ESCRIBIENDO RECUERDOS
Escribiendo recuerdos
descubro las manos
temblorosas de la noche,
en los sueños, encuentro
la fragancia del alma,
una partitura que traza la
cifra de la vehemencia.
En las evocaciones la
guerra mató al hombre,
el hambre alimento al
desmesurado,
de alusiones se amontonan
los cementerios de madera
envueltos en una novela etérea.
No quiero contar memorias
en el cordel del afligido.
¡Basta ya de colocar las
cosas en su sitio!
No quiero recordar la
muerte vestida de luto,
ni la tristeza del rostro
que se marchó
por un error,
evocando la sangre que el
cielo derrama.
Quisiera vestir el pan en
la cena,
disfrazarme de lo posible,
colgar una copa de vino,
lapidar la pared de la noche.
Para qué los recuerdos si
ahora no estás aquí,
para qué si la rosa
cortada
se marchitó dentro de la
habitación que da a la cocina,
para qué si la muñeca
ya no baila en el interior
de esta caja de música,
para qué si las caricias
rompieron el cuerpo cubierto de arena.
Con la uñas quiero
arrancar
el rostro que lapida el
alma,
con los ojos borrar la
tinta de ese pergamino
que confunde al tiempo,
con mis pies recorrer la
llanura de acceso a la libertad.
Esther Núñez Roma
de "Nombre de mujer"
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