miércoles, 30 de diciembre de 2015

Poema leído en el recital "Versos y Besos de Otoño"


EN EL MERCADO

Batas de franela, un carmín perfecto
delineado en unos labios.
Moldeados danzando al son del viento,
bellezas desfiguradas, desvanecidas…
cumplen su misión de acariciar
la curva del cielo con sus hombros
dorados.

Cráneos golpeados, esperan pacientes,
en primera línea algún ramo de rosas
portado por un lechón en pantalones,
esperan, con su sexo sangrante
y mutilado, penetrado por las espinas
del regalo de su amado.
Deseosas de que ocupen su dedo
y no su corazón, de calentar un
lecho, de ser una oveja de carne
tierna para el hambriento lobo.

Expulsan un grito con sus dedos,
y luego callan, porque ya
no les pertenece
ni su bata, ni sus cráneos,
ni las espinas de las rosas ya podridas.


Cristina Ajenjo Gómez
Integrante de los talleres de poesía Grupo Cero en Alcalá de Henares

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