LO SOCIAL
ME PRODUJO
Niego
delante del pelotón mi ausencia
dejo
a los pies de la tapia mi sombra abatida de pólvora
me
llevo la mirada de vuestros fusiles sin sangre
y
más alto que la munición vuelo con el
disfraz del pueblo
como
esos pájaros asustados del estruendo.
Las
amenazas de madera clavadas en la pared
huyeron
con el cuaderno de aritmética en las alforjas,
con
un abecedario y el viejo mapa en el gabán
de
los recuerdos con plomo en la cincha.
Después
de la guerra, todo fue bastante peor,
aún
busco libros de la época donde poder leer…
Pongo
un diptongo en el saludo y azúcar negra
al
sonar los tres puntos suspensivos del intervalo:
Don
Carlos, le esperan en el salón del piano
la
santa inquisición, un puñado de uniformes
y
el tambor del alcalde.
Todo
es sueño, la batalla final nace perdida,
sin
embargo mis manos como hélices de helicóptero
pueden
enviar reactores de tres sílabas
como
la tilde del sable en la nieve
al
escuchar en torno a la hoguera
la
última voz que escuchara el abuelo:
¡¡fuego!!
Carlos
Fernández del Ganso
De "La máquina del tiempo"
No hay comentarios:
Publicar un comentario