miércoles, 25 de julio de 2018

LA TIERRA - Gloria Gómez


LA TIERRA


A veces resiento en las entrañas como una dentellada
clamando la suela de mis zapatos por tus hileras;
a veces la lejanía se me clava en las venas
demandando la sonrisa allí nutrida
en los recovecos de la infancia;
a veces tiras de mí, tierra mía,
como si un desgarro abriera los abismos,
en el tronco de las desdichas.

Aún retumba el silbido de aquel tren que partiera
a tierras lejanas donde el mar rompe estruendos de dolor;
aún relumbra el cielo estrellado de aquella noche
mientras se perdía entre las hojas
de un débil otoño en la llanura.

L canto de las golondrinas se alejaba cuando
las llantas de los raíles rechinaba n tras las cumbres:
sabias ellas, no volverían.

Al pasar de los estíos,
siento el frescor del alba empuñando hoces
dispersando frutos entre los valles.
Debo volver siempre sobre las huellas
cada solsticio, abriendo espumas entre los ruiseñores.
No puedo olvidar el seno,
sin dejar el camino a la intemperie
de muecas trazadas entre zarzamoras.

Agreste como ninguna dejase en mí el destino,
incrustado encada hoja de papel escrita entre oropeles
simulados, en la gran ciudad alejada de tu entraña.
Pintoresca en tu paisaje fijaste el eco de una dulzaina
alrededor de comensales intrusos, galardonando mi lecho.

Pero tu olor a verano me invade cada primavera
reclamando el paseo furtivo bajo alamedas discontinuas,
llevando de la mano  nuevas voces al canto entre peñas
que elevan salmos a concilios armonizados.


II
Casi no queda nadie, pero tus calles están llenas de vida,
en cada esquina una sonrisa quedó dibujada;
el sauce sigue añorando la voz de la sabiduría,
tus calles siguen habitadas por las huellas de un padre
que negó su  creencia tras la barra incendiaria
y una madre hilando encajes de escaparate.

Casi no queda nadie pero tu entraña me declama,
me recuerda que otras ramas siguen contoneando
por tus correderas tras la muralla siempre sublime.
Que el poeta dejó la huela imborrable en papiro inagotable
y que  su grave voz, aún se oye entre las gentes.

Aunque mis pies caminan por tras orillas
aunque mis manos bordan otros parajes
y trazan  líneas en otras cuartillas,
soy forastera.
Aunque pasen mil años en otro lugar, mi siembra no fructifica
aunque pinte de colores los días, sigo siendo extraña.

Los ojos de las gentes me miran detallando otra senda
sin tender el brazo,
y sin embargo siento tus brazadas llegar a la puerta,
cada vez que una copla lejana arrancada del eco
empaña el cristal con la escarchadle frío invierno,
olvidando los sueños depositados en la almohada
robada al fuego estelar.

Mis alas, aunque lejanas, siempre llanean
entre fortalezas escudriñadas a la templanza
emanada  por la orilla del río en el cruce de caminos
con destino hacia cumbres llorando al mar.


Quizás porque mi retina lo primeo que vio
la alameda altiva frente al zaguán
marcando pasos de romanza.
Quizás porque el murmullo contra las piedras,
agua venida de altas peñas, compusiera la nota inolvidable.
O quizás porque la luciérnaga alumbraba
las noches sin luna
escondida en los jarales.

No puedo retornar sin haber empuñado un trozo de ti
abrigando el otoño esperanzado tras los días
que retoñan los avellanos de la ladera del monte
y los frutos para el camino,
no puedo alejarme sin  haber contemplado una vez más
el rojo poniente apagando las tardes estivales
que en tu faz tienen diferente color.


III
Quise huir en un tiempo de siembra engatusada
y quise cambiar los horizontes maltrechos
de un semblante adoquinado
por la furia incorregible de imberbes sucumbiendo en pautas,
en pos de charangas al viento clamando la belleza
perdida entre los barrotes de la soledad urdida
en las raíces del ocaso peregrinaje tras sierras empinadas,
alejando almas a destierros desatinados.

