martes, 31 de mayo de 2022

PRESENTACIÓN "LOS RECUERDOS DEL OLVIDO" DE YOSUNE CASTELLANO ALARCÓN

 


PRESENTACIÓN “LOS RECUERDOS DEL OLVIDO” DE YOSUNE CASTELLANO ALARCÓN

 

Para mí es un honor y un place estar aquí hoy, acompañando a mi compañera en esta presentación de su libro. Y es también una gran responsabilidad.

 

Hoy quiero transmitiros, por encima de todo, mi admiración por Yosune, por lo que escribe, por su valentía. Porque hay que ser muy valiente para escribir poesía. Peta es aquél que busca en lo más profundo de sí mismo, aquel que no tiene miedo a descubrirse ante sí mismo y ante los demás. Aquel que habla con voz clara y profunda de los que más amamos y lo más nos duele, de la vida.

 

Yosune descubrió, hace unos años, ese camino y, pese a que no es fácil, decidió seguirlo. Cuesta desnudar el alma, duelen a veces los sentimientos, peo merece la pena, porque saca de nosotros lo mejor, lo más humano.

 

lunes, 30 de mayo de 2022

ES DE NOCHE

 


ES DE NOCHE

 

Es de noche

en la ciudad todos duermen

menos el sonido palpitante

del corazón del tiempo

latiendo acompasadamente

contra mí mismo.

 

Ninguna sed se calmará este siglo

opaco siglo del deseo

donde el hombre fue luz

bordada a fuego y, a la vez,

sueño desesperado.

 

La lucha es contra todos

también yo

es un soldado de la muerte.

 

El hombre actual

está casi muerto

delicado amante

de su propia decadencia

no tiene fuerzas

para pensar el futuro.

Todo en él

es una presencia anhelante

y carnívora

que lo devora

y lo engrandece

y, a la vez,

lo devora.

 

Miguel Oscar Menassa

Cuadro: "Desde la luna" de MOM

domingo, 29 de mayo de 2022

DOMINGOS

 


DOMINGOS

 

En los domingos, cuando están las calles

del centro  quietas,

alguna vez camino, y las oscuras,

cerradas puertas

de los negocios, son como sepulcros

sobre veredas.

 

Si yo golpeara en un domingo de esos

las frías puertas,

de agrisado metal, sonido hueco

me respondiera…

Se prolongara luego por las calles

grises y rectas.

 

¿Qué hacen en los estantes, acostadas

las negras piezas

de géneros? Estantes, como nichos,

guardan las muertas

cosas, de los negocios adormidos

bajo sus puertas.

 

Una que otra persona por las calles

sola, se encuentra:

un  hombre, una mujer, manchan el aire

con su presencia,

y sus pasos se sienten uno a uno

en la vereda.

 

Detrás de las paredes las personas

¿mueren o sueñan?

Camino por las calles: se levantan

mudas barreras

a mis costados: dos paredes

largas y paralelas.

 

Vueltas y vueltas doy por esas calles;

por donde quiera,

me siguen las paredes silenciosas,

y detrás de ellas

en vano saber quiero si los hombres

mueren o sueñan.

 

Alfonsina Storni

Cuadro: "El paseo del domingo" de Carl Spitzweg

sábado, 28 de mayo de 2022

HE VENIDO PARA VER

 

 


HE VENIDO PARA VER

 

He venido para ver semblantes

amables como viejas escobas,

he venido para ver las sombras

que desde lejos me sonríen.

 

He venido para ver los muros

en el suelo o en pie indistintamente,

he venido para ver las cosas,

las cosas soñolientas por aquí.

 

He venido para ver los mares

dormidos en cestillo italiano,

he venido para ver las puertas,

el trabajo, los tejados, las virtudes

de color amarillo ya caduco.

 

He venido para ver la muerte

y su graciosa red de cazar mariposas,

he venido para esperarte

con los brazos untando en el aire,

he venido no sé por qué;

un día abrí los ojos, he venido.

 

Por ello quiero saludar sin insistencia

a tantas cosas más que amables,

los amigos de color celeste,

los días de color variable,

la libertad del color de mis ojos.

 

Los niñitos de seda tan clara,

los entierros aburridos como piedras,

la seguridad, ese insecto

que anida en los volantes de la luz.

 

Adiós, dulces amantes invisibles,

siento no haber dormido en vuestros brazos.

Vine por esos besos solamente;

guardar los labios por si vuelvo.

