LA
SENSATEZ DE LA FÓRMULA
Sangra
la virgen conjugando las vocales de la muerte
cuando
el sol y sombra juzgan la suerte del torero
a
las cinco de la tarde en el albero.
¿Cuál
será tu anhelo en el brindis, mujer, cuál tu implicación?
Si
de luces te adorna un traje y en el centro del coso
te
plantas, si en las gradas un pasodoble de corneta
y
tambor llora, si del portón un gran bufido surge,
no
lo dudes, te corresponde lidiar de maestro con el astado,
no
hay confusión posible.
Abre
bien los ojos y el cuerpo sea invisible
en
cada preciso capotazo
para
que la muerte pase de costado
en
la verónica del olé.
No
te hagas carne de préstamo
ni
te juegues más de siete veces la vida
cornadas
y lotería al más pintado le traen
aunque
tengas buena cuadrilla.
¡¡Ojo,
con querer saber!!
Es
ley la fórmula en su aplicación exacta
y
sigue siendo ley cuando se hace trampa.
Carlos
Fernández del Ganso
De
“La máquina del tiempo”
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