DESPEDIDA
…es tan corto el amor
y es tan largo el olvido…
Pablo Neruda
Te fuiste.
Como se va la
primavera.
Como se van
todas las cosas.
Como se
pierden en el mar las velas.
Y yo me quedé
solo,
con las uñas
clavadas en la arena,
viendo cómo se
alejan las mareas.
Te fuiste.
Ni tu nombre
recuerdo,
ni el color de
tus ojos.
Sólo que por
las tardes leíamos a Neruda;
aún me llega
el timbre de tu voz profunda,
y el alarido
de tu dicha, suelto,
huyendo a
medianoche por la playa.
Te fuiste.
Irremediablemente
huiste de mi vida.
Fue el océano
tu cómplice fortuito:
zarpaste al
borde de un balandro cualquiera
una tarde
cualquiera.
Yo me quedé
sobre la playa dilatada,
salpicado de
ocaso, solitario en la arena.
Te fuiste.
Nos habíamos
amado con la furia de los 25 años.
Todo fue cerca
al mar:
besos de sal y
yodo,
mordiscos de
medusa enloquecida,
saltos de
delfines en celo,
abrazos hasta
brotar la sangre marinera.
Te fuiste.
Como se fueron
también la rada familiar,
las velas
madrugadoras de los camaroneros,
el lecho duro
de nuestros combates clandestinos.
Hasta el mar
cambió de rostro y de fragancia;
la codicia del
hombre corrompió las aguas.
El aire mismo
se llenó de venenos y de miasmas.
Te fuiste.
Como se van
todas las cosas.
Y yo me quedé
solo,
con las uñas
clavadas en la arena,
viendo cómo se
alejaban las mareas.
Luis Zalamea
Borda
Cuadro: "La barca del olvido" de Miguel O. Menassa