 

Luis Cernuda

viernes, 27 de mayo de 2022

PRESENTACIÓN DEL LIBRO "LOS RECUERDOS DEL OLVIDO" DE YOSUNE CASTELLANO ALARCÓN


 Presentación del poemario 
"Los recuerdos del olvido" de Yosune Castellano Alarcón, 
el 20 de mayo de 2022 en el café Continental de Alcalá de Henares

miércoles, 25 de mayo de 2022

PRESENTACIÓN DEL POEMARIO "LOS RECUERDOS DEL OLVIDO" DE YOSUNE CASTELLANO ALARCÓN

 


OTRA FORMA DE EDUCAR ES POSIBLE.

 

POESÍA EN LAS AULAS.

 

Presentación del libro “Los recuerdos del olvido” de Yosune Castellano Alarcón.

 

Yosune, integrante del taller de Poesía Grupo Cero de Alcalá de Henares, coordinado por Carlos Fernández del Ganso, presentó su primer poemario en el Café Continental de la misma ciudad el 20 de mayo a las 19 horas, acompañada por dos músicos, integrantes del grupo “Sin recreo” que pusieron sus acordes y sus canciones al acto.

 

Previamente hubo unas palabras sobre la autora y el libro, por parte de una compañera del taller de Poesía, el coordinador del mismo y Ana Sol Hermida, directora del colegio donde Yosune ejerce como docente desde 2003.

 

Durante el recital se pudieron escuchar sus poemas en la voz de la autora y de otros poetas que la arroparon.

 

La autora, maestra de profesión pero sobre todo de vocación, suele abrir sus clases leyendo poemas. Con este gesto logra captar la atención de sus alumnos. Así abrió el recital, con música y con un poema. Entre el público, numerosos alumnos de diferentes edades participaron activamente en el acto. Los más pequeños, se aprendieron de memoria el poema “Tutora” y fue leído a diferentes voces; hizo lo mismo un grupo de sexto de primaria con el poema “Aprendiendo”, ambos grupos arrancaron un fuerte aplauso entre los asistentes.

 

Sus alumnos cada trimestre, leen la revista “Balcones de Poesía y Luna” producida en el taller de Poesía y dedicada a un gran poeta consagrado en cada número. Fruto de esta lectura y de otras, los alumnos de Yosune lograron escribir versos componiendo un cadáver exquisito para la revista del colegio.

 

Llevar la Poesía a las aulas de una manera diferente es posible. Yosune, guerrera en el silencio, lo está logrando y vemos su resultado, tanto en su trabajo, como en lo social y en este magnífico poemario.

 

Enhorabuena a la autora por todo. Deseamos que sigas mucho tiempo en este camino que has empezado.

 

Maribel Domínguez Duarte

 

lunes, 23 de mayo de 2022

SOLILOQUIO DEL FARERO

 

 


SOLILOQUIO DEL FARERO

 

 

Como llenarte, soledad,

sino contigo misma…

 

De niño, entre las pobres guaridas de la tierra,

quieto en ángulo oscuro,

buscaba en ti, encendida guirnalda,

mis auroras futuras y furtivos nocturnos,

y en ti los vislumbraba,

naturales y exactos, también libres y fieles,

a semejanza mía,

a semejanza tuya, eterna soledad.

 

Me perdí luego por la tierra injusta

como quien busca amigos o ignorados amantes;

Diverso con el mundo,

fui luz serena y anhelo desbocado,

y en la lluvia sombría o en el sol evidente

quería una verdad que a ti te traicionase,

olvidando en mi afán

cómo las alas fugitivas su propia nube crean.

 

Y al velarse a mis ojos

con nubes sobre nubes de otoño desbordado

la luz de aquellos días en ti misma entrevistos,

te negué por bien poco;

por menudos amores ni ciertos ni fingidos,

por quietas amistades de sillón y de gusto,

por un nombre de reducida cola en un mundo fantasma,

por los viejos placeres prohibidos

como los permitidos nauseabundos,

útiles solamente para el elegante salón susurrado,

en bocas de mentira y palabras de hielo.

 

Por ti me encuentro ahora el eco de la antigua persona

que yo fui,

que yo mismo manché con aquellas juveniles traiciones;

por ti me encuentro ahora, constelados hallazgos,

limpios de otro deseo,

el sol, mi dios, la noche rumorosa,

la lluvia, intimidad de siempre

el bosque y su alentar pagano,

el mar, el mar como su nombre hermoso;

y sobre todos ellos,

cuerpo oscuro y esbelto,

te encuentro a ti, tú, soledad tan mía,

y tú me das fuerza y debilidad

como el ave cansada los brazos de la piedra.

