HE VIAJADO TÁNTO
QUE…
He viajado tanto que
planté hijos sobre el mar,
hoy, son delfines
de vientre blanco
ocas marinas de todo azul.
Y escribí árboles
de jirón
sobre playas desnudas
mirad, qué llanura de sombra.
Y tuve libros
como sábanas,
los adoquines de mi ciudad
arropaos si queréis
son nubes sin forma definida.
Fui, os digo
fiel y balanza de orquesta.
Ahora, calma mi alma
otra sed.
¿Alguna vez de hambre
saludasteis,
estrechamente,
a un manco
su cojera religiosa?
¿Conoces alguna
bandera
sin color?
¿Algún instante has amado en los torpes
de lápiz torcido,
sus cejas de arbotante,
pobladas de ignorancia?
Yo nunca quemé
un billete moneda,
ni detuve con el pecho
un tranvía ebrio
sin freno, cuesta abajo.
No conozco sin embargo
San Francisco.
Mi panadero se llama Paco,
es bajito. De harina me saluda
en las madrugadas
tras su mostrador de madera.
¿Has visitado algún
monasterio sin piedras?
¿conoces algún campanario
que no tenga monaguillo
travieso?
Mi madre hacía croquetas
con sus manos.
Benditas manos de ocho y remolino.
Yo siempre visito los
ríos, por su margen derecha
y saludo al sol
con las palmas cerradas.
Cuido los ojos,
sólo tengo dos que me acompañan
desde niño,
bien los conozco,
ellos miran lo que no ven.
He viajado tanto que
en fotografías canto
de ironía y humor cercano.
A veces hombre taciturno
a veces mujer robada.
Calos Fernández
Del libro: “Diván de sueños”
Cuadro: "Niveles del infinito" de Carlos Fernández
Qué hermoso poema.
ResponderEliminar