domingo, 6 de julio de 2025

LUTO

 


LUTO

 

En solo una noche brotó de mí

subió, creció el árbol de luto,

empujó los huesos, abrió las carnes,

su cogollo llegó a mi cabeza.

Sobre hombros, sobre espaldas,

echó hojazones y ramas,

y en tres días estuve cubierta,

rica en él como de mi sangre.

¿Dónde me palpan ahora?

¿Qué brazo daré que no se luto?

Igual que las humaredas

ya no soy llama ni brasas.

Soy esa espiral y esta liana

y este ruedo de humo denso.

Todavía los que llegan

me dicen mi nombre, me ven la cara;

pero yo que me ahogo me veo

árbol devorado y humoso,

cerrazón de noche, carbón consumado,

enebro denso, ciprés engañoso,

cierto a los ojos, huido en la mano.

En una pura noche se hizo mi luto

en el dédalo de mi cuerpo

y me cubrió este resuello

noche y humo que llaman luto

que me envuelve y que me ciega.

Mi último  árbol no está en la tierra

no es de semilla ni de leño,

no se plantó, no tiene riesgos.

Soy yo misma mi ciprés

mi sombreadura y mi ruedo,

mi sudario sin costuras,

y mi sueño que camina

árbol de humo y con ojos abiertos.

En lo que dura una noche

cayó mi sol, se fue mi día,

y mi carne se hizo humareda

que corta un niño con la mano.

El color se escapó de mis ropas,

el blanco, el azul, se huyeron

y me encontré en la mañana

vuelta un pino de pavesas.

Ven andar un pino de humo,

me oyen hablar detrás de mi humo

y se cansarán de amarme,

de comer y de vivir,

bajo de triángulo oscuro

falaz y crucificado

que no cría más resinas

y raíces no tiene ni brotes.

Un solo color en las estaciones,

un solo costado de humo

y nunca un racimo de pilas

para hacer elfuelo, la cena y la dicha.

 

Gabriela Mistral

Cuadro: "Amor ante la muerte" de Miguel O. Menassa

 

 

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