDA"



“SI ES POSIBLE EL POEMA, ES POSIBLE LA VIDA”

Miguel Oscar Menassa

 

Cruzando abismos se alcanza la orilla deseada,

saltando efigies y despertando savias

complementan el atuendo a través del tiempo,

departiendo versos de una orilla a la otra,

soltando amarras de linaje inoportuno

y deshilachando el cordón invisible

a la pequeñez de un mundo en el llanto.

 

Cruzando fronteras inapelables al designio de la niñez,

llevando por bandera la eclosión

de diversos parajes en la escritura,

atravesando señuelos de rencor entre almas descarriadas

y rompiendo el calibre de un destino apodado en la tiranía

se alcanza la gratitud de la soberanía en la palabra.

 

Cortejando la simiente inocua de cabestros en guerras,

suprimiendo anzuelos

con la garra de un mascarón en otro océano

soportando la soledad contigua a la negación de un pacto,

llevando con solera la paz conseguida en cada partida,

se llega a la admiración sublime en alza al contar estrellas.

 

La valentía es sin duda el atavío

de un cantor entre pasos de tango y versos del olimpo,

recopilando enseres entre vastos continentes

y alentando vuelos entre pampa y meseta.

Una brecha donde no falta el dolor y el quiebro,

donde la lejanía azora el trasluz de los días

y donde el fuego a veces no se halla entre las sábanas.

 

La angostura de la vereda aporta un compendio

fidedigno de la voz

trasmitiendo el deseo a la incertidumbre, al desamparo,

al empeño por fluir más allá de lo posible en el amor,

la lucha y sendas receladas de simbolismo,

devastando lo intrépido al saltar las profundidades.

 

Llegando hasta aquí,

con el empaque de una historia

ahondando páginas aún por escribir,

atreviéndose a atravesar el límite de la osadía

y la escena de un poniente

albergando la vida alentada en  el verso.

 

Si es posible el poema, es posible la vida.

 

Gloria Gómez Candanedo

Cuadro: "Primer encuentro" de Miguel Oscar Menassa

 


miércoles, 21 de septiembre de 2022

DUEÑOS DEL MUNDO

 



 

DUEÑOS DEL MUNDO

(Poema dedicado a Miguel Óscar Menassa en su 82 cumpleaños)

 

 

“Ahora, entre nosotros… somos los dueños del mundo,

a la vista está”.

 

Podemos celebrar despacio

como piratas recreándose en su tesoro.

 

Somos capaces de parar las gotas de lluvia

y colmar la vasija grácil

de cualquier niño

en su laberinto de cromos,

descorchar la espuma de la ola y verter su delirio

en la rama de olivo,

danzar en la neblina del océano

formando siluetas como vientres de rocío.

 

Somos la esencia para descifrar el embozo de una sonrisa

y cantar en la ducha como ruiseñor en su tallo,

somos la mano para esquilar la travesía del pico más alto

con un ejército de hormigas…

somos nuestra propia ley salvaje,

somos las letras del abecedario.

 

Tejemos la telaraña del alma,

componemos el ánimo del cántaro que se rompe en la fuente,

somos el halo del alba de una lámpara enmohecida

y oteamos nuestros pasos cuando es preciso.

 

Somos el abanico de la tierra mojada,

somos el sonido del invierno,

la hoja de otoño en la página de un libro,

el rayo de primavera en su cometa de madera,

el azul del verano en su sombra

y podemos habitar páramos a nuestro antojo.

 

Somos los herederos de nuestros presentes,

el viento huracanado de nuestra vestimenta,

el arcoiris que combina con todo…

el imán del deseo,

el acero de antiguas civilizaciones,

y nos perdemos entre enredos de medianoche

sin apenas dar en la nota.

 

Somos la gruta de nuestros pretextos,

el grito de nuestro propio eco,

el rumor de las palabras, la letra, el lenguaje de signos,

y tapizamos el misterio del llano elemento

cuando nos viene en gana.

 

Somos la nave nodriza de lágrimas y risas,

la llave de nuestra guarida,

los libros de historia,

la esfinge del templo…

el deseo debajo del mantel,

el baile de los cubiertos.

 

Somos el aderezo de cualquier fiesta

y nos es por casualidad

pues somos el más grande pastel para celebrar.

