domingo, 30 de junio de 2019

QUÉ ESPERO DEL MAÑANA - Carlos Fernández del Ganso




QUÉ ESPERO DEL MAÑANA



Fruta fresca con sabor dulce y alguna lágrima amarga
en la úvula del cante jondo sellando con tronío la amistad.

Algunos libros clásicos, sin sorpresas llamativas ni locas
aventuras, vidas escritas con manos viajeras sin violencia.

Algunas mujeres de libro son temblor de hombre.
Un tobogán y un laberinto de espejos donde pintar
la ofensa del trapecista o la bofetadas del payaso.

Algunas victorias si corona, triunfos sin etapas,
un aula espero con mi nombre,
tal vez una calle con balcones y geranios y
una farola negra en la esquina del adiós.

Un silbido, un piropo, un ole con ole en el ala del sombrero
y los pulgares del revés hablando en castizo o en yes verigüell
La burla del escenario, un chiste violeta de quinientos,
el honor de la guitarra desclavando los baúles y
rasgando con un pincel las telas de tu cuerpo.

Cerrar el puño de la misión cumplida.

Un delirio de piedra y maderas nobles cobijando
la memoria central del verso en el taller donde trabaja
la máquina del tiempo y en la frente ceñida,
arrugas de correcta puntuación.
Eso espero.

Carlos Fernández del Ganso
De libro “La Máquina del Tiempo”

jueves, 27 de junio de 2019

PRESENTACIÓN "LA MÁQUINA DEL TIEMPO" EN CASA PANERO DE ASTORGA



PRESENTACIÓN “LA MÁQUINA DEL TIEMPO”
Carlos Fernández del Ganso
Centro cultural “Casa Panero

Buenas tardes. Bienvenidos a nuestra presentación del libro “La máquina del tiempo”
Es un placer para nosotros que nos cedan este lugar tan emblemático en la cultura y la poesía como es la “Casa Panero” de Astorga. Tierra ruda que sin embargo en su entraña guarda una importante historia entre los reinos, tierra de caminos diversos a los que se suma por ello el de la poesía, cuna de autores de la cultura como el que da nombre a este lugar.
Y es un placer para mí tener el privilegio de presentar este libro y en esta tierra que de alguna manera me siento vinculada.
Muchas gracias.

Hoy traemos a Carlos Fernández poeta (seguramente emocionado), y “La Máquina del Tiempo”, su quinto poemario.
Un libro donde el poeta alcanza una madurez, donde pone su vertical como tal y no hay vuelta atrás.  Lleva un extenso recorrido en la poesía no solo por ser su quinto poemario, sino que en el tiempo transcurrido desde el anterior existe una transformación que consiste en su trabajo y su prolífica lectura, como se puede ver en la plenitud de la máquina del tiempo.
El tiempo, el que nos marca los límites, sin que por ello sea una máquina, sino el transcurso y la esencia de la vida, es decir, el deseo. El cual se muestra en este libro de diversos tiempos y modos.
Consta de cuatro partes, que podrían pensarse, si  nos situamos en el tiempo, como las cuatro estaciones, o también las diferentes etapas de la vida de cada ser humano.
En la portada un cuadro de Miguel Óscar Menassa, poeta, pintor, médico psicoanalista y director de la Escuela de Poesía y Psicoanálisis Grupo Cero de Madrid, y en las páginas interiores ilustraciones del mismo autor.

miércoles, 26 de junio de 2019

NACIÓ UNA OLA CON TU NOMBRE - Carlos Fernández del Ganso



NACIÓ UNA OLA CON TU NOMBRE

A Paz Valentina Martínez Amores.
(18 de septiembre de 2013)


Hace noventa años, nacer y crecer en un pueblo
de la Mancha no era tarea fácil.
Tu nombre fue designio entre guerras y cacerolas de pasión.

Tal vez por ser madre de mujeres libres o
tal vez por la discreción del condimento
me conquistaron tus albóndigas de carne macerada
a la lumbre de la paciencia.

Hace setenta años para una mujer,
no era fácil llegar a la capital
y el jornal diario conseguir templando el hambre.
Estas lágrimas son para ti.
Siempre recordaré tu sonrisa
y las croquetas de pollo el día postrero del cocido.

Cuerpo a cuerpo con toledano esposo y
afilando cada mes el lapicero,
tus dos hijas licenciadas se hicieron.
Libertad, educación y salud fue la mejor inversión
de tu amor.

Palabra de yerno no preciso, testigos hay de lo que digo.
Toda semana santa nos esperaban en tu  casa
las inigualables torrijas de leche y  vino.