 

Acodado al balcón miro insaciable el oleaje,

oigo sus oscuras imprecaciones,

contemplo sus blancas caricias;

y erguido desde cuna vigilante

soy en la noche un diamante que gira

advirtiendo a los hombres,

por quienes vivo, aun cuando no los vea;

y así, lejos de ellos,

ya olvidados sus nombres, los amo en muchedumbres,

roncas y violentas como el mar, mi morada,

puras ante la espera de una revolución ardiente

o rendidas y dóciles, como el mar sabe serlo

cuando toca la hora de reposo que su fuerza conquista.

 

Tú, verdad solitaria,

transparente pasión, mi soledad de siempre,

eres inmenso abrazo;

el sol, el mar,

la oscuridad, la estepa,

el hombre y su deseo,

la airada muchedumbre,

¿Qué son sino tú misma?

 

Por ti, mi soledad, los busqué un día;

en ti, mi soledad, los amo ahora.

 

Luis Cernuda

sábado, 21 de mayo de 2022

LOS OBUSES (2)

 


LOS OBUSES (2)

 

Todo pareció quedar en orden pero era terrible.

Dos manos cortadas dentro de una guitarra,

un tiesto en el sombrero de novia, un árbol en el cuarto,

las fotografías sin el menor rasguño

prolongando la falsa vida de los parientes, el recuerdo

de la Exposición,

Joselito, Lenin, todo mezclado al olor del relámpago.

 

Esa tremenda mancha en la pared como un ladrido pintado,

como un ladrido de perro enfermo y solo,

ese caballo de madera orgulloso, intacto,

llevado a la más alta ruina por el viento de los obuses.

 

Donde nacieron los pequeños, donde velaron a los muertos

--cuando era posible morirse con las manos juntas--,

donde crecieron las telarañas

y se fueron inclinando a la tierra los más viejos,

donde yace el corazón,

el reloj del hogar que vio pasar los días y los rostros,

allí no es posible ver otra cosa que el vacío,

el primero y más firme cimiento de una casa.

 

Ya pasaron viniendo del Oeste y he aquí su obra

--ni el tiempo la hubiera hecho tan perfecta--,

muchos otros muros no ceden pero éste se cayó de pronto

como una encina demasiado vieja,

el mismo aire del obús que pasa enloquecido lo hubiera derribado.

Así cayo, así cayeron con él las buenas gentes, las palomas,

la veleta,

y el sol que estaba entonces dorando los canarios.

 

La noche de ceniza se hizo sobre la casa, de súbito cubrió los restos,

las cosas que quedaron.

 

Así fue, mientras nuestros bravos soldados

combaten en la cintura de la ciudad maravillosa.

Muertos sin hospital, sin velatorio, sin entierro; muertos

anónimos, sí,

pero amados, es por vosotros que nosotros vivimos

para esperar que crezca la flor nueva del mundo, en vuestras ruinas.

 

Raúl González Tuñón

Cuadro: "Los desastres de la guerra" de Rubens


viernes, 20 de mayo de 2022

ESTÁIS CIEGOS

 

ESTÁIS CIEGOS

 

No queréis ver. Se ciega cuando duele

la luz, pero la luz es ascua viva.

Apartáis la verdad porque es de lumbre

y el alma nos lacera y las pupilas.

A veces creéis ver sombras lejanas,

tristes fantasmas que os atemorizan,

y no queréis saber que son reflejo

de vuestra propia imagen fugitiva.

No veis que el hombre marcha hacia la nada

y que su frente como un sol se eclipsa

que la miseria como un mar se vuelca

sobre la humana y solitaria orilla.

 

Que el rencor alimenta ocultos perros

y ara en un lento corazón de ortigas.

Que en las hoscas raíces de la tierra

late una fuerza forestal cautiva

como en los blancos huesos afligidos

un odio que ensombrece las mejillas.

No queréis ver pisando sobre el rostro

del hombre la injusticia,

los caballos de fuerza, los inútiles

cadáveres, las ruinas,

los trigales sin pan, la sima en donde

como piedra el amor se precipita.

 

No lo queréis saber. Pero hay un fénix

para surgir del lodo y la ceniza.

 

Porque no queréis ver que el hombre puede

ser un fragmento de gigante víscera,

trozo de un corazón único y múltiple

latiendo sobre el llanto, hacia la vida.

 

Cerrad, cerrad los ojos. Todo en vano,

Dios vela todavía.

