lunes, 31 de diciembre de 2018

sábado, 29 de diciembre de 2018

Poesía en Navidad - Thomas S. Elliot


EL CULTIVO DE LOS ÁRBOLES DE NAVIDAD

Hay muchas actitudes hacia la Navidad,
algunas de las cuales podemos desechar:
la social, la torpe, la abiertamente comercial,
la juerguista (los bares abiertos hasta medianoche)
y la pueril –que no es la del niño
para quien la vela es una estrella y el ángel dorado
que despliega sus alas en la cima del árbol
es no un simple adorno, sino un ángel.
El niño se embelesa ante el Árbol de Navidad:
dejadle conservar ese espíritu de admiración
ante la Fiesta en cuanto evento no aceptado como pretexto;
de modo que el arrebato centelleante, la maravilla
del primer Árbol de Navidad recordado,
de modo que las sorpresas, el deleite en nuevas posesiones
(cada cual con su peculiar y emocionante olor),
la expectativa del ganso o del pavo
y el esperado sobrecogimiento ante su aparición,
de modo que la reverencia y la alegría
no lleguen a olvidarse en la experiencia posterior,
en el aburrido acostumbramiento, la fatiga, el tedio,
la certeza de la muerte, la conciencia del fracaso,
o en la piedad del converso,
que puede estar teñida de arrogancia
desagradable a Dios e irrespetuosa hacia los niños
(y aquí recuerdo también con  gratitud
a santa Lucía, su canción y su corona de fuego):
de modo que antes del fin, la octogésima Navidad
(entendiendo por “octogésima” la última),
los recuerdos acumulados de la emoción anual 
puedan concentrarse en un gran gozo
que será también un gran temor, como en la ocasión
en que el temor desciende a cada alma:
porque el principio nos rememorará el final
y la primera venida, la segunda venida.

Thomas Stearns Elliot


viernes, 28 de diciembre de 2018

Poesía en Navidad - Vinicius de Moraes


NAVIDAD

Para eso fuimos hechos
para recordar y ser recordados
para llorar y hacer llorar
para enterrar a nuestros muertos
por eso tenemos brazos largos para los adioses
manos para tomar lo que fue dado
dedos para cavar la tierra.
Así será nuestra vida:
Una tarde siempre por olvidar
una estrella apagándose en la sombra
un camino entre dos sepulcros—
por eso necesitamos velar
hablar bajo, pisar suave, ver
a la noche dormir en silencio.
No hay mucho que decir:
una canción sobre una cuna
un verso, tal vez, de amor
una oración por quien se va
pero que esa hora no olvide
y por ella nuestros corazones
se dejen, graves y simples.
Pues confiar en el milagro
para participar de la poesía
para ver el rostro de la muerte—
De repente nunca más esperaremos
hoy la noche es joven; de la muerte, apenas
nacemos, inmensamente.

Vinicius de Moraes
Brasil 1913 – 1980


jueves, 27 de diciembre de 2018

Poesía en Navidad - Gloria Fuertes


JESÚS, MARÍA Y JOSÉ

Jesús, María y José
estaban junto al pesebre.
El niño tenía frío.
María tenía fiebre.

Al Niño Jesús Bendito,
le entretiene un angelito.
Se arremolina la gente,
vienen los Reyes de Oriente.
Se acercan los mensajeros.
El Niño hace pucheros.
No le gusta el oro fino,
prefiere pañal de lino.

Los pastores van en moto,
y se arma un alboroto,
las ovejas asustadas,
corren hacia las majadas.

Los pastores dan al Niño
bollos y queso, y cariño.
José, María, y Jesús,
nos dan vida y nos dan luz.

Gloria Fuertes

miércoles, 26 de diciembre de 2018

Poesía en Navidad - Gabriela Mistral


ROMANCE DEL ESTABLO DE BELÉN

Al llegar la medianoche
y romper en llanto el Niño,
las cien bestias despertaron
y el establo se hizo vivo…

y se fueron acercando
y alargaron hasta el Niño
sus cien cuellos, anhelantes
como un bosque sacudido.

