miércoles, 30 de noviembre de 2022

ESPAÑA SOBRE MIS HOMBROS

 





ESPAÑA SOBRE MIS HOMBROS

 

1

El aire ya no era el mismo,

más opaco se veía,

ya sus verdes transparencias

diamantinas no existían.

Cuando llegué, me esperaba

un recuerdo en cada esquina,

y por las calles y estancias

la ausencia de muchas vidas

que llenaron mi pasado,

hoy en sombras convertidas.

¡Es que fueron treinta años,

Madrid, que no te veía!

¿Puede haber tristeza alegre,

o pena en una alegría,

una emoción que nos vence

hasta enfermarnos? Había

en las cosas y en las gentes

una luz que me podía;

caras de antaño que al verlas

el corazón me dolía

--la felicidad a la angustia

en ese instante se unía-.

Otras eran caras nuevas

que tal vez ya conocía,

que para el alma fronteras

no se han puesto todavía

y ésta va y viene buscando

quien le haga compañía.

                                   ¡España! ¡Madrid!

 

2

No olvidaré ese momento,

al bajar de la aeronave,

después de doce horas

por el gran puente del aire

y ver Madrid nuevamente

a treinta años de dejarle;

treinta años de mi vida,

tiempo que hubo de cambiarle.

Ya la emoción me invadía

unas pocas horas antes,

al ver desde las alturas

el tan soñado paisaje.

Y cuando pisé la tierra,

me detuve a preguntarme:

¿Acaso vuelvo la misma?

¿Es que he venido a encontrarme?

Ninguna emoción recuerdo

que pudiera semejarse.

                                    ¡España! ¡Madrid!

 

Concha Méndez Cuesta

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