 

Leopoldo de Luis

jueves, 19 de mayo de 2022

CANCIÓN DE CUNA PARA DORMIR A UN PRESO

 


CANCIÓN DE CUNA PARA DORMIR A UN PRESO

 

La gaviota sobre el pinar,

(La mar resuena).

Se acerca el sueño. Dormirás,

soñarás, aunque no lo quieras.

La gaviota sobre el pinar

goteado todo de estrellas.

Duerme. Ya tienes en tus manos

el azul de la noche inmensa.

No hay más que sombra. Arriba, luna.

Peter Pan por las alamedas.

Sobre ciervos de lomo verde

la niña ciega.

Ya ni eres hombre, ya te duermes,

mi amigo, ea…

Duerme, mi amigo. Vuela un cuervo

sobre la luna, y la degüella.

La mar está cerca de ti,

muerde tus piernas.

No es verdad que tú seas hombre;

eres un niño que no sueña.

No es verdad que tú hayas sufrido:

son cuentos tristes que te cuentan.

Duerme. La sombra toda es tuya,

mi amigo, ea…

Eres un niño que está serio.

Perdió la risa y no la encuentra.

Será que habrá caído al mar,

la habrá comido una ballena.

Duerme, mi amigo, que te acunen

campanillas y panderetas,

flautas de caña de son vago

amanecidas en la niebla.

No es verdad que te pese el alma.

El alma es aire y humo y seda.

La noche es vasta. Tiene espacios

para volar por donde quieras,

para llegar al alba y ver

las aguas frías que despiertan,

las rocas grises, como el casco

que tú llevabas a la guerra.

La noche es amplia, duerme, amigo,

mi amigo, ea…

La noche es bella, está desnuda,

no tiene límites ni rejas.

No es verdad que ni hayas sufrido,

son cuentos tristes que te cuentan.

Tú eres un niño que está triste,

eres un niño que no sueña.

Y la gaviota está esperando

para venir cuando te duermas.

Duerme, ya tienes en tus manos

el azul de la noche inmensa.

Duerme, mi amigo…

Ya se duerme

mi amigo, ea…

 

José Hierro

 

martes, 17 de mayo de 2022

PRESENTACIÓN DEL POEMARIO "LOS RECUERDOS DEL OLVIDO"

El próximo viernes, 20 de mayo, los integrantes del Taller de Poesía Grupo Cero de Alcalá de Henares, estaremos acompañando a nuestra compañera Yosune Castellano Alarcón en la presentación de su poemario. 

 

LA SOLEDAD O ELLA

 

 


LA SOLEDAD O ELLA

 

Ella abre sus brazos al horizonte

pero el mar es tan grande

que sólo una gaviota la atraviesa.

 

Ella abre sus brazos al mundo

abre sus brazos pero es tan grande

el dolor que sólo se acercan los niños.

 

Ella abre los brazos a la oscuridad

abre los brazos pero no viene nadie

y entonces el hombre que la habita

fuma

y la hace toser.

 

Raúl Gustavo Aguirre

 

lunes, 16 de mayo de 2022

A LA MUJER DE LOS OJOS DE ACERO

 


A LA MUJER DE LOS OJOS DE ACERO

 

 

He visto a una mujer de ojos de acero

con un taje de novia hecho jirones,

el gesto diluvial de un aguacero,

habitante de antiguas poblaciones.

 

Recuerdo bien el rostro de esta anciana

en cuya helada casa estuve un día:

mi juventud de entonces,

ni veía

el paisaje cruel tras la ventana.

 

Un campo gris, adusto, casi yerto,

cenicienta colina planetaria,

un árbol del que cuelga un fruto muerto

y un cielo de tersura temeraria.

 

La mujer removía su vestido

entre los brazos se los rotos muros.

Salí de aquella estancia convencido

de que mis ojos eran más oscuros.

 

Porque la casa oscuramente amuebla

un mobiliario herido de carcoma,

armarios que contienen unas ropas se niebla,

espejos en que el rostro de un pobre niño asoma.

 

Y la cama de sábanas hostiles

donde han dormido ciegos regimientos

que dejaron inútiles fusiles

encasquillados de remordimientos.

 

Alguien sacude antiguos reposteros

y descorre amarillos los estores,

escribe en las paredes nombres de prisioneros

y confía en los viejos desertores.

 

Y la mujer de ojos de acero mira

tras de las polvorientas cristaleras.

El odio en sus estancias nuevamente conspira

y huéspedes de llanto suben sus escaleras.

