miércoles, 14 de septiembre de 2016

AJENO A LAS DISTANCIAS FUI RECORRIENDO EL MUNDO


AJENO A LAS DISTANCIAS FUI RECORRIENDO EL MUNDO



Ajeno a las distancias fui recorriendo el mundo,

el mundo de los otros, fuertes ciudades ajenas.

Nunca le preguntaba a nadie donde estábamos.

Era de todos los países y, a  la vez, de ninguno.



Nunca supe el nombre de las fiestas del pueblo

ni los lugares secretos, ni el mercado de flores

y no podía ni queriendo recordar a los muertos,

sus triunfos, sus batallas, sus amores perfectos.



Ajeno a las historias del mundo, de sus guerras

fui creando una historia donde el amor se hacía

en el poema, en la noche desierta, en el trabajo,

en las vueltas empecinadas de la vida, del dolor.



Nunca pude pensar que el mundo fuera nuestro,

que nuestro amor, que la comida fuera nuestra,

éramos pájaros cantores mas el canto era ajeno

volábamos  con alas que del tiempo robábamos,


mas el camino hacia el amor no era el nuestro

era el tiempo que nos llevaba hacia la muerte

volábamos sabiendo que eran olvido y nada

los que esperaban en las más altas cumbres


el que amaba volar con las alas del tiempo,

eran tinieblas y tinieblas que se encadenaban

pasos inseguros, dudas eternas sobre todo,

al pobre pájaro caído sin hogar y sin patria.



Miguel Oscar Menassa

De “Al sur de Europa”

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