CARTA DE UNA MUJER
PERFUMADA
Para escribir
cartas de amor
no es
necesaria
la cautela
ni el
orden
ni encontrar
la perfecta esquela
tan sólo
encender la lámpara
como se
enciende el cuerpo del amor.
Untarse toda,
perfumarse
toda
de mieles y
sortilegios
elegir la
caligrafía más desvelada,
la más
humilde.
Entonces, se
extiende
se acaricia el
empeine de sus plumajes
y comienzan a
recogerse las palabras
como el deseo
del amor.
II
Para escribir cartas
de amor
es necesario
estar reposada
elegir las
palabras como si fueran banquetes clandestinos
vestirse toda
de rojo, color deseo, color relámpago
y decir: en
esta tarde arrodillada de luz
yo te amo, te
entrego un manojo de suaves palabras
como la llave
de mi alma.
III
Me ilumino
toda al nombrarte
nada se pierde
con llamarte
en el bosque fallido
con escribirte
como sonámbula como
maga toda vestida
de verde
escribir
más que una
carta de amor
basta con
extender mi mano hacia la tuya
es esa la
vigencia
del perfume.
Marjorie Agosin
Cuadro: "Último recurso" de Miguel O. Menassa
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