Bajó un buey su aliento al rostro
y se lo exhaló sin ruido,
y sus ojos fueron tiernos,
como llenos de rocío…

Una oveja  lo frotaba
contra su vellón suavísimo,
y las manos le lamían,
en cuclillas, dos cabritos…

las paredes del establo
se cubrieron sin sentirlo
de faisanes y de ocas
y de gallos y de mirlos.

Los faisanes descendieron
y pasaban sobre el niño
su ancha cola de colores;
y las ocas de anchos picos

arreglábanle las pajas;
y el enjambre de los mirlos
era un vuelo palpitante
sobre el recién nacido…

Y la Virgen entre el bosque
de los cuernos, sin sentido,
agitada iba y venía
sin poder tomar al Niño.

Y José sonriendo iba
acercándose en su auxilio…
¡Y era como un bosque todo
el establo conmovido!

Gabriela Mistral

lunes, 24 de diciembre de 2018

Poesía en Navidad - César Vallejo


NOCHEBUENA

Al callar la orquesta, pasean veladas
sombras femeninas bajo los ramajes,
por cuya hojarasca se filtran heladas
quimeras de luna, pálidos celajes.

Hay labios que lloran arias olvidadas,
grandes lirios fingen los ebúrneos trajes.
Charlas y sonrisas en locas bandadas
perfuman de seda los rudos boscajes.

Espero que ría la luz de tu vuelta;
y en la epifanía de tu forma esbelta,
cantará la fiesta en oro mayor.

Balarán mis versos en tu predio entonces,
canturreando en todos sus místicos bronces 
que ha nacido el niño-Jesús de tu amor.

César Vallejo


martes, 11 de diciembre de 2018

BESOS TUMULTUOSOS Y OLVIDOS





BESOS TUMULTUOSOS Y OLVIDOS

Nadie quiso volver, amputado,
a beber la savia tenebrosa,
y nadie usurpó el revés de
las aguas dilatando inviernos.
La lengua probó los sabores
de todas las frutas caídas
sobre el césped, su jugo, su color,
y lentos gemidos soportaron
el odio gelatinoso en pleno vuelo.
Acuática serpiente
bañándose en el río susurrante,
abrazando cada pulsación y sus latidos.
Espontánea especie sobre la arena,
esperando conocer el mecanismo de la selva.
Alrededor de la tierra, el mundo,
despierta a la gracia memoriosa de cada día.
Noches insensatas caen a los pies
de un amor desconocido.
Fluyen ramas sobre las aguas
y el rocío nocturno espera a lo lejos,
el sudor joven que no vuelve,
la sangre que brota en canciones de amor
que no nos pertenecen.
Es lento el tiempo detrás de los cristales,
y ninguna máscara alcanza
al ser en las cenizas.
Ahogado despertar negro,
sobre el fango que deja
la corriente del río,
mientras danza entre
besos tumultuosos y olvidos.

Lucía Serrano.

Poema de Lucía Serrano, publicado en la Revista "Balcones de poesía y luna" nº 9.

ALGO QUE CELEBRAR


ALGO QUE CELEBRAR

A Esther en su cumpleaños (mayo 2015)

Sumar afluentes a la ribera que colma el vergel de tus versos,
contar lunas alumbrando noches ciegas de pasión,
cincelar lienzos de atardeceres turbios en la mezquindad,
y marcar páginas con la tinta de tu sangre
en la frescura de unos ojos;
es algo que celebrar.
Algo que a la suma de los días
va adosando en la fuerza que sólo un poema
puede acariciar,
mientras las espinas del camino
se clavan en la planta de unos pasos dejando estelas.

Abrir la puerta al viajero,
ofrecer un mendrugo de pan al miserable,
apartar los rescoldos que abren una arruga más,
añadiendo una desventura más;
es algo que celebrar.

