SOY
UNA SOLDADA DE MI PATRIA
Miro
a mi alrededor y me pregunto qué extraña idea
me
une al paseante que se cruza en el camino.
desconozco
de su vida el sendero,
no
sé qué palabras alimentan su cuerpo
ni
sé, de sus noches de insomnio, la causa.
quizá
sea la patria, el suelo que pisamos.
¡La
patria! Y vuelan cohetes mecanizados,
máquina
de matar y de morir
por
un trozo de tierra árida,
por
una religión, por una… siempre una,
siempre
una única manera.
¡La
patria! ¿acaso la infancia, los olores agrios de leches,
cuando
ni siquiera sabía del mundo?
¿Los
pequeños rituales diarios, conocidos y familiares
cuyo
prestigio se sustenta con los más crueles sacrificios,
o acaso el ideal que porta un pendón de muerte,
que
arrostra el futuro y debilita el pensamiento?
La
madre patria, y colores y gustos se arremolinan en mis pies,
traídos
por un huracán de recuerdos.
Patria
humana, me digo
y me propongo vaciarla de sentido para poder construir
en
una conversación interminable un mundo posible.
Pilar
Rojas
De
“Mujer de otoño”
No hay comentarios:
Publicar un comentario