 

Siempre hay dos en la casa de esta mujer, habitan

dos seres siempre opuestos y enfrentados.

La mujer sabe cuántas miserias los concitan

y con ellas los tiene sádicamente atados.

 

Hoy vuelvo a ver la casa de esta vieja

mujer. Los que golpean su postigo

olvidan que el rencor nunca se aleja

y que ellos mismos son el enemigo.

 

Leopoldo de Luis

jueves, 12 de mayo de 2022

PARA VIVIR

 




PARA VIVIR

 

Para vivir,

yo busqué un sitio oscuro.

Para vivir.

 

Para vivir,

practiqué el mimetismo.

Para vivir.

 

Me compuse mil caras,

mil caras inocentes,

mil caras complacientes.

Para vivir.

 

Mil caras diferentes,

mi amor, mi buen amor,

mi amor que sólo tienes

la cara del amor.

 

Y cavaba la tierra,

callaba, me escondía,

borré todas mis huellas,

me deshice de todo mi amor,

para vivir.

 

Para vivir,

yo busqué un sitio puro.

Para vivir.

 

Para vivir,

sólo había este abismo,

mi amor, para vivir.

 

Raúl Gustavo Aguirre

miércoles, 11 de mayo de 2022

PROFECÍA

 


PROFECÍA

 

Tú no eres tú, mi hermano y campesino:

tú eres nadie y tu ira, facultada

de manejables arcos acerados.

A tu manera faltas sosegada,

a tu amor y destino,

veterana asistencia de los prados.

 

Cornalón por la hoz, áspero sobre

la juventud del vino,

apacientas designios desiguales;

dices a Dios que obre

la creación, del campo solo y mondo,

¡tú!, que has sacado a Dios de los Trigales

candeal y redondo.

 

Pides la expropiación de la sonrisa

y la emancipación de la corriente

--¡lo imposible—del río.

Dejas manca en los árboles la brisa,

el ave sin reposo ni morada,

con el hacha y el brío.

 

Escaso en todo y abundante en nada,

el florido lugar de regadío

se torna de secano.

 

En nombre de la espiga, te conjuro:

¡siembra el pan! Con esmero.

 

Día vendrá un cercano venido

en que revalorices la esperanza,

buscando la alianza

del cielo y no la guerra.

 

¡Tierra! de promisión y de bonanza

volverá a ser la tierra.

 

Miguel Hernández

martes, 10 de mayo de 2022

LA ABANDONADA

 


 

LA ABANDONADA

 

 

Aún no hace mucho tiempo,

cuando el mundo era un vidrio del color de la dicha, no un

puñado de arena,

te mirabas en alguien igual que en un espejo que

te embellecía.

Era como asomarte a las veloces aguas de las ilimitadas indulgencias

donde se corregían con un nuevo bautismo los errores,

se llenaban los huecos con una lluvia de oro, se bruñían las faltas,

y alcanzabas la espléndida radiación que adquieren hasta en la noche los milagros.

Imantabas las piedras con pisarlas.

Hubieras apagado con tu desnudez el plumaje de un ángel.

Y algo rompió el reflejo.

Se rebelaron desde dentro las imágenes.

¿Quién enturbió el azogue?, ¿quién deshizo el embrujo de la transparencia?

Ahora estás a solas frente a unos ojos de tribunal helado que trizan los cristales,

y es como si en un día la intemperie te hubiera desteñido

y el cuchillo del viento hecho jirones y la sombra del sol desheredado.

No puedes ocultar tu pelambre maltrecha, tu mirada de animal en derrota,

ni esas deformaciones que producen las luces violentas en las amantes repudiadas.

Estás ahí, de ie, sin indulto posible, bajo el azote de la fatalidad,

prisionera del mismo desenlace igual que una heroína en el carro del mito.

Otro cielo sin dioses, otro mundo al que nadie más vendrá sumergen en las aguas implacables tu imperfección y tu imperfección y tu vergüenza.

 

Olga Orozco

 

sábado, 7 de mayo de 2022

LOS NIÑOS MUERTOS

 


LOS NIÑOS MUERTOS

 

“Por la Casa ce Campo

y el Manzanares

quieren pasar los moros.

¡No pasa nadie!”)

 

Murieron como todos los niños sin preguntar de qué y por qué morían.

A las 10 de la noche los aviones negros arrojaron bengalas como en la verbena.

Al espía que hizo señales desde una ventana le agujerearon el cráneo.

