jueves, 3 de agosto de 2023

ACERCA DEL VIVIR

 

 


ACERCA DEL VIVIR

 

 

El vivir no admite bromas.

Has de vivir con toda seriedad,

como una ardilla, por ejemplo;

es decir, sin esperar nada fuera y más allá

del vivir;

es decir, toda tu tarea se resume en una

palabra:

Vivir.

Has de tomar en serio el vivir.

Es decir, hasta tal punto y de tal manera

que aún teniendo los brazos atados a la

espalda,

y la espalda pegada al paredón,

o bien llevando grandes gafas

y luciendo bata blanca en un laboratorio,

has de saber morir por los hombres.

Y además por hombres que quizás nunca viste,

y además sin que nadie te obligue a hacerlo,

y además sabiendo que la cosa más real y

bella es

vivir.

Es decir:

has de tomar en serio el vivir

que a los setenta años, por ejemplo,

si fuera necesario plantarías olivos

sin pensar que algún día serían para tus hijos;

debes hacerlo, amigo, debes hacerlo,

no porque, aunque la temas, no creas en la muerte,

sino porque vivir es tu tarea.

 

 

II

Sucede, por ejemplo,

que estamos muy enfermos;

que hemos de soportar una difícil operación;

que cabe la posibilidad

de que no volvamos a levantarnos de la

blanca mesa.

Sucede

que estamos en la cárcel.

Sucede

que nos acercamos

a los cincuenta años,

y que faltan dieciocho más

para ver abrirse las puertas de hierro.

Sin embargo, hemos de seguir viviendo

con los de fuera,

con los hombres, los animales, los

conflictos y los vientos,

es decir, con todo el mundo exterior que se halla

tras el muro de nuestros sufrimientos;

es decir: estemos donde estemos

hemos de vivir

como si nunca hubiésemos de morir.

 

 

III

Se enfriará este mundo,

una estrella entre las estrellas;

por otra parte una de las más pequeñas del universo;

es decir, una gota brillante en el terciopelo azul,

es decir, este inmenso mundo nuestro.

Se enfriará este mundo un día,

algún día se deslizará

en la ciega tiniebla del infinito

-no como una bola de nieve,

no como una nube muerta-,

como una nuez vacía.

Desde ahora mismo se ha de sufrir por todo esto,

ha de sentirse su tristeza desde ahora,

tanto ha de amarse el mundo en todo

instante,

se le ha de amar tan conscientemente

que se pueda decir: he vivido.

Aunque sea imposible no sentir

la tristeza de partir antes de tiempo,

seguiremos riendo con el último chiste,

mirando por la ventana para ver

si el tiempo sigue lluvioso,

esperando con impaciencia

las últimas noticias de la prensa.

Sucede, por ejemplo, que estamos en el frente,

por algo, por ejemplo, que vale la pena que se luche.

Nada más comenzar el ataque, al primer

movimiento, puede caerse cara a tierra, y morir.

Todo esto hemos de aceptarlo con singular

valor,

y a pesar de todo, preocuparnos

apasionadamente

por esa guerra que puede durar años y años.

 

Nazim Hikmet

Cuadro: Dueño de su vida y su muerte" de Miguel Oscar Menassa

 

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