Cuando la aventura acompaña las brazadas
enriqueciendo ese vergel que aflora un año más,
entre el color enjalbegado
con los pinceles erectos bailando
entre la yema de tus dedos, sobre un lienzo,
plasmando pasiones en la penumbra
del acaecer sucumbido en días de sol,
y las letras perfiladas en el pergamino de los besos
marcando haces de luz a los ciegos de pasión;
eso, es algo, que hay que celebrar.

Gloria Gómez Candanedo
De “Nombre de mujer”

domingo, 9 de diciembre de 2018

VERSOS PARA GLORIA


VERSOS PARA GLORIA

Después de batallar largos caminos invisibles
entre la quebradiza hojarasca
cumpliendo ancestrales deberes
solventando dolorosos muros
topando tantas veces, con el ángulo hiriente
de uno mismo;
encontraste el vértice del deseo,
balcón infinito de un nuevo horizonte
que te envuelve en un sugerente aroma
y abre tus manos
a caricias inusitadas,
a melodías suaves
que sinuosamente dibujan
a una mujer.

Maribel Domínguez Duarte
De "Nombre de mujer"

sábado, 8 de diciembre de 2018

ROSAS NEGRAS



ROSAS NEGRAS

Rosas negras en el horizonte
tiñen de azul
pétalos de sangre
y en el azaroso intento
surten de caricias
un mar infinito.

Un frágil movimiento de espinas que danzan
en el vientre de la sal,
piedras calcinadas desentierran
la puerta abierto de esta inaccesible orbe.

Única luz sobre la crisálida noche,
calles de aceras empedradas,
de tímidas palabras
dando paso al nacimiento de la rosa
que un día
enturbiará un poema.

Mes de junio,
hojas recubiertas de temblorosos deseos
abordan la sala,
las ilusiones irrumpen entre tinieblas,
éste es el día,
en esta noche,
transforman las rosas negras
el color del anhelo,
conmemoran la apuesta
y levantan el telón.

La vida nos concede el papel de la edad,
las lágrimas convirtiéndose en lluvia
nos vistan para la fiesta.
Telares de linfa alzan el vuelo
para ceñir el descanso infinito.

Hojas negras tiñen de azul,
cubren este mar
que engalana sus  olas
el baile final.

Esther Núñez Roma
De “Nombre de mujer”

martes, 4 de diciembre de 2018

NOS ENCONTRAMOS


NOS ENCONTRAMOS

Nos volvemos a encontrar
mientras la vida pasa por las esquinas
marcando cada vez más las sienes;
ese rincón lo hacemos nuestro,
y entre cantos y versos bailamos a nuestro ritmo
olvidando las lianas arrojadas tras la puerta
de duelos
ante el tiempo;
y sellamos páginas de amor entre las manos,
en un instante que nos arranca el grito de la esperanza.

Brindamos en la tarde, mirando al poniente lejano
sosteniendo en un haz, el alarido  de libertad
emanada de las venas ardientes,
lanzando tintes de color a los días apesadumbrados;
mientras, un nuevo vaivén entre sombras,
florece en el latido
y el destello de la noche
va pronunciando versos
en la desnudez
contenida en danzas
robadas a los denuedos del destino.

Tu  desnudez irradia muecas en la savia vivaz,
y yo envuelvo mis sueños en una estela abierta
al sol de medianoche
en la yema de tus dedos.

Y aunque parezca extraño
entre notas perdidas en las corcheas abocadas al recuerdo
atisban danzas
que unan duelos encofrados en la oscuridad
abrigando mis noches de invierno.

Gloria Gómez Candanedo
De “Nombre de mujer”

domingo, 2 de diciembre de 2018

A LOS QUE DEJARON SU TIERRA


A LOS QUE DEJARON SU TIERRA

A mis padres

Mi niñez continúa corriendo
por sus calles blancas,
pasados los años
me sigo sintiendo un habitante en tierra extraña,
porque te sigo amando
Barbate de mis entrañas.