Pero no puedo congelar la savia de mis venas,
ni puedo borrar la efigie dimanada de tus vergeles
en el espejo de cada mañana.

Gloria Gómez Candanedo
Del libro “Nombre de mujer”




martes, 24 de julio de 2018

SI PUDIERA - Maribel Domínguez Duarte






SI PUDIERA…



Si pudiera arrancarme las sílabas de tu nombre

que bailan en mi boca.

Deshojar tu perfume de madera y viento.

Desprender el sonido de tus versos.

Inundar de olvido la profundidad de tu mirada

si pudiera no sentirte tan adentro…

si pudiera…


Pero me muerde la noche solitaria y avarienta.

Y me duele el pecho al respirarte

sintiendo esta gran oquedad entre las piernas.

Un volcán ardiente recorre mis venas sedientas

construyendo alas de primavera.

Embriagada por el contorno de tus caricias

desato la cordura

para sumergirme en tu noche desbocada 

y devorar ese fugaz momento

que derrama placeres poblados

al roce tu piel,

al roce de nuestros cuerpos conjugados.


Maribel Domínguez Duarte

Del libro: "Nombre de mujer"



viernes, 20 de julio de 2018

EVENTOS CASA JOSÉ ZORRILLA


 Presentación "La Máquina del Tiempo" 
Autor: Carlos Fernández del Ganso


Día: 26 de julio de 2018
Hora: 20:00
Lugar: Casa José Zorrila 
VALLADOLID





"La interpretación de los sueños"
Ponente: Carlos Fernández del Ganso

Día: 27 de julio de 2018
Hora: 10:30
Lugar: Casa José Zorrilla
VALLADOLID


jueves, 19 de julio de 2018

AUSENCIA DE TU CUERPO


AUSENCIA DE TU CUERPO


Con solo coincidir tu exótica mirada
me haces subir a las estrellas de la luna.
Contigo soy la mujer libre
que siempre quise ser,
la de tu sonrisa con la mía,
la complicidad sin límites,
hasta la tristeza y desasosiego,
no elegiría otra locura.
Nuestro lenguaje en morse
traspasa nuestras células, y verte respirar
llena mi cuerpo glacial
en un par de soplos de arenas calientes.
Y a mi vera eres una estrella de mar
sacudiéndose entre ardientes amores.

Sandra Marie Steele Pastor

miércoles, 18 de julio de 2018

CONOZCO LA AUSENCIA DE TU CUERPO




CONOZCO LA AUSENCIA DE TU CUERPO


Entre los brazos marchitos  
de la soledad  
aparece escondido  
tu rostro. 

En la distancia,  
cuando se aleja su nombre  
veo la presencia palpitando  
de una sombra.  

A solas, tiemblo frente a tu cuerpo  
reconozco las huellas de esos dedos  
siento escalofríos ante tu mirada.  

Límite de la piel con la verdad  
ausencia palpitando de mi ser, 
en cada poro florece  
tu presencia  
cuando invisible  
decoras mis palabras.  

Yosune Castellano Alarcón


martes, 17 de julio de 2018

CONOZCO LA AUSENCIA DE TU CUERPO - Esther Núñez Roma





CONOZCO LA AUSENCIA DE TU CUERPO

22 de junio de 2018

Conozco la ausencia de tu cuerpo
y postrada deseo llenarme de ti,
sumergida en esta extraña ausencia,
te amo.

Despierto de mis sueños 
y  siento un vacío que lleno con tus besos.
Aquel abrazo de delicada nostalgia,
que un día me diste,
me llena de ti a cada instante.

Deambulando por la faz de la muerte,
arrodillada ante el altar,
confieso mi  pecado, mi deseo.
Las lágrimas se deslizan
hasta concluir en la efigie de la tierra
para después, 
morir en tu recuerdo.

Secuelas de melancolía
arrullan mi alma.
Me aflige una tristeza
al no sentir el roce de tus manos.
Sin el aliento de tu boca,
el aroma de tu cuerpo,
el deseo muere.
El silencio de la noche
me enloquece.