 

La muerte, con traje de luces, dio varias vueltas por la ciudad.

A las 10 y 2 minutos un estruendo redondo siguió a cada silbido.

Los tranvías se lanzaron a la carrera y un espacial azul agonizante.

El primer muerto falso fue un maniquí desvelado amarillo.

Todos los grifos de la ciudad fueron abiertos, todos los vidrios se arrugaron.

El espía apretaba en su mano un plano del Museo y un trabuco.

En las mansiones incautadas los señores de los óleos parecían decir:

“No nos dejéis”.

Los periodistas extranjeros hicieron cola para ver a la primera señorita muerta.

Los pianos cerrados de pronto con el ruido del féretro desplomado,

el olor del jardín mezclado al del humo y la carne chamuscada,

el hombre que precisamente a esa hora va en busca de la comadrona,

la estatua sin cabeza con un letrero que decía Peluquero de Señoras,

el ladrido de los perros más solo que nunca al fondo de los corredores,

todo pasó rápidamente, como en el cine, cuando aún se

oía el zumbido de la avispa gigante.

 

Los niños muertos por juguetes, asesinados por grandes mecanos armados,

con los que ellos soñaban cada noche, fueron recogidos al alba sin mercados,

sin máscaras sueltas, sin churros, sin canciones (fue la primera vez),

sin caballos blancos, sin manicuras, sin timbres de relojes,

entre ambulancias,

linternas, sábanas, delegados del gobierno, funebreros y vírgenes llorando.

La sangre de los primeros niños muertos corrió toda la noche.

Cada niño tenía un número sobre el pecho, el 7, el 9, el 104, el 1,

pero la sangre corrió y se hizo río y fue una sola entonces,

la primera que corrió por los canales del sobresalto y e rencor.

En la tierra por ella regada en la noche creció la rosa de la pólvora,

la rosa que hoy vigila las puertas de Madrid y cuando

se acerca la avispa

lanza contra ella sus furiosos pétalos junto a los hombres que sonríen,

a nuestros bravos soldados que sonríen porque saben

por qué pelean y mueren.

 

Raúl González Tuñón

 

jueves, 5 de mayo de 2022

EN UN LIBRO VIEJO

 


 

EN UN LIBRO VIEJO

 

 

En un libro viejo –de unos cien años-

olvidada entre sus hojas,

encontré una acuarela sin firma.

Debe haber sido obra de un artista muy bueno.

Llevaba como título “Presentación del amor”.

Pero más bien correspondía “-del amor de los sensuales en extremo”.

Porque era manifiesto al contemplar la obra

(fácilmente percibíase la idea del artista)

que a los que aman en cierto modo regularmente,

que permanecen dentro de lo que de todas maneras

se permite,

no estaba destinado el adolescente

de la pintura –en unos ojos pardos, oscuros,

con la hermosura peregrina de su rostro,

la belleza de la atracción anómala;

con sus labios ideales que llevan

el placer a un cuerpo amado;

con sus miembros ideales creados para lechos

que la moral corriente llama vergonzosos.

 

Constatino Kavafis

martes, 3 de mayo de 2022

CORAZÓN QUE TE HIERE

 



 CORAZÓN QUE TE HIERE

 

Corazón que te hieren

con una rama verde.

 

Llegó a mi lado. Era

el momento más fuerte

que el recuerdo. Es hoy

todo inolvidable. El verde

de los álamos es

vida. Los cielos tienen

azul de amor sereno

que aún ignora la muerte.

 

Llega a mi lado. Trae

una rama. (Parece

la verde primavera

que entre sus manos duerme.)

oh, qué felicidad.

Las brisas, cómo mecen.

Ella saca a las flores

de su encanto silvestre.

Ella toca de gracia

el áspero presente.

 

Llega a mi lado. Trae

una rama. (Se mueve

irreal: su elemento

es la música. Viene

quebrando los silencios

maravillosamente.)

 

Entre sus manos es

la rama una serpiente

de luz, un río frágil,

bandera transparente

que pone en este ensueño

su alegría evidente.

(Por la rama comprendo

que estamos vivos. Este

instante no es un sueño

que pasa y no nos mueve.)

Es un látigo frágil, una llama en que beben nuestros ojos.

 

¿Por qué

la ceñiste a mis sienes 40

como si fuera el único

dios a quien perteneces?

¡Por qué te he preguntado

si ceñiste otras sienes!

 

Corazón, te han herido

con una rama verde.

 

 

José Hierro

Cuadro: "La cerradura" de Jean Honoré Fragonard