Fui un emigrante, fui un pescador
que tristemente soltó sus amarras
abandonando  padres, familia
en busca de un futuro, quizá mejor.

¿Qué te hicieron pueblo mío?
Siendo tanta tu hermosura y belleza
permitieron que se fueran tus hijos
por no poder explotar tu  riqueza.

Nos marchamos muchos.
Arrogantes y  valientes
--por algo allí nació un torero—
y siempre que podemos
hablamos con esmero
del pueblo del  que procedemos:
orgullosos de su aire marinero
incluso de su levante,
de sus viejos barcos
el verde de sus  pinares
y del azul de su celo.
De su antigua fábrica de conservas,
sus hacendosas mujeres
y  de este acento salobre
que me acompañará
hasta el último de mis amaneceres.

Maribel Domínguez Duarte
De “Nombre de mujer”



sábado, 1 de diciembre de 2018

NO ESTAMOS SOLOS


NO ESTAMOS SOLOS

No estamos solos,
aunque pensemos que el abandono
en este trayecto de cruces,
siembra ataúdes en el alma.

O quizás, sí, estamos solos
y es la sombra,
que en silencio,
muestra desnudo de palabras,
el sueño de la memoria.

Pero no, no estamos solos,
aunque quieras esconder con tu nombre
el delirio de la rosa
y la presa derrita con su brío la historia
en la que tú, eres protagonista.

O tal vez sí, estamos solos
y es otra cosa que mira o que no mira,
que divaga por la plaza
en forma de despedida.

No, no estamos solos,
ayer tú y yo conversamos,
cambiamos las cosas de sitio
para caminar por tierra firme,
vencimos al cobarde,
quimera transparente
que quiere separarnos.

No, no estamos solos
hay algo
que siempre
nos acompaña.

Esther Núñez Roma
De “Nombre de mujer”

viernes, 30 de noviembre de 2018

SEGUIRÉ REMANDO


SEGUIRÉ REMANDO
                                                             A mi padre      

No logrará la desgarradura del tiempo
perteneciente a las ásperas horas
estancadas en el dolor,
ni el enjambre de los ruidosos días venideros
vaciar las íntimas celdas
donde habita tu presencia.

Resuena en voces ajenas
una cordial sonrisa
posada en la dignidad de una ventana vacía.

Farina bebe vino  amargo para nunca olvidarla
estalla una mueca de orgullo
dirigida a tu piel labrada
de navegante abnegado.

Albergo tu sangre, latiendo,
remando  hacia lejanos puertos
aquellos que nombrabas:
Casablanca, Añadir, El Gran Tarajal…
Emprendiste nuevos pasos en la árida meseta
trabajando con tenacidad
amando con tesón
en un sólido pilar
compuesto por el fulgor de este amor inextinguible
que siento muy adentro.

Tus cansados huesos
asumieron la ley implacable del tiempo.
Descansa tranquilo,
compartiste toda la bondad de la que estabas repleto.
Te cubre, para siempre,
un bello recuerdo encendido.

Maribel Domínguez Duarte
De “Nombre de mujer”

miércoles, 28 de noviembre de 2018

CAMPESINA


CAMPESINA
(Poema dedicado a la mujer trabajadora)

Con tu semblante gallardo, mirada firme,
esperando el alba que alumbra la campiña
extendida a tus pies, abierta en surcos,
ansiando la sutileza moldeadora de tus manos.

Mujer campesina, sin descaso  de sol a sol,
Elaboras cultivos que devuelven la sonrisa lustre,
al fruto de la cosecha, fraguada de siglos y siglos
sin pronunciar un lamento.

Con mandil ceñido en la cintura,
tu gracia depositas en cada siembra,
difundiendo semillas de pasión por doquier,
esparcidas de acre en acre,
de solsticio a equinoccio
albergando la gratitud de una buena labranza.