Un día te encontré
y la mujer que ahora escribe, 
 la que se atrevió a quebrar las
cenizas de una sombra,
quien rompió el llanto en una 
lágrima reciente,
es la mujer que siempre amará.

Esther Núñez Roma


lunes, 16 de julio de 2018

LA MONJA GITANA




LA MONJA GITANA

Silencio de cal y mirto.
Malvas en las hierbas finas.
La monja borda alhelíes
sobre una tela pajiza.
Vuelan en la araña gris,
siete pájaros del prisma.
La iglesia gruñe a los lejos
como un  oso panza arriba.
¡Qué bien borda! ¡Con qué gracia!
Sobre la tela pajiza,
ella quisiera bordar
flores de su fantasía.
¡Qué girasol! ¡Qué magnolia
de lentejuelas y cintas!
¡Qué azafranes y qué lunas,
en el mantel de la misa!
Cinco toronjas se endulzan
en la cercana cocina.
Las cinco llagas de Cristo
cortadas en Almería.
Por los ojos de la monja
galopan dos caballistas.
Un rumor último y sordo
le despega la camisa,
y al mirar nubes y montes
en las yertas lejanías,
se quiebra su corazón
de azúcar y yerbaluisa.
¡Oh!, qué llanura empinada
con veinte soles arriba.
¡Qué ríos puestos de pie
vislumbra su fantasía!
Pero sigue con sus flores,
mientras que de pie, en la brisa,
la luz juega el ajedrez
alto de la celosía.

Federico García Lorca


domingo, 15 de julio de 2018

MUERTE DEL SUEÑO


MUERTE DEL SUEÑO 

Nunca se entiende un sueño
más que cuando se quiere a un ser humano,
despacio, muy despacio,
y sin mucha esperanza.

Por ti he sabido yo cómo era el rostro
de un sueño: solo ojos.
La cara de los sueños
mirada pura es, viene derecha,
diciendo: “A ti te escojo, a ti, entre todos”
como lo dice el rayo o la fortuna.
Un sueño me eligió desde sus ojos,
que me parecerán siempre los tuyos.

Por ti supe también
cómo se peina un sueño.
Con que cuidado parte sus cabellos
con una raya que recuerda
a la estela que traza sobre el agua
la luna primeriza del estío.
Mi mano, o una sombra de mi mano,
o acaso ni una sombra,
la memoria, tan sólo, de mi mano
jamás acaricio una cabellera
tan lenta y tan profunda
como la de ese sueño que me diste.
En el pelo, en el pelo de tu sueño
fueron mis pensamientos enredándose,
entrando poco a poco, y se han perdido
tan voluntariamente en él que nunca
los quiero rescatar su gloria es ésa.
Que estén allí, que duermas
sobre las despeinadas
memorias que mi alma te ha dejado,
entretejidas en su cabellera.

Por ti he cogido un sueño de las manos.
Por ti mi mano de mortal materia,
ha tocado los dedos
tan trémulos, tan vagos,
como sombras de chopos en el agua,
con los que un sueño roza el mundo
sin que apenas lo sienta
nadie más que la frente consagrada.
Por ti he cogido un sueño de las manos,
o de las que parecen manos, alas.
Las he tenido entre las mías,
un año y otro año y otro año,
como se tienen las de un ser que va a marcharse,
fingiendo que es para decirle adiós,
pero con tal ternura al estrecharlas
que renuncia ano fuga y nuestro tacto,
de adiós se nos trasmuta en bienvenida.
Por ti aprendí el lenguaje
tan breve y misterioso de los sueños.
Cabría en el cristal
de una gota de agua.
Está hecho de dos letras cuyos trazos
aluden con su recta y con su curva
a la humana pareja, hombre y mujer
“Sí” dice, sólo “sí”.
Los sueños nunca dicen otra cosa.
Nos dicen “si” o se callan en la muerte.

Por ti e sabido cómo andan los sueños.
Llevan los pies desnudos
y parecen más altos todavía.
El alma por que cruzan se nos queda
como la playa que primero holló
Venus al pisar tierra, concediéndole
las indelebles señas de su mito:
las huellas de los dioses no se borran.
Entre el vasto rumor de los tacones,
que surcan las ciudades colosales,
mi oído a veces percibe
un rumor leve como de hoja seca,
o de planta desnuda: es que te acercas,
por las celestes avenidas solas,
es que vienes a mí, desde mi sueño.

