lunes, 10 de marzo de 2014

Poema leído en el taller


31 de Agosto de 1976

En la noche
cuando nos encontrábamos
la plenitud de la oscuridad
hacía de nosotros
infinitos corceles enamorados

En la noche éramos eternos
y hundíamos en nuestras carnes
palabras
provenientes de la locura del sol.

Moríamos cada vez
como para siempre.
Primero los dos juntos
después nos besábamos
y volvíamos a morir
cada cual en su tiempo.

Éramos como las flores
crecíamos en el silencio
de la noche.

Tus gritos de amor
atraían sobre nosotros
a los fantasmas de la bruma.
en silencio
volviendo a vivir
éramos millones.

Miguel Oscar Menassa
De “La poesía y yo”


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