EL SUELO
Suelo por donde voy,
santo suelo de tierra
Jorge Guillén
Sobre esta realidad se
funda todo,
suelo de tierra dura como
penas.
El muro, la techumbre, ese
cobijo
junto al hogar, donde la
historia empieza.
Miro su costra roja
lentamente,
la toco con mi mano lenta-
mente, siento su tibio, áspero
roce,
su piel desnuda y quieta.
La vida se alza de este
vientre oscuro,
de esta extendida soledad
concreta.
La repetida historia de
los hombres
aquí monta y desmonta sus
escenas.
La pisada desnuda se
descubre
del primer hombre, la
primera
hendidura remota se
adivina
de la primera rueda.
Hacia el amor los pasos o
hacia el odio,
la vacilante huella
hacia la muerte. El pie
como una concha
libre y el pie que
arrastra una cadena.
Todo se funda aquí. Un paso
y otro
paso: el camino. Piedra sobre
piedra:
la casa. El trashumante,
el sedentario
no tienen otra vía ni otra
hacienda.
Bajo el día, a la luz que
cae de plano
cruel, hermosa y violenta,
en la noche, buscando
ansiosamente,
dolidamente en la
tiniebla,
cruzo pisando sobre
milenarias
pisadas, hundo en las
remotas cuencas
mis pies, descanso en
hoyos donde siglos
y siglos otros huesos se
durmieran.
Desde esta realidad pido a
la vida:
hágase tu esperanza así en
la tierra
como en el santo suelo
donde alzamos
esta aventura trágica y
pequeña.
Leopoldo de Luis
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