martes, 4 de septiembre de 2018

TRES GENERACIONES DE LIBROS




TRES GENERACIONES DE LIBROS

Con los brazos del lampadario que la costumbre alumbra
alejo mi suerte de llanero solitario y tomo la senda arada.

Tropieza el rostro con la brisa del nuevo otoño y
sin afán me digo:
tres generaciones ya perduran en las manos soberanas,
manos de truhán y delicado siervo en las altas zarzamoras.

Tres generaciones me nombran en tu patio de uvas negras.

Complacido observo a los niños saltando la cuerda
en la plaza del olvido
y escucho sereno a los ancianos taconear
con su bastón de mando: ¡Las cuarenta en copas!
Contra la mano triunfos no arrastres.

Morir o hacer el amor de pie,
aún puede el jornalero que me habita
y sin embargo nadie pudo retratar el goce
del último aldeano.

Traducido y premiado,
la espalda señala el dolor del sur,
el que sólo la caricia de tus besos calma.

¡Sigue!, no cedas la celda la recuerdo
ni la firma al juez del averno.

El poeta no conoce la muerte,
no se burla del sol, ni escupe el camino,
sabe que los pasos dados portan el nombre que lo habita.
El poeta no especula con galaxia, ni universo,
sabe que la mitad del planeta nace muerto
y la otra mitad huye en el desierto del hambre.

Confiscar la historia es delito.
Todo cráneo en la cuneta clama entierro y tintero.
Escribo y brindo.
No cedo.

Carlos Fernández del Ganso
De "La máquina del tiempo"

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