 

Y hoy,

podemos saltar a la comba,

marcarnos un tango,

cantar, juego!!!! en las cartas…

 

Muchas Felicidades Menassa

 

Esther Núñez Roma

Cuadro: "Interestelar y terrestre" de Miguel Oscar Menassa


martes, 20 de septiembre de 2022

"EN UN SOLO VERSO UN HOMBRE, EN UN SOLO VERSO UN HOMBRE" - (Menassa)

 


“EN UN SOLO VERSO UN HOMBRE, EN UN SOLO VERSO UN HOMBRE”

(MENASSA)

 

 

Querido maestro muchas felicidades.

Me alegra encontrarle con manípulo de mando,

barba atusada y pañuelo al cuello subiendo en su aeroplano

color granate, siempre bien acompañado.

Espero y deseo que sigamos contando chistes,

brinda por la pelea ganada del 82 y vivir lo bailado.

 

Tal vez este humilde discípulo nutra su piel de témpera

girando el sur con  la sólida metáfora de la mirada,

allí donde docenas de pájaros repletos de alveolos

beben del manantial que refleja el perfil que nos habita.

 

Leyendo sus libros y otros que me recomendó encontré:

las metonimias del sexo, el mapa del amor,

los escollos de la navegación y la equivalencia del dinero.

Hallé en sus  lienzos versos filmados

con nuestros rostros en la carátula,

mi nombre retratado en la condena y la libertad

del cero positivo en la sangre.

 

Oh! Creador del tango soberbio en la pacífica llanura de la pampa.

0h! caro poeta de la “nostra lengua” y los límites de la gratitud.

Oh!, lúdico compañero del humor en los juegos del azar.

¿Quién  no tuvo un río que se llamara Carlos,

un amigo, tal vez un paladín que hoy festeja

con el equipo de sus amores por el cuerpo y alma del Grupo.

 

Te saludo con la alegría de los maletines curtidos

en los rescoldos del hacer

sosteniendo la hoguera de la pasión y

frases de marfil tejen una red de infinitos recuerdos

cayendo como higos maduros en las manos del horizonte.

 

 

Se produjo la puntuación precisa en lo necesario,

el milagro de la voz y la escucha de lo impensable festejamos hoy,

con la permanencia del brillo gris en la maestría.

 

Algún día… quién sabe qué o quién…

Tal vez los trabajos realizados son

plusvalía de larga vejez acompañada

con personajes de película, el cobre rojo de las hojas

y la serie longeva de tus extensiones en los anaqueles del tiempo.

 

Oh, inalcanzable poeta!!

En tu presencia sonríen las 125.001

enseñanzas recibidas.

Gracias de nuevo por renacer

 

Carlos Fernández

Cuadro: "El trabajo es un don" de Miguel Oscar Menassa


lunes, 19 de septiembre de 2022

LA MUERTE DEL HOMBRE

 


LA MUERTE DEL HOMBRE

 

 

Es otra vez de noche

y en general

la casa duerme.

Una voz en la radio

dice últimas palabras.

Me entretengo con el humo

y me ocurren mil fantasías

y ninguna tiene que ver

con recostarme

tranquilamente en la cama

y dormir.

Entre tantos papeles

terminaré siendo un escritor

y fijo mi mirada en la lejanía

y dejo que la historia del hombre

irrumpa

con la violencia de su sino

mi noche.

Enciendo cigarrillos a mansalva

uno detrás de otro como si fueran

centelleantes granadas contra los opresores.

Desde hace millones de años

el hombre vive de rodillas.

Las granadas estallan en mi rostro.

Primitivas presencias

pueblan mi noche de salvajes ritos.

Ceremonias donde la muerte

siempre es una canción

sublime y misteriosa.

Bestias indomables

semejantes al hombre

por la torpeza

de sus movimientos

danzan a mí alrededor

iracundos

silvestres.

En un mal castellano

me dicen que su jefe

quiere charlar conmigo.

Sentado en mi cama escribiendo

pido que dejen de rugir tambores

que cese la danza

que me dejen escribir este poema.

El hombre tiene hambre y sed desde milenios.

Somos ese hombre hambriento y sediento poeta

cantad con nosotros:

Venimos de la Mesopotamia

y del Caribe

y buscando la perfección hemos llegado

hasta los mundos que se esconden

por encima del cielo

y no hemos encontrado nada.

Siempre hay un hombre que tiene hambre.

Siempre hay un hombre que se muere de sed.

Aquí mismo poeta

en tu casa

anidan el opresor y el oprimido.

Sentado sobre mi cama escribiendo

les digo a los salvajes

que ya es noche tarde

que por favor dejen de danzar

que necesito

hundirme entre las letras

mi hambre

mi única sed.

Dejaron de danzar

y el que se destacaba

por su tremenda humanidad

me fulminó con su mirada.

¿Quién es más cruel?

Poeta

¿Quién más salvaje?