Buen viaje Paz.
Ha muerto una mujer en septiembre y
sonriendo a la luna nació una ola con tu nombre.

Carlos Fernández del Ganso
De “La Maquina del Tiempo”
Poema leído en la presentación del poemario en la “Casa Panero” de Astorga

martes, 25 de junio de 2019

RABANAL VIEJO - Carlos Fernández




RABANAL VIEJO

A los  maragatos (11 de agosto de 2013)

Tierra de padre, cuna de labranza y pastoreo,
Rabanal es un pueblo con libertad de chopos
y lindes de piedra a lo largo del verde intenso,
que aún recuerdo,
con madre acompañando cada descubrimiento
y hermana saltando entre las acequias,
buscando las moras más negras,
en la voz del eco.

Revolotean en la memoria docenas de golondrinas
En casa de los abuelos
y la cocina vieja al calor de los cuentos 
y el roble erguido de insolente invierno
y las mariposas del sierro
y la merienda con mis primos en el lavadero
y el pajar de amores imposibles con los amigos del juego.

Padre, hace cuatro meses comenzó tu últimos viaje,
antes de partir dejaste dicho: 
“Viví intensamente 89 años, sigan trabajando y
ahí, les dejo un dinero”.
Hoy junto al negrillo, bajo el campanario,
una hoguera de pasión encenderemos
habrá cecina, chorizo con pan de hogaza y empanadas,
partida de bolos, juego de naipes, un buen baile
y a la noche mirando las perseidas,
chocolate espeso con mantecadas.


¡¡Cuántos amores cultivaron la hoz y la guadaña
en esta aldea sin escuela!!
Recuerdan tus paisanos:
¡¡Ya llega Carlos con sus castañuelas cantando!!
Ya repican las campanas, ya salen a la plaza
las rapazas y los rapaces danzando.
¡¡Vamos dulzaina y tamboril que llega
el Mayordomo del pueblo, el padre
de la maestra y el médico, con su mágico sombrero!!

Adiós abuelo, adiós suegro, adiós amigo,
adiós padre de la espiga y el sarmiento.
“A la luz del cigarro voy al molino”
cantaré con tus castañuelas  y
no dejes de custodiarnos desde lo alto del sierro,
que hoy en la fiesta con  el mejor tamborilero
camino del cementerio
vestiremos de gala como dictan los libros de texto
con hierbabuena, tomillo y espliego.

Carlos Fernández del Ganso
Poema leído en la presentación de "La Máquina del Tiempo" en la Casa Panero de Astorga

domingo, 23 de junio de 2019

LA INTERPRETACIÓN DE LOS SUEÑOS - ASTORGA





Conferencia "La Interpretación de los Sueños", impartida por Carlos Fernández y Pilar Rojas, en la Biblioteca Municipal de Astorga, el sábado 22 de junio de 2019.

















PRESENTACIÓN "LA MÁQUINA DEL TIEMPO" EN ASTORGA

La Máquina del Tiempo, quinto poemario de Carlos Fernández del Ganso hizo su  presentación en la "Casa Panero" de Astorga el viernes 21  a las 19:30. Gran acogida por el público asistente. Aquí algunas secuencias del evento. 






viernes, 21 de junio de 2019

RECITAL POÉTICO MUSICAL 16 DE JUNIO DE 2019


El Grupo Cero no sólo lleva poesía al pueblo, también lleva el pueblo a la poesía



Recital poético musical realizado el domingo 16 de junio de 2019 

miércoles, 19 de junio de 2019

RECITAL POÉTICO MUSICAL 16 DE JUNIO DE 2019


El Grupo Cero no sólo lleva poesía al pueblo, también lleva el pueblo a la poesía




POESÍA EN BAR-RESTAURANTE ÁGORA DE ALCALÁ DE HENARES, ORGANIZADO POR EL TALLER DE POESÍA GRUPO CERO DE ALCALÁ.

El pasado domingo 16 de junio, el Bar Restaurante Ágora de Alcalá de Henares, volvió a abrir sus puertas a la Poesía, a la música  a la palabra. Organizado por el Taller de Poesía Grupo Cero de Alcalá, que lleva mas de veinte años de difusión de  la cultura en nuestra ciudad y perteneciente a la Escuela de Poesía Grupo Cero dirigida por el poeta Miguel Óscar Menassa.

El acto fue dirigido y presentado por el coordinador del taller, Carlos Fernández del Ganso, poeta, escritor y psicoanalista del Grupo Cero, que recientemente ha publicado su último poemario “La Máquina del Tiempo” y el estudio “Depresión, cáncer, suicidio” presentado en la última Feria del Libro de Madrid.

