CANCIÓN
Llueve en este poema
Eduardo Carranza
Llueve.
La tarde es una
hoja
de niebla. Llueve.
La
tarde está mojada
de
tu misma tristeza.
A
veces viene el aire
con
su canción. A veces…
Siento
el alma apretada
contra
tu voz ausente.
Llueve.
Y estoy pensando
en
ti. Y estoy soñando.
Nadie
vendrá esta tarde
a
mi dolor cerrado.
Nadie.
Solo tu ausencia
que
me duele en las horas.
Mañana
tu presencia regresará en la rosa.
Yo
pienso –cae la lluvia—
nunca
como las frutas.
Niña
como las frutas,
grata
como una fiesta
hoy
está atardeciendo
tu
nombre en mi poema.
A
veces viene el agua
a
mirar la ventana.
Y
tú no estás
A
veces te presiento cercana.
Humildemente
y todo
humilde:
los jazmines
los
rosales del huerto
y
mi llanto en declive.
Oh,
corazón ausente:
qué
grande es ser humilde!
Gabriel
García Márquez
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