El que muere peleando

por un trozo de pan

o el que no muere nunca.

Quién producirá el exterminio

poeta.

Mis armas o tus versos.

Y ahora poeta deja la pluma

echa a andar y piensa.

Sentando sobre mi cama

escribiendo

le digo al salvaje

que no quiero irme de mi pieza

y que siempre supe que pensar

no era necesario y que deseo

es la última vez que se lo digo

seguir escribiendo este poema.

Antes de continuar me detengo

en la inteligencia del salvaje:

habla bien y mientras habla

deja escapar entre las palabras

el aliento

para que todo suene vital

desgarrador.

Yo soy el hombre

grita la bestia encadenada

y tú poeta ¿eres el hombre?

Escribir para quién

dónde los amigos

y dónde los enemigos.

Dime poeta

¿tu canto

necesita del futuro

para ser?

Ese poema que escribes

contra todo

a quién le servirá.

A ver poeta un verso

que me diga ahora mismo

¿qué es el hombre?

Sentado sobre mi cama escribiendo

me doy cuenta

que la inteligencia del salvaje

terminará quemando

todos mis papeles escritos

en esa hoguera

que fueron construyendo

a mi alrededor

sus palabras.

Dejo de escribir

lo miro fijamente a los ojos

y murmuro sus propias palabras

en un solo verso un hombre

en un solo verso un hombre

y me decido a escribir ese verso.

Sostengo con mi mirada

la mirada del salvaje

y con rápidos movimientos

tomo la ametralladora

y disparo varias ráfagas

sobre el cuerpo del salvaje

que con los ojos desorbitados

por el asombro

cae

para morir y desparecer.

Sentado sobre mi cama escribo ahora

con la seguridad

de quien ha llegado a la cima:

Un poeta asesinó su hombre

para escribir este poema

y eso

es un hombre.

 

Miguel Oscar Menassa

Cuadro: "Camino de Santiago" de Miguel Oscar Menassa

domingo, 18 de septiembre de 2022

METAMORFOSIS DEL CLAVEL - 7

 


7

Las fuentes eran de vino.

Los mares, de uvas moradas.

 

Pedías agua.

 

Bajó el calor al arroyo.

El arroyo era de mosto.

 

Pedías agua.

 

Tiritaba el toro. El fuego

era de moscatel negro.

 

Pedías agua.

 

(Dos ramos de vino dulce

te saltaron de los pechos.)

 

Rafael Alberti

Cuadro: La cordobesa de Julio Romero de Torres

 

sábado, 17 de septiembre de 2022

METAMORFOSIS DEL CLAVEL - 6



METAMORFOSIS DEL CLAVEL

 6

(A Ninoche)

 

El caballo pidió sábanas, rizadas como los ríos.

Sábanas blancas.

 

Quiero ser hombre una noche.

Llamadme al alba.

 

La mujer no lo llamó.

(Nunca más volvió a su cuadra)

 

Rafael Aberti

Cuadro de Dalí

 

 

 

jueves, 15 de septiembre de 2022

VIGILAR, SOBRE TODO

 


VIGILAR, SOBRE TODO,

 

Vigilar, sobre todo,

a ella, a la aterradora

fuerza y beldad del mundo:

amor, amor, amor.

Esa que es grito y salto,

profesora de excesos,

modelo de arrebatos,

desatada bacante

que lleva el pelo suelto

para inquietar los aires,

esa

envidia de torrentes,

ejemplo de huracanes,

la favorita hija

de los dioses extremos

–amor, amor, amor-

que con su delirante

abrazo hace crujir

por detrás de la carne

que se deja estrechar

lo que más se resiste

en este cuerpo humano,

a ternura ya beso:

el destino final

del hombree: el esqueleto.

Amor, amor, amor.

¿Por qué quién ha sabido

nunca, si hace o deshace?

¿Y si, cuando nos arde

es que nos alza a llama,

o nos quiere cenizas?

Por eso, el mundo, hoy débil,

le teme más que a nadie.

Y hay que dar el aviso

a todos los amantes

de que la vida está

al borde de romperse

si se siguen besando

como antes se besaban.

 

¡Que se apaguen las lumbres,

que se paren los labios,

que las voces no digan

ya más: “¡Te quiero!” ¡Que

un gran silencio reine,

una quietud redonda,

y se evite el desastre

que unos labios buscándose

traerían a esta suma

de aciertos que es la tierra!

Que apenas la mirada,

lo que hay más inocente

en el cuerpo del hombre,

se quede conservándole

al amor su futuro,

en esa leve estrella

que los ojos albergan

y que por ser tan pura

no puede romper nada.

