AMORES DEL
VERANO
Hijo…
no busques en el lujo lo imposible
encuentra
el sencillo goce de hablar
custodiando
de noche la suma, sin mirar de frente el sol.
No
busques locuras foráneas ni traiciones de barro,
al
jornal del estudio articula con trabajo el deseo,
mirando
de frente la muerte.
No
busques hombres fáciles, accesibles al desaliento.
Sí,
cinco pinceles repiquetean el bronce campanario,
como
las castañuelas de marfil sobre longevo piano,
pinta
sonrisas para todo el vecindario.
No
olvides sonreír a tu hermana humanidad.
Y
cuando no puedas más,
en
el último peldaño de la voz con un si sostenido
allí,
donde duermen las golondrinas del tiempo,
encontrarás
un libro. Ábrelo…
Conocerás
veranos repletos de rumores, de escarcha en las pestañas y sudor en el alma.
Veranos
como hornos sin fondo ni sombra.
Veranos
sin cartas desde la playa del amor.
Veranos
de viento inolvidable en el pecho descubierto,
como
alfombras voladoras que desnudas el cuerpo y
disfrazan
el deseo apache
con
lunas rojas de carmín en la pechera.
¡Amores
del verano! Hijos y libros que al crecer,
alejan
de la frente el sol del pasado,
el
imposible paso atrás.
Carlos
Fernández del Ganso
de "La máquina del tiempo"
Poema leído por Yosune Castellano Alarcón en la presentación del poemario en la Casa José Zorrilla de Valladolid
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