martes, 31 de enero de 2023

VERSOS OTOÑALES

 


VERSOS OTOÑALES

 

 

Al mirar mis mejillas, que ayer estaban rojas,

he sentido el otoño; sus achaques de viejo

me han llenado de miedo; me ha contado el espejo

que nieva en mis cabellos mientras caen las hojas…

 

¡Qué curioso destino! Me ha golpeado a las puertas

en plena primavera para brindarme nieve

y mis manos se hielan bajo la presión leve

de cien rosas azules sobre sus dedos muertas.

 

Ya me siento invadida totalmente de hielo;

castañean mis dientes mientras el sol, afuera,

pone manchas de oro, tal como en primavera,

y ríe en la ensondada profundidad del cielo.

 

Y lloro lentamente, con un color maldito…

con un dolor que pesa sobre mis fibras todas,

¡Oh, la pálida muerte que me ofrece sus bodas

y el borroso misterio cargado de infinito!

 

¡Pero yo me rebelo!... ¿Cómo esta forma humana

que costó a la materia tantas transformaciones

me mata, pecho adentro, todas las ilusiones

y me brinda la noche casi en plena mañana?

 

Alfonsina Storni

Cuadro: "Autum Garden" de Van Gogh

 

lunes, 30 de enero de 2023

AGRIO ESTÁ EL MUNDO

 


AGRIO ESTA EL MUNDO

 

 

Agrio está el mundo

inmaduro,

detenido;

sus bosques

florecen puntas de acero;

suben las viejas tumbas

a la superficie;

el agua de los mares

acuna

casas de espanto.

 

Agrio está el sol

sobre el mundo,

ahogados en los vahos

que de él ascienden,

inmaduro,

detenido.

 

Agria está la luna

sobre el mundo;

verde,

desteñida;

caza fantasmas

con sus patines

húmedos.

 

Agrio está el viento

sobre el mundo;

alza nubes de insectos muertos,

se ata, roto,

a las torres,

se anuda crespones

de llanto;

pesa sobre los techos.

 

Agrio está el hombre

sobre el mundo,

balanceándose

sobre sus piernas…

 

A sus espaldas,

todo,

desierto de piedras;

a su frente,

todo,

desierto de soles,

ciego…

 

 

Alfonsina Storni

 

sábado, 28 de enero de 2023

EL CLAMOR

 


EL CLAMOR

 

 

Alguna vez, andando por la vida,

por piedad, por amor,

como se da una fuente, sin reservas,

yo di mi corazón.

 

Y dije al que pasaba, sin malicia,

y quizá con fervor:

-Obedezco a la ley que nos gobierna:

He dado el corazón.

 

Y tan pronto lo dije, como un eco

ya se corrió la voz:

-Ved la mala mujer es que pasa:

Ha dado el corazón.

 

De boca en boca, sobre los tejados,

rodaba ese clamor:

-¡Echadle piedras, eh, sobre la cara;

ha dado el corazón!

 

Ya está sangrando, sí, la cara mía,

pero no de rubor,

que me vuelvo a los hombres y repito:

¡He dado el corazón!

 

Alfonsina Storni

 

viernes, 27 de enero de 2023

ME ATREVERÉ A BESARTE



 ME ATREVERÉ A BESARTE

 

 

Tú, de las manos fuertes con dureza de hierro

y los ojos sombrío como un mar en tormenta.

Toda suerte o ventura en tus manos se asienta;

la fortuna te sigue, la fortuna es tu perro.

 

Mírame aquí a tu lado; tirada dulcemente

soy un lirio caído al pie de una montaña.

Mírame aquí a tu lado; esa luz que me baña,

me viene de tus ojos como un sol naciente.

 

¡Cómo envidio tus uñas insertas en tus dedos

y tus dedos insertos de tu mano en la palma,

y tu ser todo inserto en el molde de tu alma!

¡Cómo envidio tus uñas insertas en tus dedos!

 

A tus plantas te llamo, a tus plantas deliro…

Oh, tus ojos me asustan… cuando miran el cielo

lo hacen brotar estrellas. Yo postrada en el suelo

te llamo humildemente con un leve suspiro.

 

Acoge mi pedido: oye mi voz sumisa,

vuélvete a donde quedo, postrada y sin aliento,

celosa de tus penas, esclava de tu risa,

sombra de tus anhelos, y de tu pensamiento.