He sabido por ti de qué color
es la sangre de un sueño. Yo la he visto
cuando un día le abriste tú las venas
escapar dulcemente, sin prisa, como el día
más hermoso de abril, que no quisiera
morirse tan temprano y se desangra,
despacio, triste, recordando
la dicha de su vida:
su aurora, su mañana sin rescate.

Por ti he asistido, porque lo quisiste,
al morirse de un sueño.
Poco a poco se muere
como agoniza el campo en el regazo
crepuscular, por orden de la altura.
Primero,  lo que estaba al ras de tierra,
la hierba, la primer oscurecida,
luego en el árbol, las cimeras hojas,
donde la luz, temblando se resiste,
y al fin el cielo todo, lo supremo.

Pedro Salinas



sábado, 14 de julio de 2018

CREDO - Gabriela Mistral




CREDO


Creo en mi corazón, ramo de aromas
que mi Seños como una fronda agita,
perfumando de amor toda la vida
y haciéndola bendita.

Creo en mi corazón, el que no pide
nada porque es capaz del sumo ensueño
y abraza en el ensueño lo creado:
¡inmenso dueño!

Creo en mi corazón, que cuando canta
hunde en el Dios profundo el franco herido,
para subir de la piscina viva
recién nacido.

Creo en mi corazón, el que tremola
porque lo hizo el que turbó los mares,
y en el que da la ida orquestaciones
como pleamares.

Creo en mi corazón, el que exprimo
para teñir el lienzo de la vida
de rojez o palor y que le ha hecho
veste encendida.

Creo en mi corazón, el que en la siembra
por el surco sin fin fue acrecentando.
Creo en mi corazón, siempre vertido,
pero nunca vaciado.

Creo en mi corazón, en que el gusano
no ha de morder, pues mellará a la muerte;
creo en mi corazón, el reclinado
en el pecho de Dios terrible y fuerte.

Gabriela Mistral


jueves, 12 de julio de 2018

ELEGIR MI PAISAJE





ELEGIR MI PAISAJE


Si pudiera elegir mi paisaje
de cosas memorables, mi paisaje
de otoño desolado,
elegiría, robaría esta calle
que es anterior a mí y a todos.

Ella devuelve mi mirada inservible,
la de hace apenas quince o veinte años
cuando la casa verde envenenaba el cielo.
Por eso es cruel dejarla recién atardecida
con tantos balcones como nidos a solas
y tantos pasos como nunca esperados.

Aquí estarán siempre, aquí, los enemigos,
los espías aleves de la soledad,
las piernas de mujer que arrastran a mis ojos
lejos de la ecuación de dos incógnitas.

Aquí hay pájaros, lluvia, alguna muerte,
hojas secas, bocinas y nombre desolados,
nubes que van creciendo en mi ventana
mientras la humedad trae lamentos y moscas.

Sin embargo existe también el pasado
con sus súbitas rosas y modestos escándalos
con sus duros sonidos de una ansiedad cualquiera
y su insignificante comezón de recuerdos.

Ah si pudiera elegir mi paisaje
elegiría, robaría esta calle,
esta calle recién atardecida
en la que encarnizadamente revivo
y de la que sé con estricta nostalgia
el número y el nombre de sus setenta árboles.

Mario Benedetti

miércoles, 11 de julio de 2018

RECITAL POÉTICO BAR "LA TOMASA" EL 8 JULIO DE 2018



















Recital poético Bar “La Tomasa” 8 de julio de 2018


Al comienzo del período estival, el céntrico Bar “La Tomasa”, de la Calle San Juan de Alcalá de Henares, acogió un llamado “casi espectáculo” por sus organizadores, en el que se combinaron Poesía, Música, Humor, Micro teatro…

