domingo, 12 de junio de 2022

EL RELOJ



EL RELOJ

 

¡Reloj!  Dios siniestro, espantoso, impasible,

cuyo dedo nos amenaza y nos dice: “¡Acuérdate!

Los vibrantes dolores en tu corazón lleno de espanto

se plantarán pronto como en un blanco;

el placer vaporoso huirá hacia el horizonte

igual que una sílfide al fondo de una ranura;

cada instante te devora un fragmento de delicia

a cada hombre otorgada para toda su estación.

Tres mil seiscientas veces por hora, el segundo

murmura: ¡Acuérdate! –prodiga ¡Esto menor!

(Mi gaznate de metal habla todas las lenguas.)

¡Los minutos, mortal retozón, son gangas

que no se deben abandonar sin extraer el oro!

¡Acuérdate que el Tiempo es un jugador ávido

que gana sin trampear, en todo lance! ¡Es la ley!

El día disminuye; la noche aumenta; ¡Acuérdate!

El abismo tiene siempre sed; la clepsidra se vacía.

Tan pronto sonará la hora en que el divino Azar,

en la cual augusta Virtud, tu esposa todavía virgen,

en la cual el Arrepentimiento mismo (¡oh, el último refugio!)

en la cual todo te dirá: ¡Muere, viejo cobarde; es demasiado tarde!

 

 

Charles Baudelaire

Cuadro de Salvador Dalí

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