CABALLERO
SIN ANTIFAZ
Cuando se mueve la viva piedra
que me acompaña en el canto rodado de la voz,
apareces, de súbito, tú…
Tú
me esperas siempre,
yo
me conformo con alguna vez sin exigencias,
un encuentro verdadero.
Sin la interferencia del pasado
podemos inventar, me digo, cualquier vigencia,
decir por ejemplo:
te amo en el futuro rasgo de tu sonrisa.
Te amo como el vacío posterior al cruce en el viento
de bandadas de pájaros de la misma especie
y diferente plumaje en vuelo permanente.
Ese renglón, insisto,
vacío después de poner adiós por testigo
en un pañuelo de barra de labios intenso
dolor carne.
Así, con tu reverencia presente en la eterna espera
como hilandera que miente de telar nuevos vientos,
así llegaré, cabalgando una crin negra de hombre curtido
en todos los mares,
menos en tu océano de belleza impar
sin antifaz, de medianoche.
Carlos Fernández del Ganso
Del libro: “No recuerdo el futuro”
Cuadro: "Sobre fondo blanco"
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