ME ATREVERÉ A BESARTE
Tú, de las
manos fuertes con dureza de hierro
y los ojos
sombrío como un mar en tormenta.
Toda suerte
o ventura en tus manos se asienta;
la fortuna
te sigue, la fortuna es tu perro.
Mírame aquí
a tu lado; tirada dulcemente
soy un lirio
caído al pie de una montaña.
Mírame aquí
a tu lado; esa luz que me baña,
me viene de
tus ojos como un sol naciente.
¡Cómo
envidio tus uñas insertas en tus dedos
y tus dedos
insertos de tu mano en la palma,
y tu ser
todo inserto en el molde de tu alma!
¡Cómo
envidio tus uñas insertas en tus dedos!
A tus
plantas te llamo, a tus plantas deliro…
Oh, tus ojos
me asustan… cuando miran el cielo
lo hacen
brotar estrellas. Yo postrada en el suelo
te llamo
humildemente con un leve suspiro.
Acoge mi
pedido: oye mi voz sumisa,
vuélvete a
donde quedo, postrada y sin aliento,
celosa de
tus penas, esclava de tu risa,
sombra de
tus anhelos, y de tu pensamiento.
Acoge este
deseo: dame la muerte tuya,
tu postrera
mirada, tu abandono postrero,
dame tu
cobardía; para tenerte entero,
dame el
momento mismo en que todo concluya.
Te miraré a
los ojos cuando empiece la sombra
a rondarte
despacio… cuando se oiga en la sala
un ruido
misterioso que ni es paso ni es ala,
un ruido
misterioso que se arrastra en la alfombra.
Te miraré a
los ojos cuando la muerte abroche
tu boca bien
amada que no he besado nunca,
me atreveré
a besarte cuando se haga la noche
sobre tu
vida trunca.
Alfonsina Storni
No hay comentarios:
Publicar un comentario