lunes, 9 de julio de 2018

SI LA VOZ SE SINTIERA CON LOS OJOS



SI LA VOZ SE SINTIERA CON LOS OJOS


Si la voz se sintiera con los ojos,
¡ay, cómo te vería!
Tu voz tiene una luz que me ilumina, luz del oír.
Al hablar
se encienden los espacios de sonido,
se le quiebra al silencio
la gran oscuridad que es. Tu palabra
tiene visos de albor, de aurora joven,
cada día, al venir de mí de nuevo.
Cuando afirmas,
un gozo cenital un mediodía,
impera, ya sin arte de los ojos.
Noche no hay si me hablas por la noche.
Ni soledad, aquí solo en mi cuarto,
si tu voz llega, tan sin cuerpo, leve.
Porque tu voz crea su cuerpo. Nacen
en el vacío espacio, innumerables,
las formas delicadas y posibles
del cuerpo de tu voz. Casi se engañan
los labios y los brazos que te buscan.
Y almas de labios, almas de los brazos,
buscan alrededor las, por tu voz
hechas nacer, divinas criaturas,
invento de tu hablar.
Y a la luz del oír, en ese ámbito
que los ojos no ven, todo radiante,
se besan por nosotros
los dos enamorados que no tienen
más día ni más noche
que tu voz estrellada, o que tu sol.

Pedro Salinas


sábado, 7 de julio de 2018

PENSAR EN TI ESTA NOCHE...



PENSAR EN TI ESTA NOCHE…


Pensar en ti esta noche
no era pensarte con mi pensamiento,
yo solo, desde mi. Te iba pensando
 conmigo, extensamente, el ancho mundo.
El gran sueño del campo, las estrellas,
callado el mar, las hierbas invisibles,
sólo presentes en perfumes secos,
todo,  
de Aldebaran  al grillo te pensaba.

¡Qué sosegadamente
se hacía la concordia
entre las piedras, los luceros,
el agua muda, la arboleda trémula,
todo lo inanimado,
y el alma mía
dedicándolo a ti! Todo acudía
dócil a mi llamada, a tu servicio,
ascendido a intención a fuerza amante.
Concurrían las luces y las sombras
a la luz de quererte; concurrían
el gran silencio, por la tierra, plano,
suaves voces de nubes, por el cielo,
al cántico hacia ti que en mí cantaba.
Una conformidad  de mundo y ser,
de afán y tiempo, inverosímil tregua,
se entraba en mí, como la dicha entera
cuando llega sin prisa, beso a beso.
Y casi
dejé de amarte por amarte más,
en mas que en mí, inmensamente confiando
ese empleo de amar a la gran noche
errante por el tiempo y ya cargada
de misión, misionera
de un amor vuelto estrellas, calma, mundo,
salvado ya del miedo
al cadáver que queda si se olvida.

Pedro Salinas.


miércoles, 4 de julio de 2018

¿SERÁS, AMOR... ? - Pedro Salinas



¿SERÁS, AMOR…

¿Serás, amor
un largo adiós que no se acaba?
Vivir, desde el principio, es separarse.
En el mismo encuentro
con la luz, con los labios,
el corazón percibe la congoja
de tener que estar ciego y sólo un día.
Amor es el retraso milagroso
de su término mismo:
es prolongar el hecho mágico
de que uno y uno sean dos, en contra
de la primer condena de la vida.
Con los besos,
con la pena y el pecho se conquistan,
en afanosas lides, entre gozos
parecidos a juegos,
días, tierras, espacios fabulosos,
a la gran disyunción que está esperando,
hermana de la muerte o muerte misma.
Cada beso perfecto aparta el tiempo,
le echa hacia atrás, ensancha el mundo breve
donde puede besarse todavía.
Ni en el lugar, ni en el hallazgo
tiene el amor su cima:
es en la resistencia a separarse
en donde se le siente,
desnudo altísimo, temblando.
Y la separación no es el momento
cuando brazos, o voces,
se despiden con señas materiales.
Es de antes, de después.
Si se estrechan las manos, si se abraza,
nunca es para apartarse,
es porque el alma ciegamente siente
que la forma posible de estar juntos
es una despedida larga, clara
y que lo más seguro es el adiós.

Pedro Salinas