SOY UN
VOTANTE ARREPENTIDO
Pisoteo
las flores del jardín vecino con precisión
de
zapatilla juvenil, disecciono mariposas con
alfileres
de novia y la luna prometo como el amor jura
silenciosa
compañía a la sombra en la garita.
Hurto
caramelos, sin violencia no es robo.
Interpelo
al compañero con intrigas sobre cualquier
plagio
para colgarme una medalla en la urna.
Represento
ofensas y traiciones cual bufón en la corte
con
vítores de libertad y hasta prometo marcar goles.
Ahora
soy un votante arrepentido:
en
el destierro me confundió la arena
y
las huellas son hoy azules mares de plásticos.
Nadie
me conoce en la calle donde nací,
uso
botas negras, gorra de lana y guantes del desván.
Un libro me puso en la pista de tu sonrisa,
consulté
con pitonisas, chalanes y jueces sobre ética.
La
justicia como un atronador silencio susurraba:
¡Arrepentido
estoy señor gobernante de cobardes
y
mentirosos estafadores de la ilusión”.
En
este renglón depongo mis armas:
estas
castañuelas, la dulzaina y el tambor.
La
voz es del pueblo y los votos canciones de libertad.
Carlos
Fernández del Ganso
De "La máquina del tiempo"
a veces creo que no creer es más efectivo
ResponderEliminarqué es más fácil y menos dañino no creer
qué creernos adivinos.