EL PECADO DEL
LENGUAJE
No todo el
que me dice ¡Señor, Señor!
Entrará en
el reino de los cielos.
(Mateo,
7,21)
Del miedo
original, sólo me pudo
mi palabra
salvar. Venció su mano
al mundo en
su avalancha de océano,
de viento
contra el corazón desnudo.
Detrás del
transparente y duro escudo
miré,
abrigado, el desamparo humano,
la sima del
crepúsculo lejano,
la muerte
inmensa y el horror menudo.
También de Ti,
Señor, me he preservado
y me
preservo ahora con nombrarte,
y aún más
cuando Te rimo este pecado.
Vano fuera
no interpretar mi parte;
tal vez con
la herramienta que me has dado
de hablar,
Te ganaré, para callarte.
José María
Valverde
Cuadro: "Una palabra más" de Miguel Oscar Menassa
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