ALGUNA
VEZ A SOLAS
Alguna
vez a solas
cuando
el silencio recordaba
el
eco de la voz de los muertos,
me
tumbaba,
sobre
los pechos ardientes de la muerte
y
viajaba sin destino.
A
solas,
con
oficio de viajante
dibujé
compañeros de aventuras,
fantasmas
que terminaros por marcar mi camino.
Los
años pasaban clandestinos
en
un tren de cercanías,
fue
todos yo.
Y
sin embargo
una
lápida cae sobre otra
donde
la muerte habitó largo tiempo.
Matar
en mí al asesino de mí,
y
es un morir, un aliento profundo.
Cándidas
aberturas de lo humano,
se
agolpaban con pasión
en
las puertas de mi cuerpo,
todo
este tiempo:
una
sobre otra
quebrando
la realidad.
Manuel
Menassa de Lucía
Del libro: “Golpes de realidad”
Cuadro: "Hasta sentir que solo es imposible" Miguel Oscar Menassa
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