PÁJARO ENAMORADO DEL
FUEGO
Pájaro enamorado
del fuego, los aires fueron su propia trampa.
Destrezas de
la nada encadenan demoras.
Escribo para
encontrarme con ella, libre o crucificada.
Ineludible pasión
por las inocencias, no pudo evadirse de ser
juzgada.
Eternidad del
malestar atropellado.
Vestigios del
desafío mortal.
Silencios de
la muerte anticipada.
Rumor enriquecido
por lo cotidiano.
Inventó el
amor y no fue preciso que lo necesitara.
Asesino en
los desiertos, conservó altos ideales.
Tropiezos inútiles
consagraron excesos.
Arrebatos insuficientes
para poder volar en la oscuridad.
Despedido de
su propia sangre, el cuerpo que lo acompañaba,
sólo se
inclinó ante palabras sabias.
Los misterios
desaparecían cuando un temblor apasionado
reclamaba
sus alas.
Las hadas
sostuvieron la originaria pureza de sus actos.
Humilde encrucijada
construyendo la impunidad de todos los
juegos
necesarios.
Pájaro enamorado
del fuego, los aires fueron su propia trampa.
Lucía Serrano
Cuadro: "Pájaros de sal" de Miguel O. Menassa
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