ERES TODA DE ESPUMAS, DELGADAS Y
LIGERAS
Eres toda de espumas
delgadas y ligeras
y te cruzan los besos y te
riegan los días.
Mi gesto, mi ansiedad
cuelgan de tu mirada.
Vaso de resonancias y de
estrellas cautivas.
Estoy cansado, todas las
hojas caen, mueren.
Caen, mueren los pájaros. Caen
mueren las vidas.
Cansado, estoy cansado.
ven, anhélame, víbrame.
¡Oh, mi pobre ilusión, mi
guirnalda encendida!
El ansia cae, muere. Cae,
muere el deseo.
Caen, mueren las llamas en
la noche infinita.
Fogonazo de luces, paloma
de gredas rubias,
líbrame de esta noche que
acosa y aniquila.
Sumérgeme en tu nido de vértigo
y caricia.
Anhélame, retiéneme.
La embriaguez a la sombra
florida de tus ojos,
las caídas los triunfos,
los saltos de la fiebre.
Ámame, ámame, ámame.
De pie te grito ¡Quiéreme!
Rompo mi voz gritándote y
hago horarios de fuego
en la noche preñada de
estrellas y lebreles.
Rompo mi voz y grito. Mujer,
ámame, anhélame.
Mi voz arde en los
vientos, mi voz que cae y muere.
Cansado. Estoy cansado.
Huye. Aléjate. Extínguete.
No aprisiones mi estéril
cabeza entre tus manos.
Que me crucen la frente
los látigos del hielo.
Que mi inquietud de azote
con los vientos atlánticos.
Huye. Aléjate. Extínguete.
Mi alma debe estar sola.
Debe crucificarse, hacerse
astillas, rodar,
verterse, contaminarse
sola,
abierta a la marea de los
llantos,
ardiendo en el ciclón de
las furias,
erguida entre los cerros y
los pájaros,
aniquilarse, exterminarse
sola,
abandonada y única como un
faro de espanto.
Pablo Neruda
Cuadro: "Mujer de perfil" de Miguel Oscar Menassa
No hay comentarios:
Publicar un comentario