Participaron los integrantes del taller, Yosune Castellano, Alicia Martín, Esther Núñez, Gloria Gómez, José García y Maribel Domínguez leyendo versos de grandes poetas, acompañados a la guitarra por el dúo musical Currinos Flamenco, formado por los hermanos Juanjo y Roberto Cuadros. Maribel Domínguez, integrante del taller, junto al actor Luis San José y al músico y cantante Iván  Fernández, representaron dos poemas de Federico García Lorca.

Hubo una amplia participación del público asistente, entre ellos varios miembros de la Asociación de Escritores de Madrid, que leyeron poemas propios, como Enrique Rodríguez, Luis Compés, Jesús de Matías, Eduardo Mohedano, Val Marchante y Raquel.
Una joven de trece años, Nuria, le leyó un poema dedicado a su abuela, presente en la sala, un momento  muy emotivo.

También hubo tiempo para la canción, Montse integrante de un coro de nuesta ciudad, nos deleitó con su voz dos canciones versadas en poemas de Federico García Lorca, acompañada por la guitarra de Iván  Fernández, quien entonó los versos de Antonio Machado en la canción “Cantares” de Joan Manuel Serrat, con el público asistente.
El acto concluyó con la música y letra del dúo Currinos Flamenco.

Todos los asistentes fueron obsequiados con un ejemplar de la revista “Balcones de Poesía y Luna”, de difusión gratuita y editada por el taller de poesía y que este número está dedicado a la poeta Gabriela Mistral.
El Taller agradece la asistencia y la colaboración de todos los que hicieron posible esa gran tarde de Poesía y Música.

RECITAL POÉTICO MUSICAL - 16 DE JUNIO

El Grupo Cero no sólo lleva poesía al pueblo, también lleva el pueblo a la poesía




Recital realizado el domingo 16 de junio en Bar Restaurante Agora de Alcalá de Henares.

martes, 18 de junio de 2019

RECITAL POÉTICO MUSICAL 16 DE JUNIO

El Grupo Cero no sólo lleva poesía al pueblo, también lleva el pueblo a la poesía




El domingo 16 de junio, el taller de poesía Grupo Cero de Alcalá de Henares realizó un encuentro poético musical en el que participaron diferentes poetas, músicos. Uno de los vídeos para el recuerdo de tan grata tarde.

Un recuerdo del recital 16 de junio de 2019







viernes, 14 de junio de 2019

POESÍA Y PSICOANÁLISIS EN ASTORGA (LEÓN)




Te invitamos a la presentación del libro de poesía:
 "La máquina del tiempo" de Carlos Fernández en el Centro Cultural "Casa Panero" de Astorga (León)
y a la conferencia:
 "La interpretación de los sueños", impartida por Pilar Rojas y Carlos Fernández en la  Biblioteca Municipal en Astorga (León).

DANS MA PENICHE - Luis Cernuda


DANS MA PENICHE
A Rosa Chacel
               
Quiero vivir cuando el amor muere;
muere, muere pronto, amor mío,
abre como una cola la victoria purpúrea del deseo,
aunque el amante se crea sepultado en un súbito otoño,
aunque grite:
“Vivir así es cosa de muerte”

Pobres amantes,
clamáis a fuerza de ser jóvenes;
sea propicia la muerte al hombre a quien mordió la vida,
caiga su frente cansadamente entre las manos
junto al fulgor redondo de una mesa con cualquier triste libro;
pero en vosotros aún va fresco y fragante
el leve perejil que adorna un día el vencedor  adolescente.
Dejad por demasiado cierta la perspectiva de alguna nueva tumba solitaria.

Ante vuestros ojos, amantes,
cuando el amor muere,
la vida de la tierra y la vida del mar palidecen juntamente;
el amor, cuna adorable para los deseos exaltados,
los ha vuelto tan lánguidos como pasajeramente suele hacerlo
el rasguear de una guitarra en el ocio marino
y la luz del alcohol, alcenada como una cabellera;
vuestra guarida melancólica se cubre de sombras crepusculares;
todo queda afanoso y callado,
así suele quedar el pecho de los hombres
cuando cesa el tierno barboteo de la melodía confiada,
y tras su delicia interrumpida
un afán insistente puebla el nuevo silencio.

Pobres amantes,
¿De qué os sirvieron las infantiles arras que cruzasteis,
cartas, rizos de luz recién cortada, seda cobriza o negra ala?
Los atardeceres de manos furtivas,
el trémulo palpitar, los labios que suspiran,
la adoración rendida a un leve sexo vanidoso,
los ay mi vida y los ay muerte mía,
todo, todo,
amarillea y cae y huye con el aire que no vuelve.

