jueves, 15 de diciembre de 2022

HOMBRE LLANERO

 


HOMBRE LLANERO

 

 

Yo soy el hombre que un día

miró lucir albas nuevas

en cada nuevo horizonte

que le ofrecía la estepa.

 

El hombre cuyo caballo,

urgido por las espuelas,

no bebió en la misma charca

ni en una misma ribera.

El hombre cuyo caballo

dejaba sobre las piedras,

como una señal de orgullo

sus herraduras violentas.

 

Yo soy el hombre que un día

cruzara por cien aldeas

llevando en el corazón

su rebeldía, a manera

de coraza, y en los labios

alguna copla llanera.

 

El hombre que tras de sí

dejaba raudal estela

de canciones, aprendidas

al río y a la palmera.

 

Yo soy el hombre que un día

dejó correr su tristeza

como los vientos sin rumbo

sobre la pampa desierta.

El hombre cuyas pasiones

galoparon, a manera

de los potros que enloquece

sobre el llano la tormenta.

 

Yo soy el que halara un día

a una mujer tan morena

como avellana del trópico,

y la violara y e diera

un hijo que habrá de estar

como un cachorro en la selva.

Un hijo, cuya mirada

será audaz y cuyas piernas

sujetarán a un caballo

sobre la silla vaquera.

 

Yo soy el que nunca pudo

confiar a una misma estrella

su fortuna, ni sembrar

en una misma ladera

los granos que prometían

la sonora sementera.

 

El hombre que nunca pudo

tener una misma estrella,

ni ante sus pies un camino

de bondad, que le dijera

hacia dónde iban sus pasos

sobre la pampa desierta.

 

Yo soy el hombre que un día

miró lucir albas nuevas

en cada nuevo horizonte

que le ofrecía la estepa,

cuando me vieron pasar

las torres de cien aldeas,

llevando en el corazón

su rebeldía, a manera

de coraza, y en los labios

alguna copla llanera.

 

Germán Pardo García

Del libro: “Voluntad”

Cuadro: "Renuncia" de Miguel Oscar Menassa

 

 

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