 

Acoge este deseo: dame la muerte tuya,

tu postrera mirada, tu abandono postrero,

dame tu cobardía; para tenerte entero,

dame el momento mismo en que todo concluya.

 

Te miraré a los ojos cuando empiece la sombra

a rondarte despacio… cuando se oiga en la sala

un ruido misterioso que ni es paso ni es ala,

un ruido misterioso que se arrastra en la alfombra.

 

Te miraré a los ojos cuando la muerte abroche

tu boca bien amada que no he besado nunca,

me atreveré a besarte cuando se haga la noche

sobre tu vida trunca.

 

Alfonsina Storni

jueves, 26 de enero de 2023

VUESTRO NOMBRE NO SÉ, NI VUESTRO ROSTRO

 


VUESTRO NOMBRE NO SÉ, NI VUESTRO ROSTRO

 

 

Vuestro nombre no sé, ni vuestro rostro

conozco yo, y os imagino blanca,

débil como los brotes iniciales,

pequeña, dulce… ya ni sé… divina.

En vuestros ojos placidez de lago

que se abandona al sol y dulcemente

le absorbe su oro mientras todo calla.

Y vuestras manos, finas, como aqueste

dolor, el mío, que se alarga, alarga,

y luego se me muere y se concluye

así, como lo veis; en algún verso.

Ah, ¿sois así? Decidme si en la boca

tenéis un rumoroso colmenero.

Si las orejas vuestras son a modo

de pétalos de rosas ahuecados…

decidme si lloráis, humildemente.

Mirando las estrellas tan lejanas.

Y si en las manos tibias se os aduermen

palomas blancas y canarios de oro.

Porque todo eso y más, vos sois, sin duda:

vos, que tenéis el hombre que adoraba

entre las manos dulces, vos la bella

que habéis matado, sin saberlo acaso,

toda esperanza en mí… vos, su criatura.

Porque él es todo vuestro: cuerpo y alma

estáis gustando el amor secreto

que guardé silencioso…. Dios lo sabe

por qué, que yo no alcanzo a penetrarlo.

Os lo confieso que una vez estuvo

tan cerca de mi brazo, que a extenderlo

acaso mía aquella dicha vuestra

me fuera ahora… ¡sí! Acaso mía…

Mas ved, estaba el alma tan gastada

que el brazo mío no alcanzó a extenderse:

la sed divina, contenida entonces,

me pulió el alma… ¡Y él ha sido vuestro!

¿Comprendéis bien? Ahora, en vuestros brazos

el se adormece y le decís palabras

pequeñas y menudas que semejan

pétalos volanderos y muy blancos.

Acaso un niño rubio vendrá luego

a copiar en los ojos inocentes

los ojos vuestros y los de él

unidos en un espejo azul y cristalino…

¡Oh, ceñidle la frente! ¡Era tan amplia!

¡Arrancaban tan firmes los cabellos

a grandes ondas, que a tenerla cerca

no hiciera yo otra cosa que ceñirla!

Luego dejad que en vuestras manos vaguen

los labios suyos; él me dijo un día

que nada era tan dulce al alma suya

como besar las femeninas manos…

y acaso, alguna vez, yo, la que anduve

vagando por afuera de la vida,

-Como aquellos filósofos mendigos

que van a las ventanas señoriales

a mirar sin envidia toda fiesta-

Me allegue humildemente a vuestro lado

y con palabras quedas, susurrantes,

os pida vuestras manos un momento,

para besarlas, yo, como él las besa…

y al recubrirlas, lenta, lentamente,

vaya pensando: aquí se aposentaron

¿Cuánto tiempo?, sus labios, ¿cuánto tiempo

en las divinas manos ue son suyas?

¡Oh, qué amargo deleite, este deleite

de buscar huellas suyas y seguirlas

sobre las manos vuestras tan sedosas,

tan finas, con sus venas tan azules!

Oh, que nada podría, ni ser suya,

ni dominarle el alma, ni tenerlo

rendido aquí a mis pies, recompensarme

este horrible deleite de hacer mío

un inefable, apasionado rastro.

Y allí en vos misma, sí, pues sois barrera,

barrera ardiente, viva, que al tocarla

ya me remueve este cansancio amargo,

este silencio de alma en que me escudo,

este dolor mortal en que me abismo,

esta inmovilidad del sentimiento

¡Que solo sala, bruscamente, cuando

nada es posible!