 

Tan débil está el mundo

-cendales o cristales- que

hay que moverse en él

como en las ilusiones,

donde un amor se puede

morir si hacemos ruido.

Sólo

una trémula espera,

un respirar secreto,

una fe sin señales,

van a poder salvar

hoy,

la gran fragilidad

de este mundo.

 

Y la nuestra

 

Pedro Salinas

Cuadro: El asombro de Miguel Oscar Menassa

miércoles, 14 de septiembre de 2022

AMOR, MUNDO EN PELIGRO

 


AMOR, MUNDO EN PELIGRO

 

Hay que tener cuidado, 

mucho cuidado: el mundo 

está muy débil, hoy,

y este día es el punto 

más frágil de la vida.

Ni siquiera me atrevo 

a pronunciar el nombre, 

por si mi voz rompiera 

ese encaje sutil

labrado por alternos 

de sol y luna, rayos, 

que es el pecho del aire.

Hay  que soñar despacio: 

nuestros sueños deciden 

como si fueran pasos;

y detrás de ellos quedan 

sus huellas, tan marcadas, 

que el alma se estremece 

al ver cómo ha llenado 

la tierra de intenciones 

que podrían ser tumbas 

de nuestro gran intento.

 

Soñar casi en puntillas 

porque la resonancia 

de un sueño, o de un pie duro 

en un suelo tan tierno 

podría derribar 

las fabulosas torres 

de alguna Babilonia.

 

Hay que afinar los dedos: 

hoy todo es de cristal 

en cuanto lo cogemos.

Y una mano en la nuestra 

quizá se vuelva polvo 

antes de lo debido

si se aprieta más 

que a un recuerdo de carne.

 

Hay que parar las gotas 

de la lluvia: al caer 

en la tierra abrirían 

hoyo como sepulcros; 

porque el suelo es tan blando 

que en él todo es entierro.

Parar, más todavía, 

cuando estemos al borde 

de algún lago de plata, 

el afán de llorar 

que su gran parecido 

con un lago de plata 

en nosotros provoca.

 

Sí, detener las lágrimas. 

Si una lágrima cae 

hoy con su peso inmenso 

en un lago o en unos 

ojos que nos querían 

puede llegar tan hondo 

que destruya los pájaros 

del cielo más amado,

y, haciendo llover plumas, 

llene toda la tierra 

de fracasos de ala.

No hay que apartar la vista 

de los juncos de azogue 

donde el calor se mide.

Si el ardor sube mucho 

en pechos o en termómetros,

puede arruinar la tierna

cosecha que prometen

tantas letras sembradas

en las cartas urgentes.

 

Pedro Salinas

Cuadro: Pasaje por el dolor de Miguel Oscar Menassa

sábado, 10 de septiembre de 2022

"LAS CALAVERAS" DE POSADAS



“LAS CALAVERAS” DE POSADAS

 

Ríen a subterráneas carcajadas,

secas mandíbulas en los alvéolos de la noche,

mi madre no les teme, les reza con dulzura como a una maldad,

que dejen bajo la piedra sus vértebras, sus botellas,

semejante jarana, zapateos, hembras.

Sus guitarras apenas emiten un ruido de alimaña que escarban,

devoran frituras, vociferan,

acarician las esqueletas, las voltean,

                                                                cantan

con descomunales sombreros en punta

que protegen sus cráneos del sol de los muertos.

 

Este es el verano del cactus del desierto y la rata

en la almohada:

¿qué le pasa a esa gente?

Seguro bebieron mucha tequila

o mordieron un ají bravo

para hacer tanta bullas en las familias.

                                                                 Ni un pájaro queda

en la jaula vacía de sus costillas.

 

¿Quién toca para su fiesta el arpa de los placeres perdidos,

el sigue y sigue

a la luz de un candil de burdel enterrado…?

¿Se bañaron en el río?

¿Vieron fornicar un asno?

¿Olieron el sol en las hojas,

los rozó una pluma, una mano,

han mordido siquiera un higo

para estar tan contentos…?

 

¡No importa! ¡No importa!

El sitio es un concilio de ebrios. No hay difuntos

aquí, solo un módico albergue

para viajantes de comercio de la tumba y gentes

populares, vendedores de baratijas, lavanderas,

narradores de crímenes espantosos,

enanos tartamudos de los mercados,

un frenético foco de pasiones de ayer

azuzadas por la corriente del Golfo.

Un convite de petrificadas sandías.

 

Enrique Molina

Cuadro: El triunfo de Baco de Velázquez