Oh amantes,
encadenados entre los manzanos del edén,
cuando el amor muere,
vuestra crueldad, vuestra crueldad pierde su presa,
y vuestros brazos caen como cataratas macilentas,
vuestro pecho queda como roca sin ave,
y en tanto despreciáis todo lo que no lleve un velo funerario,
fertilizáis con lágrimas la tumba de los sueños,
dejando allí caer, ignorantes como niños,
la libertad, la perla de los días.

Pero tú y yo sabemos,
río que bajo mi casa fugitiva tu vida experta,
que cuando el hombre no tiene ligados sus miembros por
las encantadoras mallas del amor,
cuando el deseo es como una cálida azucena
que se ofrece a todo cuerpo hermoso que fulja a nuestro lado,
cuánto vale una noche como ésta, indecisa entre
la primavera última y el estío primero,
este instante en que oigo los leves chasquidos del bosque nocturno,
conforme conmigo mismo y con la indiferencia de los otros,
solo yo con mi vida,
con mi parte en el mundo.

Jóvenes sátiros
que vivís en la selva, labios risueños ante el exangüe dios cristiano,
a quien el comerciante adora para mejor cobrar su mercancía,
pies de jóvenes sátiros,
danzad más presto cuando el amante llora,
mientras lanza su tierna endecha
de: “Ah cuando el amor muere”.
Porque oscura y cruel la libertad entonces ha nacido;
vuestra  descuidada alegría sabrá fortalecerla,
y el deseo girará locamente en pos de los hermosos cuerpos
que vivifican el mundo un solo instante.

Luis Cernuda

jueves, 13 de junio de 2019

EL RUEGO - Gabriela Mistral


EL RUEGO


Señor, tú sabes cómo, con encendido brío,
por los seres extraños mi palabra te invoca.
Vengo ahora a pedirte por uno que era mío,
mi vaso de frescura, el panal de mi  boca.

Cal de mis huesos, dulce razón de la jornada,
gorjeo de mi oído, ceñidor de mi veste.
Me cuido hasta de aquellos en que no puse nada;
¡no temas ojo torvo ni te pido por éste!

Te digo que era bueno, te digo que tenía
el corazón entero a flor de pecho, que era
suave de índole, franco como la luz del día,
henchido de milagro como la primavera.

Me replicas, severo, que es de plegaria indigno
el que no untó de preces sus dos labios febriles,
y se fue aquella tarde sin esperar tu signo,
trizándose las sienes como vasos sutiles.

Pero yo, mi Señor, te arguyo que he tocado,
de la  misma manera que el nardo de su frente,
todo su corazón dulce y atormentado
¡y tenía la seda del capullo naciente!

¿Qué fue cruel? Olvidas, Señor, que le quería.
Y el sabía suya la entraña que llagaba.
¿Qué enturbió para siempre mis linfas de alegría?
¡No importa! Tú comprende: ¡yo le amaba, le amaba!

Y amar ¡bien sabes de eso! Es amargo ejercicio;
un mantener los párpados de lágrimas mojados,
un refrescar de besos las trenzas del cilicio
conservando, bajo ellas, los ojos extasiados.

El hierro que taladra tiene un gustoso frío,
cuando abre, cual gavillas, las carnes amorosas.
Y la cruz (Tú te acuerdas ¡oh Rey de los judíos!)
se lleva con blandura, como un gajo de rosas.

Aquí me estoy, Señor, con la cara caída
sobre el pecho, parlándote un crepúsculo entero,
o todos los crepúsculos a que alcance la vida,
si ardas en decirme la palabra que espero.

Fatigaré tu oído de preces y sollozos,
lamiendo, lebrel tímido, los bordes de tu manto,
y ni pueden huirme tus ojos amorosos
ni esquivar tu pie el riego caliente de mi llanto.

¡Di el perdón, dilo al fin! Va a esparcir en el viento
la palabra el perfume de cien pomos de olores
al vaciarme: toda agua será deslumbramiento,
el yermo echará flor y el guijarro esplendores.

Se mojarán los ojos oscuros de las fieras,
y, comprendiendo, el monte que de piedra forjaste
llorará por os párpados  blancos de sus neveras;
¡toda la tierra tuya sabrá que perdonaste!