 

Alfonsina Storni

 

 

 

 

miércoles, 25 de enero de 2023

CHAU PESIMISMO

 


CHAU PESIMISMO

 

 

Ya sos mayor de edad

tengo que despedirte

pesimismo

 

años que te preparo el desayuno

que vigilo tu tos de mal agüero

y te tomo la fiebre

que trato de narrarte pormenores

del pasado mediato

convencerte de que en el fondo somos

gallardos y leales

y también que al mal tiempo buena cara

 

pero como si nada

seguís malhumorado arisco e insociable

y te repantigás en la avería

como si fuese una butaca pullman

 

se te ve la fruición por el malogro

tu viejo idilio con la mala sombra

tu manía de orar junto a las ruinas

tu goce ante el desastre inesperado

 

claro que voy a despedirte

no sé por qué no lo hice antes

será porque tenés tu propio método

de hacerte necesario

y a uno lo deja triste tu tristeza

amargo tu amargura

alarmista tu alarma

 

ya sé vas a decirme no hay motivos

para la euforia y las celebraciones

y claro cuando nó tenés razón

 

pero es tan boba tu razón tan obvia

tan remendada y remedada

tan igualita al pálpito

que enseguida se vuelve sinrazón

 

ya sos mayor de edad

chau pesimismo

 

y por favor andate despacito

sin despertar al monstruo.

 

Mario Benedetti

Cuadro: "La cárcel de los días por pasar" de Miguel Oscar Menassa

martes, 24 de enero de 2023

DETRÁS DEL HUMO

 

DETRÁS DEL HUMO

 

 

Detrás del humo estamos todos

saciados o anhelantes

diezmados o furtivos

los jóvenes que fuimos

y sorprendentemente ya no somos

los horizontes tan cercanos

los hombros que se encogen

la espiral que fue círculo

los por entonces libres

 

y hoy solamente dueños

los desafíos y la gracia

la sumisión y el descalabro

el primer territorio

libre de matemáticas

el espejismo de la lluvia

los anticuerpos de la pena

y aquel instante decisivo

 

la confortable dulce medianoche

o el riesgo de ser riesgo

en una y otra juventud

atardeceres como esponjas

esa baraja del amor

árboles como biombos

martirios en teoría

rostros que sin quererlo se dibujan

y nunca más pueden borrarse

 

pánicos que no eran

otra cosa que sueños

y sueños que no eran

otra cosa que sueños

detrás del humo estamos todos

precisamente cuando

creíamos hallar

las huellas imposibles

el mensaje cifrado

la luna ojo de dios

 

en una u otra juventud

entonces no sabíamos

que eran tan distintas

que se trataba de una extraña

bifurcación un tímido reparto

el garfio para algunos

para otros el guante

para unos pocos la mano desnuda

 

detrás del humo

todo está indócil todavía

tiene la turbiedad de lo pasado

 

detrás del humo queda el borrador

de todos los destinos

posibles

e imposibles

 

y pensándolo bien

así imperfecta

a trazos

con erratas borrones tachaduras

así de exigua y frágil

así de impura y torpe

incanjeable y hermosa

está la vida.

 

 

Mario Benedetti

Cuadro: "Los pasos conseguidos" de Miguel Oscar Menassa

lunes, 23 de enero de 2023

ÉXTASIS

 


ÉXTASIS

 

 

¡Arder, arder!

En fuego limpio de orillas con ceniza,

quemadura del mundo, sin que una mano

aventara un hilo de polvo oscuramente turbio.

Arder en blanco país de pureza, en domada

pasión de fuego clarísimo.

Llamas en bandadas de lenguas ávidas de cosas

que se funden al sorberlas.

Si; llamas de bocas frías

y ardientes, devastadoras.

¡Arder, arder, arder, oh mi único ardor!

Nunca impura.

     Eso ya fue. Pasó de mí. Lo he vencido.

Serenísima mi sangre, toda mía y sumisa;

mi cuerpo ya no es rito. Mi alma de Dios.

¡Oh mi alma, desligada de este pozo de mi cuerpo!

     Sin oleajes ni furias, sin aquellas

feroces embestidas a la muerte.

