viernes, 4 de mayo de 2018

MALDITA SERENIDAD - Maribel Domínguez Duarte


MALDITA SERENIDAD


Anegada por este mar sereno
donde permanezco anclada,
acecha intensamente tu piel salobre
anhelando aquellas tempestades
por las que navegaron nuestros cuerpos.

Pasa el tiempo, despacio, muy despacio.
Persiste el sabor de tus besos,
cae la noche grave,
emerge tu recuerdo de repente
allí donde me falta tu aliento.

Reflejada en amplios espejos
por la luz de tu mirada
te busco entre la gente, nocturna y solitaria
y no hallo nada.

Mi carne encendida compone tu nombre,
y reclama el arpegio de tus dedos…
y sigo desperdiciando latidos en otra piel,
en otros cuerpos
envueltos en este insoportable silencio.

Maribel Domínguez Duarte
Del libro: "Nombre de mujer"

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