PREGUNTAS DE UN
OBRERO A UN MÉDICO
¡Nosotros sabemos lo que nos
enferma!
Cuando nos sentimos mal nos
enteramos
que eres tú el que nos va a curar.
Durante diez años, nos dicen,
en hermosas escuelas
construidas con dinero del pueblo,
aprendiste a curar, y tu ciencia
te ha costado una fortuna.
Tienes que saber curar.
¿Sabes curar?
En tu consultorio
nos arrancan los harapos
a tú aplicas el oído a nuestros
cuerpos desnudos.
Una mirada a los harapos te
informaría mejor
sobre la causa de nuestra
enfermedad.
La misma causa desgasta nuestros
cuerpos y nuestras ropas.
Dices que el dolor en el hombro
proviene de la humedad, de la que
también proviene la mancha que hay
en la pared
de nuestra casa.
Dinos entonces:
¿De dónde proviene la humedad?
Exceso de trabajo y falta de
comida
nos hacen flacos y débiles.
Tu receta dice:
“Tiene que aumentar de peso”.
Es como decirle al junco
que no debe mojarse.
¿Cuánto tiempo nos dedicas?
Es evidente: la alfombra de tu
casa
cuesta tanto como cinco mil
consultas.
Probablemente dirás que eres
inocente.
La mancha de humedad en la pared
de nuestra casa
dice lo mismo.
Bertolt Brecht
Alemania 1898-1956
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