UN HOMBRE TREPA POR
LAS PAREDES Y SUBE AL CIELO
Colgado
de una soga
el
hombre que escala las paredes
tiene
fuertes zapatones con clavos.
Escala
las paredes
porque
ha olvidado las llaves de su casa
y
mientras escala las paredes
hasta
llegar al piso trece
se
detiene algunos momentos
en
los balcones de cada piso
donde
aspira al olor de los geranios
las
madreselvas
las
hortensias
y
los malvones.
Hay
sol
gallardetes
vendedores
ambulantes
y
más allá está el río
y
más allá los puentes
por
donde se va a la pampa.
Abajo
están los niños
que
salen de las escuelas
y
por el cielo pasan aviones y pájaros
y
sombreros de anchas alas
que
el viento arrancó a los desprevenidos.
La
soga ha sido atada a la viga
que
sobresale en la azotea.
Un
hombre la ciñó a su cintura
y
asciende tomándose de la soga
con
sus manos enguantadas.
Usa
chaleco floreado y una gorra a cuadros.
Debe
llegar al piso trece
donde
tiene que regar unos claveles
pisar
maíz
escribir
unas cartas
y
preparar una cazuela.
Sube
lentamente
y
en cada piso se detiene un rato para descansar.
Entra
en el balcón de cada piso
y
se sienta en un sillón
o
se extiende sobre una reposera
y
conversa con la vecina o los vecinos
y
acepta un café o un mate
o
deja caer un chorro de una bota de vino
en
su garganta
o
juega a las cartas
o
escucha confidencias y da consejos
y
cuenta algún episodio de su vida
hasta
que saluda y se va
y
sigue trepando por las paredes
colgado
de una soga.
Es
el hombre que tiene fuertes zapatones con clavos
y
un chaleco floreado y una gorra a cuadros
que
olvidó las llaves de su casa
y
aspira el olor de los geranios
y
debe llegar al piso trece
antes
de que aparezcan los búhos
y
se iluminen las ventanas.
Están
los pájaros y el río lejos
y
el césped del parque
y
los caballos que galopan por la llanura
y
esta silla desvencijada
y
la bañera
fuera
de uso
llena
de tierra y de flores
y
el mar y el navío que se acerca
y
la lagartija que se escurre entre las rocas
y
el vendedor de diarios que desde abajo
le
grita consejos y advertencias
mientras
el hombre vuela
asciende
conquista
cada piso con esfuerzo
y
mira siempre hacia arriba
la
tierra está lejos
el
cielo está lejos.
El
hombre que trepa por las paredes
colgado
de una soga
cuando
entra en una casa por el balcón
es
bien recibido por los vecinos
y
él trata de ser útil
pero
en uno de los pisos
una
mujer inesperada
que
es una sola
y
al mismo tiempo
todas
las mujeres de su vida
le
pide que la lleve con él.
Entonces
ella se ata también con la soga
y
sube con el hombre
más
allá del piso trece
hacia
las nubes
el
aire libre
el
cielo
el
viento
entre
los geranios
las
sombrillas
las
reposeras
sobre
los puentes y puestos de diarios
y
mástiles
y
enredaderas
y
algunas gotas
y
semillas
y
sueños
con
su gorra a cuadros
con
su chaleco floreado
con
su enamorada de siempre
Edgar
Bayley
Cuadro: "Observando la experiencia" de Miguel Oscar Menassa
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