HE VENIDO PARA VER
He venido para ver
semblantes
amables como viejas
escobas,
he venido para ver las
sombras
que desde lejos me sonríen.
He venido para ver los
muros
en el suelo o en pie
indistintamente,
he venido para ver las
cosas,
las cosas soñolientas por
aquí.
He venido para ver los mares
dormidos en cestillo
italiano,
he venido para ver las
puertas,
el trabajo, los tejados,
las virtudes
de color amarillo ya caduco.
He venido para ver la
muerte
y su graciosa red de cazar
mariposas,
he venido para esperarte
con los brazos untando en
el aire,
he venido no sé por qué;
un día abrí los ojos, he
venido.
Por ello quiero saludar
sin insistencia
a tantas cosas más que
amables,
los amigos de color
celeste,
los días de color
variable,
la libertad del color de
mis ojos.
Los niñitos de seda tan
clara,
los entierros aburridos como
piedras,
la seguridad, ese insecto
que anida en los volantes
de la luz.
Adiós, dulces amantes
invisibles,
siento no haber dormido en
vuestros brazos.
Vine por esos besos solamente;
guardar los labios por si
vuelvo.
Luis Cernuda
No hay comentarios:
Publicar un comentario