BROADWAY
El amor es un
juego apasionante
y el mejor
sustituto del amor.
De aquel
inmenso, el amor único,
que uno halla
varias veces por el tiempo.
El recíproco amor
es lo más bello.
Lo sabemos los
dos. Pero es muy grande
el vacío que
se abre entre el amor
que se ha ido
y el amor que aún no ha llegado.
¿Por qué
llenarlo, pues, con la tristeza
si es posible
colmarlo de sonrisas?
Si se ha
ocultado el sol pueden los faros
del coche
iluminar la carretera.
Mientras llega
otro amor buscando el nuestro
juguemos, sólo
juego, a enamorarnos.
Juguemos a
querernos, sin querernos,
hasta el día
en que alguno de los dos,
vuelva a
sentir amor por cualquier otro.
El amor es
hermoso aun como juego.
José María
Fenollosa
Cuadro: "Tendrá que aprender" de Miguel O. Menassa
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