lunes, 17 de marzo de 2014

Leído en el taller 16 de marzo de 2014


EL PODER

La violencia de los manifestantes fue excesiva,
por eso tuvimos que contrarrestar sus piedras,
con nuestras bombas.

¿No es violento arrancarle a un hombre
el brillo del futuro de sus pupilas,
quitarle el trabajo,
llevarlo a una vida medieval en el siglo XXI,
tenerlo todo el día ensimismado pensando
si podrá dar de comer a sus hijos?

¿No es violento que anide en él la desesperanza,
la sensación de que las protestas no sirven,
que la palabra no es suficiente
y que debe callarse y esperar?

¿No es violento vivir sabiendo que no podrá pagar sus deudas,
por que las deudas de sus gobernantes,
lo aplastaran a él y a las próximas generaciones?

¿No es violento estar atemorizado,
ver que el enemigo es tan grande,
que no se puede alcanzar,
y sin darse cuenta,
comenzar a creer que es el vecino,
quien me ataca?

¿No es violento que nos cuenten lo sucedido sin sonrojarse,
y nadie sea responsable, nadie sea juzgado,
salvo pequeños accidentes del camino,
y la impunidad haga relucir sus sonrisas?

¿Qué piensa?

Tiene razón,
atacaron con piedras,
seguro que no eran suyas,
los voy a detener por apropiación indebida.

Hernán Kozak

De “Refugios instantáneos

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