miércoles, 1 de febrero de 2017

DOMINGO TRISTE


DOMINGO TRISTE

 
Las campanas, el sol, el cielo claro
me llenan de tristeza, y en los ojos
llevo un dolor que el verso compasivo mira,
un rebelde dolor que el verso rompe
¡y es, oh mar, la gaviota pasajera
que rumbo a Cuba va sobre tus olas!

 
Vino a verme un amigo, y a mí  mismo
me preguntó por mí; ya en mí no queda
mas que un reflejo mío, como guarda
la sal del mar la concha de la orilla
cáscara soy de mí, que en tierra ajena
gira, a la voluntad del viento huraño,
vacía sin fruta desgarrada rota.
Miro a los hombres como montes; miro
como paisajes de otro mundo, el bravo
codear, el mugir, el teatro ardiente
de la vida en mi torno: ni un gusano
es ya más infeliz: ¡suyo es el aire,
y el lodo en que muere es suyo!
siento la coz de los caballos, siento
las ruedas de los carros; mis pedazos
palpo: ya no soy vivo: ¡ni lo era
cuando el barco fatal levó las anclas
que  me arrancaron de la tierra mía!

 
José Martí

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