NUNCA VOLVERÉ
Soy
la mujer afgana que se despertó
me
levanté y me convertí en tormenta
barriendo
las cenizas de mis niños quemados
me
levanté de los arroyos de sangre de mi hermano
la
ira de mi pueblo me dio fuerza
mis
pueblos arruinados e incendiados me llenaron de odio.
Soy
la mujer que se despertó,
encontré
mi camino y nunca volveré
abrí
puertas cerradas por la ignorancia
le
dije adiós a mis brazaletes de oro paisana,
ya
no soy la que fui.
Soy
la mujer que despertó
encontré
mi camino y nunca volveré
he
visto niños sin hogar, vagando descalzos
he
visto prometidas con las manos tatuadas de henna
en
traje de luto
he
visto los muros gigantes de las cárceles tragarse
la
libertad en sus estómagos de ogros
pero
resucité
en
los gestos épicos de resistencia y valentía.
Aprendí
el canto de la libertad en los últimos suspiros,
en
las olas de sangre y victoria.
Oh,
paisano, oh hermano, no me consideres más
como
débil e inepta.
Estoy
con toda fuerza contigo,
en
el camino a la liberación de mi país.
Mi
voz se mezcló con otras miles de mujeres
que
amanecieron.
Mis
puños se abrazan con los puños de miles
de
compatriotas
Contigo,
tomé el camino a mi país
para
romper todo este sufrimiento y hierros,
oh,
paisano, oh hermano, ya no soy quien era
Soy
la mujer que se despertó
Encontré
mi camino
y
nunca volveré.
Meena
Keshwar Kaman
Afganistán
1956
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