ALEGRÍA INTERIOR
En mí la siento aunque se
esconde.
Moja mis oscuros caminos
interiores.
Quién sabe cuántos mágicos
rumores
sobre el sombrío corazón
deshoja.
A veces alza en mí su luna
roja
o me reclina sobre extrañas
flores.
Dicen que ha muerto, que
de sus verdores
el árbol de mi vida se
despoja.
Sé que no ha muerto,
porque vivo. Tomo,
en el oculto reino en que
se esconde,
la espiga de su mano
verdadera.
Dirán que he muerto, y yo
no muero. ¿Cómo
podría ser así, decidme,
dónde
podría ella reinar si yo
muriera?
José Hierro
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