CANTO RABIOSO DE AMOR A ESPAÑA EN SU
BELLEZA.
Con los ojos
cerrados,
Con los puños
cerrados, con la boca
Cerrada,
España, canto tu belleza.
Y con la pluma
ardiendo y con la pluma
loca de amor
rabioso canto y firmo.
Belleza sobre
ti y en tus entrañas
de miel y de
granito, y en tu cielo,
y en tus
encadenadas cordilleras
y en tus
encadenados hombres, canto.
De siglo en
siglo en olas y torrentes
de barro
ibero, en sucesivas olas
de tierras y
metales agregados,
de frutos
madurados poco a poco
bajo tu fiero
sol, me vienes madre
me viene tu
belleza tierna y dura,
tu corazón
rodando enamora
hasta
embestirme, hasta llenarme toda,
hasta romperme
el miedo y la corteza.
De siglo en
siglo con tus ríos dulces,
puertos
alegres, míticas ciudades,
piedras
labradas, torreones, claustros,
palacios,
catedrales y conventos,
pueblos de
tierra, cementerios míseros,
huertos,
jardines, patios y zaguanes,
cristos
sangrientos, sonrosadas Vírgenes,
lanzas y
escudos, cálices y códices;
de siglo en
siglo con cincel y gubia,
con mística y
ascética y pinceles,
con el arado,
el yunque y el martillo,
la pluma y los
telares, me has llegado.
De sueño en
sueño con palmeras y agua,
con limoneros,
nardos y arrayanes,
vino y
almendra, música y aceite;
de mar a mar,
al remo y a la vela,
con sal y
caracolas, con pescados,
playas
doradas, ásperos cantiles;
de tierra en
tierra, con praderas húmedas,
sierras
nevadas, florecidos valles,
pardas
llanuras, parameras ásperas,
cierzos
helados, delicadas brisas
oliendo a los
tomillos de tu aliento,
de siglo en
siglo me has llegado, España.
Tú me has
parido y hecho y traspasado
de dicha y
dolor hasta los huesos
con tu belleza
que se clava y ciñe
como un
silicio rojo en mi cintura
y hace subir
mi sangre a borbotones
entre garganta
y verso para ahogarme
de amor
rabioso de vergüenza sorda,
de amor, de
amor, de amor, de amor rabioso.
Porque eres
bella España y agonizas
bajo mis pies,
herida en tus cimientos.
Porque te veo
andando entre zarzales
por todos los
caminos rezagada
con una cruz
al cuello y otra al hombro,
durmiendo en
las cunetas de la gloria
para soñar
perdidas carabelas
con ojos
anegados de ceniza.
Porque te veo
escuálida y desnuda,
comiendo el
pan moreno de tu vientre,
bebiéndote el
gazpacho de tu sangre,
desposeída de
oros y de espadas,
borracha en
copas, vapuleadas en bastos,
por todos
malcomprada y mal vendida,
pordioseando
impúdica en la puerta
de la opulenta
Catedral del Mundo.
Porque te veo
presa entre cadenas,
viuda, asesina
y mártir de tus hijos,
a mil años y
un día condenada.
Porque eres
bella, España, y te me mueres,
porque eres
mía, España, y no e absuelvo
del mal de
España, canto tu belleza
y fecho y
firmo a corazón parado,
boca cerrada y
apretados puños,
clavándome la
lengua entre los dientes,
porque no
quiero blasfemar tu nombre.
Ángela Figuera Aymerich