Sigo fuego tuyo, vida; fuego tuyo y sacro

fuego del Señor en hierbas finas y resecas,

desgarrando tejidos de la jugosa

materia que es el mundo que sí arde.

     Limpia para mí, que es ser más tuya

la criatura que voy siendo: redimida

con toda mi pasión tallada a golpes

que no acuñan, que resbalan: son de humo.

¡Arderte, a Ti; ardernos, oh mi amor hallado

dentro del gran  fuego que es mi cuenco frío!

 

Carmen Conde

Cuadro: "Amanecer en tus brazos" de Miguel Oscar Menassa

domingo, 22 de enero de 2023

LA MONEDA DE HIERRO

 


LA MONEDA DE HIERRO

 

 

Aquí está la moneda de hierro. Interroguemos

las dos contrarias caras que serán la respuesta

de la terca demanda que nadie no se ha hecho:

¿Por qué precisa un hombre que una mujer lo quiera?

Miremos. En el orbe superior se entretejen

el firmamento cuádruple  que sostiene el diluvio

y las inalterables estrellas planetarias.

Adán, el joven padre, y el joven Paraíso.

La tarde y la mañana. Dios en cada criatura.

En ese laberinto puro está tu reflejo.

Arrojemos de nuevo la moneda de hierro

que es también un espejo mágico. Su reverso

es nadie y nada y sombra y ceguera. Eso eres.

De hierro las dos caras labran un solo eco.

Tus manos y tu lengua son testigos infieles.

Dios es el inasible centro de la sortija.

No exalta n condena. Obra mejor: olvida.

Maculado de infamia ¿por qué no han de quererte?

En la sombra del  oto buscamos nuestra

sombra;

en el cristal del otro, nuestro cristal recíproco.

 

Jorge Luis Borges

Cuadro: "Encuentro" de Miguel Oscar Menassa

 

 

viernes, 20 de enero de 2023

LA MUERTE

 


LA MUERTE

                        

 

¡Ah! eres tú, eres tú, eterno nombre sin fecha,

bravía lucha del mar con la sed,

cantil todo de agua que amenazas hundirte

sobre mi forma lisa, lámina sin recuerdo.

 

Eres tú, sombra del mar poderoso,

genial rencor verde donde todos los peces son como piedras por el aire, 

abatimiento o pesadumbre que amenazas mi vida

como un amor que con la muerte acaba.

 

Mátame si tú quieres, mar de ploma impiadoso,

gota inmensa que contiene la tierra,

fuego destructor de mi vida sin numen aquí,

en la play donde la luz se arrastra.

 

Vicente Aleixandre

 Cuadro: "Muerte de los amados" de Miguel Oscar Menassa

miércoles, 18 de enero de 2023

EL PECADO DEL LENGUAJE

 

EL PECADO DEL LENGUAJE

 

 

No todo el que me dice ¡Señor, Señor!

Entrará en el reino de los cielos.

(Mateo, 7,21)

 

Del miedo original, sólo me pudo

mi palabra salvar. Venció su mano

al mundo en su avalancha de océano,

de viento contra el corazón desnudo.

 

Detrás del transparente y duro escudo

miré, abrigado, el desamparo humano,

la sima del crepúsculo lejano,

la muerte inmensa y el horror menudo.

 

También de Ti, Señor, me he preservado

y me preservo ahora con nombrarte,

y aún más cuando Te rimo este pecado.

 

Vano fuera no interpretar mi parte;

tal vez con la herramienta que me has dado

de hablar, Te ganaré, para callarte.

 

José María Valverde

Cuadro: "Una palabra más" de Miguel Oscar Menassa

martes, 17 de enero de 2023

EL TEMPLO VACÍO

 


EL TEMPLO VACÍO

 

 

No sé de dónde brota la tristeza que tengo.

Mi dolor se arrodilla, como el tronco de un sauce,

sobre el agua del tiempo, por donde voy y vengo,

casi fuera de madre, derramado en el cauce.

Lo mejor de mi vida es el dolor. Tú sabes

cómo soy. Tú levantas esta carne que es mía.

Tú esta luz que sonrosa las alas de las aves.

Tú esta noble tristeza que llaman alegría.

Tú me diste la gracia para vivir contigo.

Tú me diste las nubes como el amor humano.

Y al principio del tiempo, Tú me ofreciste el trigo,

con la primera alondra que nació de tu mano.

