miércoles, 1 de marzo de 2023

EL PERRO RABIOSO

 


EL PERRO RABIOSO

 

1

Muero porque las pulgas me inoculen

la sangre de los perros más rabiosos,

me vuelvan los colmillos venenosos

y el hombre que hay en mí me lo estrangulen.

 

Que ni el odio y la furia disimulen

cuanto de hirientes, graves, peligrosos

son mis serios arranques rencorosos,

sin puños que los frenen y regulen.

 

Época es de morder a dentelladas,

de hincar hundiendo enteras las encías,

contagiando mi rabia hasta en la muerte.

 

Revolcándose, mira inoculadas aullar

las horas de los malos días, por morderlas

¡oh Tiempo! y por morderte.

 

 

2

Mordido en el talón rueda el dinero,

y se retuerce ya en su sepultura,

con la iglesia y el hambre, la locura

del juez, del militar y del banquero.

 

Mordida y por el mismo derrotero

va la familia, llaga que supura,

en una interminable calentura,

jugo de muladar y estercolero.

 

Huele a rabia, a saliva, a gente seca,

contaminando un humo corrompido

la luz que ya no alumbra, que defeca.

 

El cadáver del Tiempo está podrido,

y sólo veo una espantable mueca,

una garganta rota, un pie mordido.

 

Rafael Alberti

Cuadro de Francisco de Goya

No hay comentarios:

Publicar un comentario