CONTINUIDAD
Las
campanas en flor
no
se han hecho para los senos de oficina
ni
el tallo esbelto de los lápices
remata
en cáliz de condescendencia.
La
presencia de la muerte
se
hace cristal de roca discreta
para
no estorbar
el
intenso olor a envidia joven
que
exhalan los impermeables.
Y
yo quiero romper a hablar a hablar
en
palabras de nobles
agujeros
dominó del destino.
Yo
quiero hacer del eterno futuro
un
limpio solo de clarinete
con
opción al aplauso
que
salga y entre libremente
por
mis intersticios de amor y de odio
que
se prolongue en el aire y más allá del aire
con
intenso reflejo en jaspe de conciencias.
Ahora
que van a caer oblicuamente
las
últimas escamas de los llantos errantes
ahora
que puedo descorrer la lluvia
y
sorprender el beso tiernísimo
de
las hojas y el buen tiempo
ahora
que las miradas de hembra y macho
chocan
sonoramente y se hacen trizas
mientras
aguzan los árboles sus orejas de lobo
dejadme
salir en busca de mis guantes
perdidos
en un desmayo de cielo
acostumbrado
a mudar de pechera.
La
vida es favorable al viento
y
el viento propicio al claro ascendiente
de
los frascos de esencia
y
a la iluminación transversal de mis dedos.
Un
álbum de palomas rumoroso a efemérides
me
persuade al empleo selecto
de
las uñas bruñidas.
Transparencia
o reflejo
el
amor diafaniza y viaja sin billete
de
alma a alma o de cuerpo a cuerpo
según
todas las reglas que la mecánica canta
Ciertamente
las campanas maduras
no
saben que se cierran como los senos
de
oficina
cuando
cae el relente
ni
el tallo erguido de los lápices
comprende
que ha llegado
el
momento de coronarse de gloria
Pero
yo sí lo sé
y
porque lo sé lo canto ardientemente.
Los
dioses los dioses miradlos han vuelto
sin
una sola cicatriz en la frente.
Gerardo
Diego
Cuadro: "Rasgado por el tiempo" de Miguel Oscar Menassa
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