¡Como el último rezo de un niño que se duerme,

y con la voz nublada de sueño y de pureza

se vuelve hacia el silencio, yo quisiera volverme

hacia Ti, y en tus manos desmayar mi cabeza!

Lo mejor de mi vida es el dolor. Tú hiciste

de la nada el silencio y el camino del beso,

y la espuma en el agua para la tierra triste,

y en el aire la nieve donde duerme tu peso.

¡Señor, Señor! Yo he hecho mi voluntad. Yo he hecho

una ley de mi orgullo, pero ya estoy vencido.

Como una madre humilde que me acuna en su pecho

mi espíritu se acuesta sobre el dolor vivido.

Sobre la carne triste, ¡sobre la silenciosa

ignorancia del alma como un templo vacío!

¡Sobre el ave cansada del corazón que posa

su vuelo entre mis manos para cantar, Dios mío!

Soy el huésped del tiempo, soy, Señor, caminante

que se borra en el bosque y en la sombra tropieza,

tapado por la nieve lenta de cada instante,

mientras busco el camino que no acaba ni empieza.

Soy el hombre desnudo. Soy el que nada tiene.

Soy siempre el arrojado del propio paraíso.

Soy el que tiene frío de sí mismo. El que viene

cargado con el peso de todo lo que quiso.

Lo mejor de mi vida es el dolor. ¡Oh lumbre

seca de la materia! ¡Oh racimo estrujado!

Haz de mi pecho un lago de clara mansedumbre.

¡Seños, Señor! Desata mi cuerpo maniatado.

 

Leopoldo Panero

España 1909

Cuadro: "Puentes invisibles" de Miguel Oscar Menassa

lunes, 16 de enero de 2023

PRESENTACIÓN "2021 VERANO ILUMINADO" DE VIRGINIA VALDOMINOS

 





PRESENTACIÓN "2021 VERANO ILUMINADO"

 

Buenas tardes, en nombre de la Editorial Grupo Cero les damos la bienvenida. Nos encontramos hoy en este foro poético para presentar un libro de Virginia Valdominos Pastor, “2021, Verano iluminado”.

Virginia Valdominos, mujer polifacética, poeta, psicóloga y psicoanalista del Grupo Cero, además de pintora, cantante, bailaora entre otras facetas. La parte que me toca trasmitir hoy es la de la poeta.

Muchas gracias Virginia por confiar en mí para esta presentación.

 

2021, Verano iluminado, como su título dice fue creado en ese verano lleno de acontecimientos (atmosféricos, incendios devastadores, sanitarios, políticos)  que pasarán a llenar las páginas junto con una de las peores pandemias.  2021 como el año de la investigación, el estudio de la vacuna contra el virus que nos tenía sobrecogidos y sigue estando aunque en menor virulencia, que sin duda y contra todo pronóstico formamos parte de est experiencia que aparecerá en los anales de historia.

Este es el tercer poemario de Virginia, el cuadro de la portada es un óleo de Miguel Oscar Menassa, Director de la Escuela de Poesía y Psicoanálisis Grupo Cero y Fundador de la Editorial Grupo Cero. El libro lleva prólogo de Norma Menassa.

Este libro tiene 42 poemas que forman un solo bloque, el verano de 2021.

domingo, 15 de enero de 2023

ESTILO DE FANTASMA

 


ESTILO DEL FANTASMA

 

 

Ya por añejos vinos,

corre sangre, corren caballos negros, corren sollozos, corre muerte,

y el sol relumbra en materias extrañas.

 

Sobre el fluir fluyente, abandonado, entre banderas fuertes,

sujeto tu ilusión, como un pájaro rojo,

a la orilla de los dramáticos océanos de números;

y, cuando las viejas águilas,

atardecen tus pupilas de otoño, llenas de pasado guerrero,

y el escorpión del suceder nos troncha la espada,

mi furiosa pasión,

mi soberbia,

mi quemada pasión,

contra “la muerte inmortal”, levantándose, frente a frente,

enarbola sus ámbitos,

la marcha contra la nada, a la vanguardia de aquellos ejércitos

tremendos,

en donde relucen las calaveras de los héroes.

 

Sí, el incendio en las últimas cumbres;

guarda las lágrimas en su tinaja el vendimiador de dolores,

y sopla un hálito como trágico,

de tal manera ardido y helado, simultáneamente;

suena el miedo, de ser, entonces.