 Alimentas pucheros, con el fruto de tu  afán,
coraje artesanado, por muchos olvidado
caminas por la dura afrenta del tiempo
con el único consuelo de una luz,
al pie de la chimenea.

A ti  vuelan estas estrofas al viento,
que germinan alas de fulgor sobre un calendario
evocando las tareas que se ciernen
sobre la ardua trinchera de tu  escenario,
dividido en zanjas encaminadas al atardecer
perdiéndose  en el confín de un horizonte azulado.

Gloria Gómez Candanedo

LA FLOR DEL PECADO


LA FLOR DEL PECADO

La flor despertó el deseo
dibujado en una imagen prohibida.
Envolviendo a la noche,
los gemidos de loba
se ahuyentaron en el silencio.

Flor de labios recelosos,
de húmedos pistilos
que bordean una sombra.
Dos cuerpos desnudos,
la savia de dos mundos
encontrados en el abandono.

Una flor que esconde una verdad
en otro lugar,
alejando a la presa de oro
que desfila en sus redes.

Una flor  de pétalos grises,
colmada de besos y abrazos rotos,
encendida con la llama
de unas sábanas mojadas,
envuelta y adornada de lujuria.

Sus semillas cantan,
brotan del viento,
polinizan alas carnosas
que brillan en una mente falaz.

Deshojada a la desnudez prohibida,
en el laberinto de deseos,
en una habitación desnuda
de una tierra colérica
por un pecado que nunca cometió.

Sigilosa, en la metamorfosis encarcelada
que desciende por la roca hacia el abismo,
abriendo sus pasos al placer de la carne,
estalla en la furia, entre gemidos de ángel.

Esther Núñez Roma



lunes, 26 de noviembre de 2018

PRESENTACIÓN DEL LIBRO "NOMBRE DE MUJER"




PRESENTACIÓN DE NOMBRE DE MUJER


Qué decirles hoy en la presentación de vuestro primer libro. Me dejaré llevar y la poesía anticipando la realidad, producirá toda novedad.

Ellas son tres mujeres que viven, trabajan y ejercen su libertad en Alcalá de Henares. Nacieron por primera vez en otros lares. Nadie en sus barrios,  ninguna raíz aseguraba travesar la frontera de la escritura, sin embargo pactaron con la poesía y ocho años después son otras, son autoras.

Saben que solas nada pueden, saben que el trabajo de leer tiene consecuencias, saben que cuando una mujer desea escribir construye la verdadera historia de la humanidad. Tres mujeres en perfecto desacuerdo, mostrando que lo social nos produce, que la poesía es un arma cargada de futuro porque el decir del poeta permanece en lo no dicho. Y si cito a Heiegger a Celaya a Menassa, es porque fueron acunadas por la poesía escrita y leída entre todos.

No es fácil para una mujer cumplir con su deseo, no ceder ante las infinitas invitaciones del pasado, los frecuentes prejuicios del presente y el temor irracional a dejar de ser amadas. Y sin embargo, y ahora las nombro por su Nombre de Mujer: Esther Núñez Roma, Maribel Domínguez Duarte, Gloria Gómez Candanedo, ustedes se encuentran cada domingo por la tarde con la función poética que coordina vuestros pasos.

Hoy estoy muy contento, algo emocionado al escribir la presentación, orgulloso por presenciar cómo crece lo recién nacido y alegre por escuchar grupalmente, en cada voz, la singularidad de las diferencias.

El libro está publicado por la Editorial Grupo Cero, un óleo encuadra la carátula titulado “Cuando la mujer desea” de Miguel Óscar Menassa, director de la Escuela de Poesía Grupo Cero, a la que pertenece el taller de Alcalá de Henares.

El poemario se estructura en tres significantes: El barrio, Atravesando la frontera, Raíces. Algunos dibujos en el interior escuchan la conversación que los 64 poemas mantienen entre sí y en la contraportada podemos leer el extracto de su recorrido poético y el acuerdo de un cadáver exquisito.