Gabriela Mistral



lunes, 10 de junio de 2019

POEMA AL RECUERDO - Carlos Fernández del Ganso


POEMA AL RECUERDO

Recuerdo, madre
aquellos días de pan y mantequilla glaseada
y la carnosa bondad de
faldas plisadas en la cocina.
Recuerdo también,
el olor a puros habanos
de mi padre,
terco señor del surco desierto.
Y las trenzas saltarinas de mi hermana
jugando en el patio
con desenfadada alegría,
los años,
de indocumentados sueños por escribir.
Y mi férrea solidaridad anclada
al respeto responsable de una educación
llena de acertijos impronunciables,
y fallidos intentos de amar.
Nunca ocurriría,
hoy lo sé.
Las estrellas no desvelarán sus secretos,
y el mapa de la isla
no llegó jamás a mis manos,
hoy, lo sé.
Los diplomas y alabanzas
guardados escrupulosamente en armarios
impenetrables al tiempo,
llenarían de polvo
el paso de ilusiones y
los amigos desaparecerían de mis proyectos,
como las lágrimas de mis ojos
ante la incomprensión de la muerte.
Hoy lo sé.
Y me haría grande,
un niño bien alimentado,
siempre se hace fuerte,
nunca se sabe ¿a qué?
hoy lo sé.
Bien nutrido y educado,
la fortaleza del cuerpo,
lo es de otra cosa,
si en el camino
las huellas del tiempo,
no quedan en el barro de los pasos.
Por eso hoy escribo. Lo sé.

Carlos Fernández del Ganso
De “Contando piedras”


domingo, 9 de junio de 2019

JARDÍN DE FUEGO - Carlos Fernández del Ganso


JARDÍN DE FUEGO
               
Con trapío en la mirada,
alcanzaba los últimos peldaños
de la espera y                 
un rayo,
cruzó mi vida en la antesala.
¿Hoy te bautizan, polluelo?
Y escamas de mármol
transformaron las espinas del aire
en aleteo de la voz color gris.
¿Es aquí?
Y el viento alojó
cartones y algodón
para el embalaje
de la apuesta ya sellada,
en el pacto de los siglos.

Alojado al universo de los hombres
crucé el umbral del orgullo
y de pie,
recibí alborozado,
timbres de sonrisas,
canto de gallos,
y una infinita danza
desnudó el estiércol
en rúbricas, tierra adentro
en el eterno jardín de fuego.

Calos Fernández del Ganso
De “Contando piedras”



miércoles, 5 de junio de 2019

MELANCOLÍA - Leopoldo Lugones


MELANCOLÍA

A la hora en que a la tarde le aparecen ojeras,
cuando aquieto mis pasos por las tristes riberas
donde entre brumas lilas esfúmanse las naves,
y afligen como adioses los vuelos de las aves,
que afrontan lejanías hondas como la muerte;
cuando el sol moribundo sangre pálida vierte
en la imperial fatiga de su grandeza inútil;
cuando el amor es necio; cuando la gloria es fútil;
cuando la misma pena, por el cansancio trunca,
conoce el desconsuelo de no revivir nunca;
cuando en el pecho amagan incurables dolencias;
cuando en el alma hay naves que preceden ausencias:
lo que en ambos fue dicha reza en mí una plegaria.

Vístese de heliotropo la tarde solitaria;
los pensativos sauces despídanse del día
con un desasosiego tal que se creería
hallar bajo cada uno de los sauces aquellos,
una huérfana pálida de lánguidos cabellos.

Algo tuvo que gime flota en el oleaje
 taciturno, y agrava la inquietud del paisaje.
Y estoy tan triste, tanto, que ni llorarte puedo;
pues bajo esa nostalgia que se acurruca en miedo,
no sé por qué inconclusa sugestión de las brisas,
sufro, y las mismas lágrimas se me vuelven sonrisas.

Leopoldo Lugones
De “Los crepúsculos del jardín”

domingo, 2 de junio de 2019

LA TIERRA YERMA - Pedro Salinas


LA TIERRA YERMA

La tierra yerma, sin árbol
ni montaña, el cielo seco,
huérfano de nube o pájaro;
tan quietos los dos, tan solos,
frente a frente tierra y cielo,
paralelismo de espejos,
que ahora no hay lejos ni cerca,
alto o bajo, mucho o poco,
en el universo,  
¡Dulce muerte de medidas,
guiño de infinito!
Pero de un surco se vuela
un pájaro primerizo.
Y todo vuelve a ordenarse
por la pauta de su sino.
Ya la tierra está aquí abajo
y el cielo allí arriba puesto,
ya la llanura es inmensa
y el caminante pequeño.
Y ya sé lo que está lejos:
dicha, gracia, paz o logro.
Y ya sé lo que esta cerca:
el corazón en el pecho.

Pedro Salinas