 

Encaramados a todos los símbolos,

feas bestias, negras bestias nos arrojan fruta podrida, cocos

de tontos y obscuras imágenes hediondas,

y los degenerados de verula,

vestidos de perras,

largan amarga baba de lacayos sobre nosotros;

es, amiga, la familia del mundo,

no, es la flor del estiércol, es la flor, es la flor morada y

roñosa de la burguesía;

pero a la medida que nos empequeñecemos de años y de

llantos, para bajar hacia la montaña de abajo,

y la figura de la verdad nos marca la cara,

avanzan hijos e hijas, retozando en la historia, derrochando,

derramando

grandes copas dulces, y el vino y la miel rosada de la juventud,

se les caen

como la risa a la Rusia soviética;

tú y yo nos miramos y envejecemos, porque nos miramos,

y porque el arte patina las cosas,

levantando su ataúd entre individuo e infinito.

 

Ahora, si nosotros nos derrumbamos,

con todo aquello que nos amamos y nos besamos, mutuamente,

cargados de vida,

y en lo cual radicó el honor de la existencia,

va a ser ceniza la figura del sexo y de la lengua y del pecho

y del corazón que ya alumbra,

y en los pies estará todo el peso del mundo,

y ya nos vamos llegando, aproximando a la órbita, llenando

de dispersión, colmando de sombra,

y tu belleza batalla contra tu belleza…

 

Emigran las golondrinas desde tu pelo de pueblos;

el tiempo de las cosechas del trigo y el vino

flamea en tu corazón cubierto de huevos de tiempo y manzanas,

es decir, como tarde, cuando la tarde arrea sus rebaños;

nosotros dos, nosotros, cómo nos morimos, y cómo,

en ti la niña marchita, tan linda,

entristece de dignidad feliz a la mujer hermosa y profunda,

como un carro de fuego,

en mí, el adolescente agresivo y entusiasta,

yace en este animal desesperado, con pecho tremendo, que

agita la dialéctica;

país de soledad, adentro del cual golpea y revienta el océano,

y es una enorme isla, tan pequeña, que da espanto, y gira

rugiendo,

porque dos criaturas están abrazadas;

 

huele a agua mojada, a paloma amarilla, a novela, a laguna,

a vasija de otoño,

y un horizonte de suspiros y sollozos

suspende una gran tormenta sobre las nuestras cabezas;

el pájaro pálido de las hojas caídas

aletea a la ribera de los recuerdos, entre los braseros arrodillados,

y retornan las viejas lámparas del pretérito.

 

Pablo de Rokha

Chile, 1984

 Cuadro: "Los visitantes" de Miguel Oscar Menassa

sábado, 14 de enero de 2023

CON LAS ESPUMAS HACIA EL SUR

 


CON LAS ESPUMAS HACIA EL SUR

 

 

Tal vez todo no sea más que un territorio peinado

por el tiempo

tal vez estoy amaneciendo todavía

en el júbilo metálico del sur

entre amistades fundadas por el frío

y pingüinos con aire de ángeles caídos

tal vez todavía tengo locos proyectos

y olor a pólvora y amagos de gaviota

y quizá aquel guijarro no ha llegado aún al mar.

 

O tal vez me he perdido en un bosque de piedra

y las parvas que se ven desde los trenes

estallen como campanas asediadas

por el sable del horizonte.

 

No estoy seguro todavía

pero tal vez sea la hora de las preguntas más crueles

y las espitas de repente

y nuestros años acechen bajo los labios de la noche

y mis palabras resuenen como los malhechores se deslizan

 

pero la luz comienza a estirar su garganta

hasta los acantilados más adictos a noviembre

hasta esta isla perdida en medio de los siglos

donde le mar forcejea y levanta sus ruinas

 

y aquí

al borde de los viajes

los días se cierran

los brazos siguen su costumbre

y en los andenes mordidos por el sur

sobre los terraplenes esquivos de mis pasos

alguien alarga sus olas

me ofrece sus luces entreabiertas

las llamaradas de las tierras

que algún día serán para nosotros.

 

Mario Trejo

Buenos Aires, 1926

Cuadro: "Pequeños en esa inmensidad que nos rodea" de Miguel Oscar Menassa